Cristóbal Gamboni Coordinador macro y de finanzas internacionales de Hacienda: “Si seguimos con los estímulos, esta economía no se sostiene”
El economista advierte que un retiro adicional de fondos de pensiones tendrá efectos negativos “hoy, mañana y pasado” y reconoce un sesgo al alza para el PIB de este año.
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Nueve meses cumplió recientemente el economista Cristóbal Gamboni en el cargo de coordinador macroeconómico del Ministerio de Hacienda, posición clave en el organigrama de la cartera al ser el principal soporte técnico de los escenarios para la actividad económica, además de ser el enlace con el Banco Central.
Hace tres meses, el economista de la U. de Chile sumó una tarea adicional: hacerse cargo de la Coordinación de Finanzas Internacionales, gestionando la relación con las clasificadoras de riesgo y los organismos internacionales, además de supervisar la estrategia de financiamiento del Fisco en el mercado de deuda.
En su primera entrevista en el cargo, Gamboni aborda el actual escenario macro local, marcado por el debate sobre un cuarto retiro de los fondos previsionales y el Presupuesto 2022.
“Lo que vemos es que, aunque tenemos muy buenas cifras de crecimiento, todavía hay mucho que hacer para poder decir que nos hemos recuperado de esta crisis. Independiente de los niveles de crecimiento, hay que ver un conjunto de cosas”, señala.
- ¿Como cuáles?
- Uno es la heterogeneidad de la recuperación entre los distintos sectores económicos. Hay que ver también el mercado laboral, todavía quedan holguras importantes y, obviamente, todos los procesos de normalización que tienen que darse posterior a una crisis como la que nos impactó a partir del 2020.
Mantenemos nuestras proyecciones del IFP. Si en algo podríamos hacer un ajuste sería un sesgo al alza respecto al 2021, pero mantenemos el 2022.
- ¿Un sesgo al alza implica un crecimiento más cercano al 10% o al 11% este año?
- Seguimos trabajando con el 9,5%. Lo que puedo decir es si la información en el margen nos ha sorprendido o no, y la sorpresa ha sido al alza.
Preocupa el mercado laboral
- ¿Cuál es el principal obstáculo hoy para la recuperación?
- La preocupación principal es el mercado laboral, sin duda. De acuerdo a las cifras del INE, siguen habiendo 800.000 puestos de trabajo que no se han recuperado respecto a los niveles antes de la crisis, y con personas que salieron de la fuerza laboral y con una disminución en la participación, sobre todo femenina.
- ¿A qué atribuyen que la recuperación sea tan lenta en el empleo?
- Las causas son variadas. En la situación actual, donde todavía tenemos datos de una economía que estaba con la Ley de Protección al Empleo corriendo, donde todavía se están dando ayudas, donde todavía no podemos decir que el coronavirus ha sido erradicado, no podemos decir que la principal causa sea esta o esta otra.
¿Qué cosas tenemos identificadas? Un tema es la recomposición que han tenido algunas empresas para funcionar con menos trabajadores. Hoy, el sector que mejor ha recuperado niveles de actividad es el comercio y está funcionando con menos personas respecto a la etapa previa a la pandemia.
Hay, por supuesto, efecto temor porque todavía hay personas que no están vacunadas, hay personas que tienen otras enfermedades, por lo que no es llegar y salir a buscar trabajo. Por lo mismo, también hay efectos en el mercado laboral femenino y hay efecto de que aún hay liquidez en la economía chilena.
- ¿Ya podemos decir que estamos en un escenario de sobrecalentamiento de la economía?
- A todas luces, si seguimos con los impulsos fiscales, monetarios y de otra índole que tenemos hoy día, esta economía no se sostiene. Hoy estamos en un buen punto para empezar a retirar impulsos. Por eso el proyecto de ley de Presupuesto viene con una normalización de gasto. Por eso, el Banco Central está en un proceso de normalización de su tasa de política monetaria. Por lo tanto, hoy es el momento de empezar a retirar impulso y no ampliar impulso.
Y eso se ve en la recuperación de los niveles de actividad por sobre el inicio de la pandemia y los niveles de inflación anual, que están por sobre el rango de tolerancia del Banco Central, con una inflación de 5,3% anual a septiembre y con algunos que proyectan incluso una inflación sobre 6% de aquí al cierre de este año.
- ¿Nos estamos incubando una crisis financiera con un nuevo retiro?
