Por Cristián Torres Erpel
A poco más de un año de dejar el cargo de presidente del Banco Central, José De Gregorio asegura a DF que no hay señales de sobrecalentamiento, lo que no significa que no debiera ser una preocupación. Asimismo, asegura que existe un “bonismo excesivo” que se debe evaluar mucho más en términos de lo que representa.
- El panorama en Europa venía mejorando, sin embargo, con lo ocurrido en Chipre, ¿continuará una trayectoría de debilidad economica?
- La zona del Euro no tiene un buen panorama. Este año seguirá en recesión y va a continuar en una trayectoria de debilidad económica, tienen muchas cosas pendientes, en particular, los temas de unión fiscal y unión bancaria. También existen errores y políticas confusas que enturbian un poco el panorama como es el caso de Chipre donde independiente de lo que uno opine, si los depositantes tienen o no que pagar en el caso de una crisis financiera, esto es un cambio de la política que venían aplicando respecto de los otros países de Europa. Esto genera mucha incertidumbre. Hay mucha incompetencia en la toma de decisiones.
- Respecto a EEUU ¿se llegará a acuerdos para evitar el problema fiscal?
- EEUU está todavía con crecimiento lento, con una política muy expansiva, y hay mucha incertidumbre en lo fiscal. Creo que se va a ir avanzando lento en generar algún tipo de acuerdo para evitar que la situación fiscal agrave la recuperación. No es fácil, tiene problemas políticos para llegar a acuerdos, pero hay que reconocer que el sector privado en EEUU está mostrando mucha fuerza y tiene gran capacidad de recuperación.
- ¿Estamos en presencia de una guerra de monedas donde las políticas no convencionales estén generando un daño en las economías emergentes?
- Eso no es correcto. Lo que uno desea es que las economías desarrolladas se recuperen y que vuelvan a crecer. Si no aplican políticas expansivas vamos a tener un mundo desarrollado estancado que tarde o temprano va a arrastrar al mundo emergente. Obviamente, cuando un país o un Banco Central hacen una política monetaria expansiva, uno de los resultados es que su moneda se deprecie y se aprecian las otras monedas, pero eso es parte del ajuste global. Uno entiende que habría guerra de monedas o intento de crecer empobreciendo los vecinos si estamos hablando de economías que está bien, que crecen y que explotan la depreciación cambiaria para crecer aún más, pero aquí estamos hablando de economías que todavía no han salido de una recesión. Además, la expansividad de la política monetaria en los países avanzados tiene un efecto favorable desde el punto de vista del costo de financiamiento externo. El boom de colocación de bonos es, en parte, resultado de ello. Lo mejor para que el peso se debilite es que las economías avanzadas se recuperen bien.
Economía local
- El presidente del Banco Central ha reiterado un llamado a que la política fiscal otorgue espacios...
- La política fiscal siempre contribuye, pero tiene rigideces y lo que nosotros hemos observado es una política fiscal con leve sesgo expansivo, pero donde los espacios de ajuste no son muy significativos. Lo que observamos no sólo en Chile sino que en el grueso de las economías emergentes, es que el impulso fiscal que se aplicó durante la gran recesión, que fue muy justificado y muy importante, no se ha retirado completamente. En Chile tuvimos además los efectos y costos del terremoto, que también requieren un esfuerzo fiscal. No es trivial ajustar el gasto, hay que hacer esfuerzos. La política fiscal ha demostrado que no es capaz de actuar con la fuerza ni la oportunidad que puede tener la política monetaria. Ha mantenido la prudencia de seguir una política con un objetivo estructural, aunque claramente no muy ambiciosa. Los espacios de la política fiscal son limitados y hoy es expansiva, no creo que tenga capacidad de hacer ajustes mayores.
- Si el gobierno llegó a la meta de déficit de -1% el año pasado, ¿no hubiera sido aconsejable que se hubiera aspirado al balance?
- Siempre es mejor más que menos. Pero la pregunta es qué espacio hay, cuáles son los compromisos, cuáles son los objetivos. La política fiscal al final tiene objetivos bastante de más largo plazo, prioridades de gasto, estructuras tributarias que son las que uno no puede manejar con la flexibilidad que podríamos pensar desde el punto de vista macro y lo ha demostrado este gobierno, que ha tenido una política fiscal prudente, que se ha ajustado dentro de los parámetros de la regla, pero que obviamente, no tiene la capacidad de hacer todos los ajustes que se requerirían desde el punto de vista macro.
- Se subejecutó en forma importante a fines del año pasado...
- No sabemos bien las causas de la subejecución. No sabemos si son ineficiencias o es una manera de ir conteniendo el gasto hacia fin de año. De todas formas, lo mejor es ir conteniendo el gasto en la definición del presupuesto. Este gobierno ha demostrado que muchas de las cosas que se dijeron durante 20 años sobre la capacidad de la política fiscal de actuar con severidad en el ciclo, es bastante más limitada de la que se piensa, en particular, en términos de ajuste en la parte alta del ciclo. Ajustar subejecutando es ineficiente.
