La advertencia de Massad: “Sin dudas, hoy la política está afectando a la economía”
Considera que está sucediendo “lo mismo” que durante el gobierno anterior, cuando se presentaron muchas reformas “que no pudieron procesarse” .
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Al escuchar a Carlos Massad, uno percibe una cierta sensación de incertidumbre, de pesimismo. No solo por las escuálidas cifras de crecimiento económico que ponen en entredicho alcanzar un 3% de expansión del PIB este año, sino porque considera que al país le falta “visión de largo plazo”.
El expresidente del Banco Central califica como “fatal” el impacto que está generando en la discusión actual la duración de cuatro años del período del gobierno, al que culpa de parte importante de la crisis de las instituciones. En la visión de este economista DC, un plazo tan acotado “le impide hacer cualquier reforma estructural de cierta envergadura al gobierno de turno”.
“Un período presidencial de cuatro años no tiene sentido en un país como el nuestro. Eso nos va a complicar en la política y en la economía. ¿Por qué? Para un período presidencial de cuatro años, no tiene mucho sentido pensar en el largo plazo”, asegura.
- Pero el país tiene problemas más allá de la duración del período de gobierno.
- Sí, por supuesto. Pero esta es la base de todos los problemas, del problema institucional del pensamiento de corto plazo. Además, tenemos otros problemas que yo venía señalando hace 15 años: no hay caso histórico en el cual una potencia dominante permita el surgimiento de una potencia emergente sin una guerra.
Afortunadamente, ese conflicto ha ido emergiendo como una guerra comercial, pero ya está empezando a deteriorar los ánimos y si los líderes mundiales no son extremadamente prudentes y sabios, esto puede terminar mal. Es muy difícil manejar esta situación externa.
- ¿Cómo ve a Chile navegando en este complejo escenario externo?
- Tenemos un país al que políticamente le cuesta tomar decisiones en las grandes reformas estructurales que necesitamos. Además, tenemos un mundo que estará en permanente conflicto. Esas dos fuerzas hacen que estemos perdiendo la ventaja que tuvimos en el pasado por nuestra estabilidad interna, la que tuvimos por muchos años y que se convirtió en una ventaja en el panorama mundial.
Esto hace que tendamos a estancarnos en materia económica ya que se requieren cambios importantes para avanzar, los que son muy difíciles de hacer en las actuales condiciones del país. Estamos en una situación de relativa desventaja comparado con lo que tuvimos en el pasado.
- ¿Qué propone: reelección inmediata, volver al período de seis años?
- La reelección inmediata no me gusta porque incentiva el populismo durante cuatro años para asegurar la reelección para el segundo mandato. Yo prefiero un período presidencial un poco más extendido que el actual. Lo que es indispensable es que podamos tener la posibilidad de una mirada de más largo plazo del gobierno hacia el país.
- ¿Es Chile menos atractivo que el resto de los países de la región? Usted habla de una “relativa desventaja”.
- Nosotros tenemos una ventaja importante sobre la gran mayoría de los países latinoamericanos. Tenemos una institucionalidad económica sólida, que a partir de 1990 ha comenzado a generar confianza y solidez que antes no teníamos. Desde ese año se ordenaron las cosas en lo económico, la independencia del Banco Central tiene mucho que ver con eso, además se logró derrotar la inflación. Tenemos que mantener la solidez de las instituciones económicas, hay que evitar ponerla en peligro.
- ¿Está asegurada esa solidez?
- Nunca hay algo seguro, la forma de asegurar esa estabilidad es con políticas correctas, no con palabras, de modo que el país tenga confianza en que esas instituciones están funcionando. Y hasta ahora, es así.
- Las instituciones económicas, como el Banco Central, la responsabilidad fiscal, son las únicas que hasta ahora no han entrado en crisis.
- Hoy, la institucionalidad económica es casi la última barrera en medio de la crisis que viven las instituciones.
- Lo percibo pesimista sobre el futuro del país.
- Gobiernos de cuatro años son fatales, absolutamente.
- ¿Cómo ve al Gobierno? Llegó con mucho ímpetu de hacer cosas, pero las expectativas han ido decayendo.
- El país tiene una cierta capacidad de pensamiento político y social. Cuando un gobierno tiene poco tiempo y quiere mandar muchas reformas, se hace imposible, no hay capacidad institucional para manejar eso. Pasó en el Gobierno anterior y en el actual también. ¡El Gobierno reclama que no le aprueban los proyectos y el Parlamento reclama que no tiene el tiempo para analizarlo todo, la gente se enoja porque el Gobierno pone urgencias! El fenómeno está clarísimo… ¡no funciona la cuestión! Cuando tienes un gobierno con un período un poco más largo, hay más posibilidades de conversar, de graduar las cosas.
- ¿Cuánto está afectando a la economía la situación política actual?
- Sin la menor duda, la política está afectando hoy a la economía. No es lo único que está afectando a la actividad y las expectativas, la situación internacional también es importante, pero lo que pasa internamente también lo es. El problema es la estructura institucional del país hoy con gobiernos de solo cuatro años. Las malas políticas se originan por la visión cortoplacista.
Nuevo sesgo del BC: "No hay mucho que pueda hacer directamente la tasa"
- ¿Fue correcto que el Banco Central mantuviera la tasa la semana pasada? En su comunicado allanó el camino para una baja en septiembre.
- El sesgo del Banco Central es correcto. La probabilidad es de que se acentúe la guerra comercial, mientras sus efectos de corto plazo sean los de acelerar la economía de los Estados Unidos y mejorar el empleo, como está ocurriendo. Sin embargo, luego de algún tiempo, se verán sus efectos negativos también en los Estados Unidos, lo que puede hasta agravar la tensión entre las dos potencias que compiten por la preeminencia.
Me parece que no hay mucho más que pueda hacer directamente la Tasa de Interés de Política Monetaria, salvo en las expectativas. A pesar de eso, sus movimientos dan mayor credibilidad a las visiones de largo plazo del Banco Central lo que, en un ambiente de expectativas débiles y en deterioro, puede hacer alguna contribución positiva indirecta.
Eso sí, el gran peligro de tasas bajas que se mantienen por períodos largos es su efecto en el precio de los activos que sirven de respaldo a los créditos bancarios, especialmente a los de mayor plazo. Tasas bajas tienden a elevar el precio de tales activos, pero cuando venga la necesidad de elevar las tasas, bajarán tales precios, reduciendo las garantías y debilitando, o convirtiendo en basura, los valores emitidos basados en créditos de largo plazo. Basta recordar la crisis subprime de hace algunos años.
- ¿Cómo ve el rol que ha ejercido la DC, por ejemplo, en las reformas de pensiones y tributaria?
- La política no es lineal. Cuando uno dice que hay una izquierda, derecha y centro, supone que la política es lineal. ¡La política jamás ha sido lineal! Tiene muchas esquinas, así que no se puede separar la política entre izquierda, derecha y centro, no tiene sentido.
Creo que la posición de la Democracia Cristiana no es ser un partido bisagra, es una posición distinta, no es que busque equilibrar los dos extremos de una política lineal, la política es mucho más compleja que eso.
Por supuesto, esa posición está vinculada con las otras posiciones, de modo que siempre va a ser acusada de ser bisagra. Es una posición distinta a las otras simplemente. La DC está entendiendo eso hoy y es muy valioso lo que ha hecho la actual directiva en ese sentido, ha tenido el valor para aparecer entendiéndose con el Gobierno en ciertos temas. Y como la DC tiene una posición distinta, tiene identidad propia y, por lo tanto, es libre para buscar los acuerdos necesarios para seguir una línea que le parece apropiada.