- Lo que vemos es que un cuarto retiro es una mala noticia con efecto hoy, mañana y pasado mañana.
¿Por qué? Vaciar US$ 17.000 millones a una economía con estos niveles de actividad, inflación y consumo va a contribuir a que exista un desequilibrio macroeconómico marcado. La inflación se va a elevar, va a generar una presión también en las tasas de interés que ya se han elevado bastante.
Y, además, está el efecto en pensiones. Esto sí o sí afecta las pensiones de las personas que retiran sus recursos, y también sí o sí significa mayor gasto fiscal. Estimamos que todo el mayor gasto fiscal que se podría generar por las pensiones solidarias por un cuarto retiro podría llegar a ascender a US$ 2.800 millones en total.
- ¿Cómo interactúa un cuarto retiro con un PIB que el próximo año apenas superará el 2%?
- Un eventual cuarto retiro no garantiza un mayor crecimiento en el PIB. Obviamente, va a tener un impacto en consumo, pero todos estos otros efectos que menciono (tipo de cambio, tasa de interés, inflación) son desincentivos para el consumo futuro. Quizá un cuarto retiro podría estimular el consumo, pero todos estos efectos de segunda vuelta podrían restar crecimiento hacia adelante y con efectos que incluso podrían llegar a ser más permanentes.
El factor de la incertidumbre
- ¿Cuánto está impactando la política en las expectativas para la economía? Fitch lo abordó en su comunicado la semana pasada.
- La evaluación de Fitch hacia Chile sigue siendo buena y sigue siendo destacada respecto a otras economías emergentes. Destacan nuestra solidez fiscal, nuestra deuda -que es menor que otros países emergentes-, nuestra credibilidad y nuestras políticas macro, etc.
Y ellos dicen que obviamente hay incertidumbre por todos los procesos que se están llevando a cabo en conjunto, procesos de política y de política económica. Obviamente que ellos lo mencionan y lo que uno recaba también de otros agentes de mercado es que esto está impactando, y es normal que -en un escenario de definiciones- exista cierta incertidumbre y exista una especie de política de wait and see.
Pero lo importante es que más que fijarse en cómo puede estar afectando hoy, lo que nos gustaría transmitir es cómo se viene esto hacia adelante. Todos tenemos que poner de nuestra parte para que la incertidumbre que hay hoy día se traduzca en estabilidad mañana. En lo que nos corresponde, estamos tomando el camino correcto: un presupuesto 2022 que normaliza el gasto, recupera fondos como el FEES, un proyecto de ley de responsabilidad fiscal, un proyecto de ley Fintech, entre otros.
Prioridades
- ¿Cuáles serán los ejes en la Coordinación de Finanzas Internacionales?
- Hoy el foco está puesto en el Presupuesto. Esta semana empieza la Comisión Mixta y el Presupuesto entra en su recta final, y obviamente el seguimiento y el apoyo a la autoridad es prioritario.
Otra cosa que es prioritaria es el proyecto de ley de responsabilidad fiscal, que si se logra aprobar como ley nos dejaría muy bien proyectados para todo lo que viene. Vamos a trabajar para lograr acelerar el trámite de ese proyecto.
También está el trabajo constante de hacer rentar los fondos en un escenario donde las cosas también están difíciles afuera. Y por el lado de la deuda, tenemos un calendario que cumplir, quedan las últimas licitaciones en noviembre y también está el esfuerzo para que esa deuda se coloque a bajas tasas.
También queremos continuar adelante con todo lo que son las finanzas verdes, desarrollar un marco de presupuesto y gasto en cambio climático, el trabajo con una mesa público-privada y el trabajo en el fondo verde para el clima, entre otras cosas.
- ¿Qué puntos se pueden negociar en la mixta respecto al Presupuesto?
- El monto máximo de gasto que viene en el proyecto de ley de Presupuesto no está para la negociación. ¿Por qué? Porque macroeconómicamente es deseable un ajuste de esas características, cumple con la meta de déficit estructural, retira impulso fiscal en un escenario de recuperación económica y da espacio también para que la política monetaria siga actuando en el control de la inflación. Entonces, ese techo tiene que mantenerse.
Obviamente, aquí viene una etapa en donde las autoridades están muy abiertas a escuchar lo que el Congreso tenga que decir y hacer ajustes entre partidas. Hay un periodo de negociación que siempre se da y este año también se va a dar, pero lo que no va a estar en discusión es el techo de gasto.