IPoM y la guerra comercial: "Los efectos en las exportaciones chilenas serán mayores en adelante"
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No sólo de menores perspectivas de crecimiento para este y el próximo año habló hoy el Banco Central en su tercer Informe de Política Monetaria (IPoM). Quizás como parte de un análisis con una cuota mayor de preocupación, el ente emisor advirtió que en el escenario más probable "se prevé que los efectos de la guerra comercial en las exportaciones chilenas serán mayores en adelante".
Dado la menor expansión esperada para nuestros socios comerciales, la entidad prevé que los envíos totales se encaminan a una baja de 1,9% este año frente a la leve alza de 0,6% prevista en junio.
Lo anterior, en un marco donde el volumen exportado de bienes acusó caídas anuales de 2,5% y 4,4% en el primer y segundo trimestre, respectivamente, distante del alza de 6,1% en 2018.
El principal retroceso se observa en las ventas mineras al exterior, la que más bien respondió a factores de oferta. "En particular, es coherente con el pobre desempeño de la actividad minera, que cayó 2,0% anual en el primer semestre, afectada por un invierno altiplánico que abarcó una zona geográfica mayor que la habitual y se prolongó por más tiempo; obras de mantenimiento y una huelga en Codelco; y problemas en uno de los puertos a través de los que se exporta hierro. Esto refleja una tendencia más general, donde la variable de ajuste a las fluctuaciones de demanda por cobre tiende a ser el precio del metal, no así los envíos", planteó el análisis.
En todo caso, agregó que en la medida que dicho valor se ubique en niveles bajos por más tiempo, "esto podría afectar la elasticidad de largo plazo, al incidir en las decisiones de los proyectos de inversión minera".
Un escenario inquietante considerando que las perspectivas para la cotización del cobre pasaron de US$ 2,8 la libra este año a US$ 2,7.
Golpe para la industria metalmecánica
El reporte del banco también reveló que las exportaciones industriales mostraron un descenso de sus volúmenes, aunque agregó que se combinan varios elementos.
Por un lado, sectores como el salmonero -en torno a 15% del valor de las ventas del citado segmento- se encuentran en niveles de producción históricamente altos, lo que lleva a que sus tasas de variación anual sean acotadas, o incluso negativas, pese a que la evaluación del desempeño sectorial es positivo.
En el lado opuesto, los productos que muestran el mayor deterioro son los ligados a la industria metalmecánica y metal básicas. En este caso el menor desempeño es por asuntos internos de América Latina, su principal mercado de destino, que afectaron de forma relevante a estos envíos, por lo que el retraso de recuperación en dichas zonas, "retardaría la recuperación de las exportaciones".
En cuanto a los envíos hacia los mercados directamente ligados al conflicto -China y Estados Unidos-, el banco aprecia efectos "acotados y heterogéneos". Por ejemplo, citaron, "las exportaciones de la industria de celulosa y forestal han sido afectadas por una menor demanda china y productores con altos niveles de inventarios. Por otro lado, las exportaciones de vino a China se estarían viendo favorecidas por los aranceles al vino estadounidense".
De todas formas, el escenario base del IPoM contempla una "reducción importante del crecimiento mundial, pero no una desaceleración brusca o una recesión en alguna economía de relevancia".