Más adaptabilidad y permitir que la jornada laboral se pueda promediar en periodos bimensuales o trimestrales, esos fueron los principales planteamientos que entregaron este miércoles diversos representantes de los gremios empresariales más grandes del país.
La comisión de Trabajo del Senado escuchó hoy los planteamientos de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), y de la Fundación ChileMujeres, que entregaron su visión respecto a la propuesta del gobierno para aplicar la reducción de jornada a 40 horas semanales, planteando -al mismo tiempo- sus fórmulas para ello.
“Hay actividades que requieren de una operatividad constante, de procesos continuos, de rubros como el de alimentos perecibles, donde este tipo de promedios en base a jornadas más extendidas les serviría para poder organizarse de mejor forma”, dijo Ricardo Mewes.
Los primeros en exponer fueron los representantes de Sofofa, el director de Políticas Públicas del gremio, Rodrigo Mujica, acompañado de la asesora legal Camila Valenzuela.
Según planteó Valenzuela, en general, y aunque se valora la incorporación de algunos elementos como la gradualidad, el proyecto “no avanza lo suficiente en materia de adaptabilidad, y en algunos casos retrocede”.
Desde su perspectiva, se pierde una oportunidad única para que trabajadores y empleadores avancen en una mayor conciliación de la vida personal y el trabajo, de la mano de mayor productividad.
En esa línea, la experta cuestionó la decisión del Ejecutivo de eliminar la posibilidad de permitir promediar la jornada semanal en periodos bimensuales o trimestrales para los casos de sistema por turnos, jornadas especiales y excepcionales, contratos especiales, y en cualquier sistema especial de distribución o duración de jornada.
“Esto es un retroceso, debiese mantenerse lo aprobado por la Cámara de Diputados, que aprobó esa alternativa”, dijo Valenzuela.
Desde el gremio industrial, también cuestionaron la fórmula propuesta por el gobierno respecto a las jornadas excepcionales, la cual plantea dar días adicionales de descanso cuando la jornada semanal supere las 40 horas.
“Se debiese contemplar la posibilidad de que trabajador y empleador acuerden compensar dichos días en dinero, tal como lo permiten las jornadas excepcionales autorizadas actualmente por la Dirección del Trabajo respecto de los 6 días de descanso adicionales”, ejemplificaron, entre otras fórmulas.
Fórmulas de 4x3
Luego fue el turno del comercio, y el encargado de hacerlo fue el titular del gremio Ricardo Mewes.
En su intervención, el dirigente gremial reconoció que hay aspectos de la propuesta con los que están plenamente de acuerdo. Sin embargo, desde su perspectiva, falta adaptabilidad.
“Creemos que aún es factible y necesario avanzar en medidas de adaptabilidad que permitan a las partes hacer frente de mejor forma a la reducción de jornada dotando a las empresas de herramientas acordes con los tiempos, y que de manera resumida quiero plantearles”, dijo Mewes.
En esa línea, el dirigente también respaldó la posibilidad de que se pueda promediar la jornada laboral en periodos mayores a una semana.
“Hay actividades que requieren de una operatividad constante, de procesos continuos, de rubros como el de alimentos perecibles, donde este tipo de promedios en base a jornadas más extendidas les serviría para poder organizarse de mejor forma para poder mantener esa continuidad necesaria de sus operaciones”, dijo Mewes.
No fue lo único, el empresario también planteó que debiera permitirse pactar multifuncionalidad ya que esta “permitiría al trabajador adaptarse de mejor forma a los constantes cambios que se están produciendo en el mercado laboral y en la forma cómo se prestan los servicios”.
Respecto a la adaptabilidad, el empresario planteó que se podría avanzar en jornadas de 4x3, bolsas de horas extraordinarias y la posibilidad de compensarlas por más días de vacaciones, entre otras.
Pablo Bobic, el gerente legal de la CPC, fue el encargado de representar a la multigremial. Y, en su presentación, planteó que la reducción de la jornada implicará un aumento del salario por hora de 12,5%.
Desde la perspectiva de la CPC, el proyecto requiere de medidas de adaptabilidad para no afectar la productividad.
Así, a modo de ejemplo, Bobic planteó la posibilidad de incorporar en el Código del Trabajo un sistema de ahorro del tiempo trabajado que pueda ser pactado por las partes, “que junto con facilitar el equilibrio trabajo-vida, ayude a las empresas a ajustar más adecuadamente las horas trabajadas a las variaciones de la carga de trabajo del establecimiento”.
En su presentación, Bobic -en línea con los otros gremios- planteó que es importante mantener la posibilidad de que las partes puedan acordar que la jornada laboral ordinaria se promedie en períodos bimensuales o trimestrales.
Así, argumentó que la OIT plantea que el sistema de promedio de horas “reviste particular interés para las empresas de industrias cuya demanda experimenta intensas y predecibles variaciones estacionales (por ejemplo, estaciones de esquí), ya que permiten más horas de trabajo en la temporada alta y menos horas en otras épocas del año”.
Aplicar jornadas de cuatro días laborales y tres de descanso fue otra de las fórmulas de adaptabilidad planteada por el gremio.
La última en exponer fue la presidenta de ChileMujeres, Francisca Jünemann, quien planteó -dentro de varias propuestas- la posibilidad de extender el derecho a bandas horarias de entrada y salida a las madres, padres y cuidadores de niñas, niños y adolescentes en edad escolar (no sólo hasta los 12 años).
También propuso considerar en la propuesta extender el derecho a acordar los pactos de cinco días semestrales adicionales de vacaciones compensables con horas extraordinarias, por razones personales, a las y los trabajadores, permitiendo la negociación sindical e individual, entre otras.
Según se planteó en la comisión, las audiencias se extenderán hasta el 17 de octubre.
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