- En ese sentido, la entrega de bonos por parte del gobierno, parece no favorecer la política fiscal, ¿comparte este juicio?
- El último bono no es una cantidad tan significativa, US$ 200 millones, que según se ha anunciado, serán reasignaciones. Estamos hablando de menos 0,1% del PIB, pero obviamente, si hay gasto extra no va en la dirección correcta. La política de bonos se debe evaluar mucho más en términos de lo que representa. Hemos estado cayendo en un bonismo excesivo. Muchas veces se justifica pero creo que se ha excedido un poco.
- ¿Tiene que ver con un tema político?
- Se ha excedido. El primer bono que tuvimos en este gobierno fue el bono “por si me eligen”. Después un bono que coincidió con la Casen, y que se cuestionó como se contabilizó en la encuesta, sobreponderándolo. Ahora tenemos el bono “para celebrar que nos va bien”. Esa no es la forma de hacer política social. Los bonos en muchos casos, se justifican. Se dio bonos cuando los alimentos subían 20%, en medio de la peor recesión que ha sufrido el mundo después de la gran depresión. La verdad es que no debemos estigmatizar los bonos, pero tampoco hay que exagerar y se presta para malas interpretaciones cuando la justificación es débil.
“No hay señales inflacionarias preocupantes”
- ¿Observa señales de sobrecalentamiento?
- La verdad es que no hay señales, lo que no significa que no debiera ser una preocupación. Creo que no estamos en una situación de sobrecalentamiento, pero no descartó que podamos llegar a eso. Hay señales positivas que uno observa, por ejemplo, que habiendo crecimiento de salarios, con una economía vigorosa, no hay señales inflacionarias preocupantes propias de una situación de sobrecalentamiento.
Probablemente, el crecimiento tendencial de nuestra economía pueda estar por un tiempo más cerca del 5,5%, porque ha habido aumentos de productividad y elevada inversión, que pueden dar cuenta de que estamos teniendo un crecimiento potencial algo superior al 5%. La economía chilena entre 2004-2007, es decir los 4 años pre gran recisión, creció en promedio 6%. Hoy tenemos la economía creciendo en los 4 años post recesión, por arriba del 5,5%.
- Esta demanda interna que sigue fuerte donde la tan anunciada desaceleración no llega por lo menos en el primer trimestre y que no tiene efectos en la inflación, ¿genera riesgos en la cuenta corriente?
- Obviamente un riesgo es que esta situación de déficit se prolongue y tengamos un déficit creciente. En lo personal creo que no es de los riesgos más significativos que vea en la economía chilena. Por otra parte, la política no ha tenido espacios para contribuir con más ahorro. Creo que la economía chilena tiene formas de ajuste en caso que la situación cambie.
Un riesgo importante en el contexto de un déficit de cuenta corriente creciente es que, por ejemplo, se nos caigan los términos de intercambio de manera significativa, que el precio del cobre se caiga. Nuestro déficit en cuenta corriente inmediatamente se va a ampliar, pero tenemos un mecanismo de ajuste y es que en ese escenario el tipo de cambio se va depreciar y se debe depreciar todo lo que sea necesario para que ocurra un ajuste.
- ¿Continúa la preocupación por la burbuja inmobiliaria?
- No es claro que haya una burbuja inmobiliaria, por el contrario, no creo que la haya. Creo que hay un boom inmobiliario en una economía donde hay razones tanto de oferta como de demanda para explicar el aumento del precio de las viviendas al cual no estábamos acostumbrados. No son de la magnitud de aumento de precios que hemos visto donde ha habido burbujas. Además, el problema más complejo es que contaminan al sistema financiero. Da lo mismo si es burbuja o boom: un aumento de precios con apalancamiento genera un gran riesgo en la caída. Tampoco se observa en Chile un aumento excesivo del crédito, está creciendo a rangos normales, no estamos viviendo ningún boom de crédito. De todas formas, es algo que se debe monitorear cuidadosamente, porque cuando se detecta el problema puede ser muy tarde. Hay que actuar con anticipación.
- ¿Las medidas macroprudenciales son una buena alternativa en este sentido?
- Son razonables, pero a veces se abusa un poco de la expresión. Las medidas macroprudenciales son casi todas las mismas que las microprudenciales, es decir, son el pie para comprar una casa, la razón deuda-ingreso, provisiones, requerimiento de capital, las cosas tradicionales que se hacen en regulación bancaria.
Pero, en vez de poner el ojo en la solvencia de institución particular, se pone en la estabilidad del sistema global y sus interacciones. En todo caso hay medidas macroprudenciales que no tienen paralelo en la regulación bancaria, como son los impuestos al crédito. Yo he escuchado a la autoridad, tanto a Hacienda como al Banco Central decir que están preocupados porque precisamente en los momentos de fortaleza es cuando uno tiene que protegerse y cuidarse. No hay que esperar a que el boom del crédito ocurra para tomar medidas.
