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Aldo Lema, consejero del Consejo Fiscal Autónomo (CFA): “En el sobrecumplimiento de la meta fiscal puede haber elementos que no se repetirán”

El economista valora que la nueva política del litio establezca reglas para ahorrar parte de los ingresos, advirtiendo que el ciclo de precios al alza podría no sostenerse a futuro.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Martes 2 de mayo de 2023 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) entregó el miércoles pasado al Congreso su primer informe del año respecto a sus funciones y atribuciones, instancia en que si bien valoró el ajuste del gasto realizado en 2022, también lanzó una serie de advertencias.

El consejero del CFA, el economista uruguayo Aldo Lema, enfatiza que son tres principalmente los mensajes entregados a la comisión especial mixta de Presupuestos del Congreso.

El primero, dice, es que el Consejo Fiscal valora la consolidación fiscal que ha tenido Chile durante el último año. “Estaba en los planes, pero cumplirla y ejecutarla es muy relevante y eso creo que se ha reconocido a nivel local e internacional”, señala.

“Generalmente, cuando se cumplen metas se genera cierta autocomplacencia. Por otro lado, hubo algunos elementos en el resultado fiscal del 2022, tanto en materia efectiva como en materia estructural, que llamamos a mirar con prudencia”.

“Valoramos positivamente (la Política Nacional del Litio), porque se adopta un criterio de prudencia, en el sentido de que efectivamente estos ingresos pueden ser transitorios, sobre todo los ligados al fuerte salto en el precio del litio”.

El segundo es que “no está garantizado mantener esa consolidación fiscal”, por lo cual es muy importante transitar hacia el equilibrio de balance estructural en el 2026.

Y el tercer mensaje es que hay escenarios de riesgo “significativos” para que esa consolidación fiscal se materialice.

“Hay un foco en varios temas que el Consejo obviamente insta a que las autoridades económicas y el sistema político en su conjunto los monitoree con mucha atención”, recalca el experto.

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- ¿Fue un informe con un tono mucho más de advertencia respecto a los anteriores?

- Se dice que los consejos fiscales ladran pero no muerden, porque su mayor contribución es justamente al manejo responsable de la política fiscal. En ese sentido, como nuestras recomendaciones y sugerencias no son vinculantes, un rol muy relevante es justamente hacer advertencias.

El alertar sobre riesgos que podrían afectar ese manejo responsable es lo que corresponde. Siempre van a existir riesgos, eso no significa que se vayan a materializar, pero hay veces que ciertos riesgos tienen mayor probabilidad de ocurrencia y entonces ahí, a través del tono del Consejo Fiscal, hay una valoración de esa probabilidad.

- ¿No sube el tono de esas preocupaciones respecto al informe de septiembre? En aquella ocasión no tenían sobre la mesa el buen cierre fiscal 2022, con una caída del 23% del gasto y el primer superávit en una década.

- No, diría que es simplemente un tema de énfasis.

Generalmente, cuando se cumplen metas se genera cierta autocomplacencia. Por otro lado, hubo algunos elementos en el resultado fiscal del 2022, tanto en materia efectiva como en materia estructural, que llamamos a mirar con prudencia.

- ¿Como cuáles?

- Uno son los ingresos del litio, que son considerados estructurales, pero que podrían tener un carácter transitorio. Y, en segundo lugar, en el positivo resultado del balance estructural, además de los ingresos del litio, está el tratamiento a la brecha de Producto, que en el caso de los datos que se usan con la metodología que estaba vigente mostraban una brecha negativa, en circunstancias que otro conjunto de indicadores revelaban que la economía podía estar sobrecalentada.

Teniendo en cuenta la ejecución y la necesidad de preservar la consolidación fiscal, esos elementos podrían tener un carácter más transitorio o extraordinario.

Evidentemente, nos parece importante alertar que en ese sobre cumplimiento de la meta fiscal pueden haber elementos que no se van a repetir en el futuro y que, por lo tanto, la consolidación fiscal debe estar como un foco muy relevante.

- ¿Está latente el riesgo de que caigamos en la autocomplacencia por haber cumplido las metas fiscales en un año en particular?

- Creo que hay, desde el Presidente de la República, pasando por el Ministro de Hacienda y otros actores del sistema político en general, un alto grado de conciencia sobre la importancia de la responsabilidad y la sostenibilidad fiscal. Incluso, eso ha quedado como un principio básico que podría regir la redacción de la nueva Constitución.

Pero también hay que tener conciencia de que hay un escenario de problemas en la región, en Argentina, Bolivia, Colombia, Perú, que son una señal para que esta autocomplacencia, que si bien puede estar, no necesariamente se va a materializar.

