Cuando un trabajador sufre un accidente laboral y queda con secuelas, el tratamiento, el financiamiento de los gastos médicos y el aporte monetario no es el único apoyo que entregan las entidades que administran el seguro social contra riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, regulado por la Ley N° 16.744.
Otra herramienta a disposición de los afectados, pero bastante menos conocida, es la reeducación profesional, un beneficio que se otorga luego de que algún accidente o enfermedad profesional produzca secuelas en un trabajador igual o mayor a un 15% de incapacidad laboral y que, por tanto, le impida volver a efectuar las labores que realizaba con anterioridad.
De violinista a abogada
Desde el Instituto de Seguridad Laboral (ISL), entidad pública encargada de administrar el seguro social contra riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, su directora, Aída Chacón, explica que se trata de un derecho vigente desde el inicio de la normativa en 1968.
“El foco de la Ley es que las personas no pierdan su capacidad de recibir ingresos y de solventar a su familia. Pero tras un accidente las personas se centran en la recuperación, la prestación médica, la pensión que se le otorga a la persona y esto queda a un lado”, comenta.
En el marco de esta nueva oportunidad, se activa la posibilidad de acceder a capacitación de nivel oficio, técnico y universitario, incluso pudiendo exceder el nivel educacional previo; o también, cualquier otra especialidad que se adapte a sus perfiles laborales y áreas de interés, cubriendo matrícula, colegiatura y artículos de estudio.
En suma, las personas pueden postular a un centro educacional (universidad, técnico profesional, por ejemplo) y a la carrera que deseen.
En este proceso los afectados son guiados por una trabajadora social quien analiza cuáles son sus capacidades remanentes y aquellas que el usuario desconocía o no había desarrollado hasta el momento, las cuales serán claves para enfocar su reeducación.
“Una reeducación laboral le puede volver a dar vida a la vida de una persona. Nosotros, por ejemplo, hace un tiempo tuvimos el caso de una trabajadora que era violinista, músico, y ella tuvo una lesión que le impidió volver a tocar violín. Y gracias a esta herramienta entró a estudiar derecho, y ahora tendrá una nueva profesión en la cual podrá desempeñarse”, relata.
El proceso
Aquellas personas que hayan pasado por un accidente laboral y hayan quedado con secuelas y quieran acceder a esta herramienta, deberán presentar una solicitud y completar un formulario con sus datos, tipo de reeducación; materia o área de conocimiento y motivo por el que se solicita la reeducación laboral.
El requerimiento será evaluado por el ISL respecto de las capacidades remanentes e intereses, con el fin de entregar el aprendizaje y capacitación necesaria al trabajador.
Al acceder al beneficio, el usuario contará con seguimiento y acompañamiento personalizado por parte del Instituto y con el apoyo en el costo de lo necesario para la reeducación profesional solicitada.
“Este es un beneficio que no es sólo del ISL, sino que también es de todas las entidades privadas que administran el seguro de accidentes. Acá, en definitiva, lo que nos falta es dar a conocer esta Ley completa, porque aún hay mucho desconocimiento y darla a conocer en su plenitud puede ayudar a cambiar la vida de las personas”, enfatiza Chacón.
De acuerdo a datos del ISL, entre 2016 y 2022, unas 162 personas han solicitado acceder a la reeducación, y el beneficio en este mismo periodo se le ha otorgado a 112 personas.
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