Lo que a mí me llama la atención es que en este contexto se siga bajando el impuesto de timbres y estampillas. Si hay una medida macroprudencial que pone un poco de freno a las expansiones del crédito es el impuesto de timbres y estampillas. En esto hay que ser sumamente transparente, todas las medidas macroprudenciales implican un costo adicional al crédito. Uno no puede decir, voy a hacer medidas macroprudenciales y el crédito lo voy a abaratar, es incoherente.
- ¿Qué implicancias tiene?
- Implicancias financieras, fiscales y macroeconómicas. Desde esos tres puntos de vista está medida no se justifica. Ese impuesto debe subir.
"EL ministro Larraín es especialista en récords"
- Tras las cifras de desempleo entregadas el jueves por el INE, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró que esta cifra es "la más baja para un trimestre diciembre-febrero en 15 años" ¿le parece adecuada esta comparación?
- El ministro es especialista en comparaciones y récords, así que debe estar en lo correcto, aunque él sabe que con tanto cambio metodológico es difícil hacer una comparación concluyente. En todo caso, Chile ha tenido una recuperación del empleo vigorosa e inédita. El mercado laboral no ha cambiado de manera relevante su institucionalidad en los últimos años. Esto cuestiona la vieja idea de que tenemos un mercado del trabajo muy ineficiente y podemos ver como buenas políticas macroeconómicas unidas a un buen escenario externo, pueden generar muy buen desempeño en el mercado laboral, la inflación y el crecimiento. Obviamente, debemos monitorear el riesgo que la fuerza del mercado laboral tenga consecuencias inflacionarias, lo que sería señal de exceso de crecimiento.
Reforma tributaria: "Hay que ver si hay necesidad de mayores gastos"
En el plano político, adentanta que en las primarias votará por Claudio Orrego.
El gobierno ha atribuido en gran magnitud las buenas cifras económicas a su gestión ¿comparte esta afirmación?
- El crecimiento se debe fundamentalmente a que a pesar de la crisis, hemos tenido un buen escenario internacional para casi todas las economías emergentes, en especial, para los exportadores de materias primas con precios altos, además de buenas condiciones de financiamiento externo. Por otra parte, hemos tenido buenas políticas macroeconómicas que se han construido durante muchos años. Eso es lo que explica casi toda la expansión del empleo. Ahí, un análisis serio debe considerar la pregunta de qué se ha realizado en materia de legislación o regulación laboral que haya provocado un cambio que pueda explicar el vigor del crecimiento del empleo que hemos tenido. En ese ámbito, no hay nada. Es la macro y como se ha dado el crecimiento en materia sectorial: sectores sensibles a la tasa de interés e intensivos en empleo.
- ¿Qué balance que hace de la gestión económica del gobierno?
- En materia económica no se han hecho reformas fundamentales. Estamos con riesgos energéticos complejos y en ese ámbito, se ha retrocedido. La conducción macroeconómica ha sido de continuidad y en una senda muy similar a la que se ha aplicado en los últimos 25 años. En el resto de las cosas nada muy distinto. Han subido impuestos cuando ha sido necesario y se han comprometido a fortalecer la regulación y la competencia. Un camino de continuidad.
- ¿Cuál es su candidato para las primarias de la Concertación?
- Lo más probable es que Michelle Bachelet sea presidenta porque tiene un respaldo popular que es un activo impresionante para poder hacer un buen gobierno. Soy muy amigo y muy cercano a Claudio Orrego y Andrés Velasco, de hecho, con Velasco trabajé excelente durante la crisis y le tengo mucho respeto como economista. En las primarias votaré por Orrego porque es quien mejor representa mis valores, es importante que el centro político tenga fuerza.
- ¿Será necesaria una reforma tributaria más profunda?
- Creo que más que plantearse si hay o no una reforma tributaria, hay que ver si hay o no necesidad de mayores gastos. Ahora dado que todas las necesidades que sentimos como país lo más probable es que se requiera una reforma tributaria para aumentar los ingresos fiscales.
"EL ministro larraín es especialista en récords"
- Tras las cifras de desempleo entregadas el jueves por el INE, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró que esta cifra es "la más baja para un trimestre diciembre-febrero en 15 años" ¿le parece adecuada esta comparación?
- El ministro es especialista en comparaciones y récords, así que debe estar en lo correcto, aunque él sabe que con tanto cambio metodológico es difícil hacer una comparación concluyente. En todo caso, Chile ha tenido una recuperación del empleo vigorosa e inédita. El mercado laboral no ha cambiado de manera relevante su institucionalidad en los últimos años. Esto cuestiona la vieja idea de que tenemos un mercado del trabajo muy ineficiente y podemos ver como buenas políticas macroeconómicas unidas a un buen escenario externo, pueden generar muy buen desempeño en el mercado laboral, la inflación y el crecimiento. Obviamente, debemos monitorear el riesgo que la fuerza del mercado laboral tenga consecuencias inflacionarias, lo que sería señal de exceso de crecimiento.