La responsabilidad fiscal está bastante internalizada. Es evidente que hay que monitorear y continuar en la senda de consolidación fiscal, pero estos procesos externos pueden ayudar a darle más credibilidad y a que se cumpla.

En los liderazgos políticos, tanto del Poder Ejecutivo como en alguna de las instancias que hemos participado en el Congreso, hay conciencia de que la responsabilidad fiscal para retomar el crecimiento es una condición necesaria. Puede no ser suficiente, por supuesto, pero es necesaria.

Los riesgos en el horizonte

- ¿El rechazo de la reforma tributaria es el principal riesgo para la sostenibilidad fiscal a futuro?

- En general, el principal riesgo es que gastos permanentes no sean acompañados de ingresos permanentes. Es un riesgo para un conjunto de eventos que podrían suceder. Pero no necesariamente el principal riesgo es que se haya caído la reforma tributaria. Nosotros planteamos otros riesgos.

Por ejemplo, puede haber un descalce en la reforma de pensiones entre gastos permanentes y los ingresos permanentes para financiarlos. Eso es un riesgo.

Otro riesgo importante es la incertidumbre sobre el carácter permanente de los ingresos del litio, por el riesgo de que esos ingresos sean transitorios y se usen para nuevamente financiar gastos permanentes. Hay implicancias fiscales de diverso orden de nuevos retiros de fondos de pensiones. Eso podría llevar a que eventualmente hubiera un impacto en las finanzas públicas.

En la misma línea está la crisis financiera que podrían tener las isapres, y las prestaciones que podrían emerger desde el punto de vista fiscal ante una agudización de esa crisis.

Hemos hablado también de la necesidad de que el avance en materia de descentralización fiscal cuente con recursos explícitos que velen por la responsabilidad fiscal.

Hay definiciones que pueden venir en el proceso constituyente en materia de prestaciones o derechos sociales que pudieran incidir en la sostenibilidad fiscal.

Es decir, la reforma tributaria es un elemento, pero no es el único.

- ¿Cuán urgente es cerrar el tema tributario? Ustedes abordan la necesidad de tener nuevos ingresos permanentes para los gastos permanentes que se vislumbran a futuro.

- Para todos los actores económicos sería preferible que se resolviera lo más rápido posible. Pero, mucho más importante, es que se resuelva bien; y que, en definitiva, también a partir de mirar otras experiencias en la región, incluso las propias experiencias de Chile, eso no implique volver nuevamente sobre el tema en un período relativamente corto, porque eso genera riesgos y puede tener consecuencias en términos de incertidumbre, de crecimiento tendencial y demás.

El ciclo de precios del litio podría terminar

- Hablando de descentralización, ¿cómo ven el proyecto de responsabilidad fiscal regional que anunció el Gobierno? Se incluye una regla especial para los Gobiernos Regionales, pero también se les permitirá acceder al mercado de capitales.

- En este tema todavía no tenemos todos los detalles correspondientes. Es probable que por sus implicancias en sostenibilidad fiscal, porque en algún sentido comprende cierta redefinición del Gobierno Central, vamos a estar trabajando en los próximos meses en la evaluación del proyecto.

Ahora, en el mundo hay buenas y malas experiencias. En la región tenemos casos muy evidentes de que un mal diseño, con incentivos incorrectos y con una práctica que sistemáticamente vaya en contra de la responsabilidad fiscal, se han convertido en uno de los principales problemas fiscales que tienen algunos países vecinos, como Argentina. Pero también hay experiencias positivas, como Suiza, Alemania y España, que este último se ha hecho cargo de algunos problemas que generó inicialmente este tema.

- ¿Cómo recibieron el anuncio de la Política Nacional del Litio? Se acogerán las propuestas del CFA de ahorrar parte importante de esos nuevos ingresos que no sean estructurales.

- En términos de sus implicancias en materia de responsabilidad fiscal, el Consejo lo valora positivamente. Ese es su ámbito.

Lo valoramos positivamente, porque se adopta un criterio de prudencia, en el sentido de que efectivamente estos ingresos pueden ser transitorios, sobre todo los ligados al fuerte salto en el precio del litio. Es muy positivo el que se haya establecido que esa estrategia, anunciada además por el Presidente de la República, tenga conciencia de su impacto y de la responsabilidad fiscal.

Además, es muy poco probable -y lo estamos viendo en los últimos meses- de que este ciclo de precios se pueda sostener, como lo vimos en el pasado con los precios del cobre tras el boom de inicios de los 2000 y 2010. Entonces, es una muy buena señal el garantizar una gestión fiscalmente responsable de esos ingresos, lo que va en línea con lo que había sugerido el propio CFA.

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