Un año ha pasado desde que Gerardo Rocha Vera, controlador de la Universidad Santo Tomás (UST), iniciara uno de los capítulos policiales más bullados del último tiempo.
Un año marcado por disputas familiares, que tienen a la universidad sumida en una pugna societaria que está lejos de acabar.
Una de esas protagonistas es la ex pareja del empresario, Verónica Espinoza. Tras meses de peleas con los hijos del matrimonio Rocha Haardt, Espinoza salió al ruedo para proteger el patrimonio de sus tres hijos.
Para conseguirlo ha intentado todo. Desde conversar con el actual presidente de UST, Gabriel Rocha Haardt, hasta lo último, una "alianza" con Karla Rocha, hija del fallecido empresario, para quitarle poderes a Gabriel en la sociedad Angelicum, controladora (63%) de Santo Tomás.
Para Espinoza no hay doble interpretación. Con una voz calmada, explica que Gabriel Rocha está dañando el legado de Rocha Vera, llevando a la universidad a la inestabilidad financiera en la que estaría sumida la corporación.
-¿Cómo ve el funcionamiento de Santo Tomás hoy?
-No creo que lo más positivo sea la auto designación de Gabriel Rocha como presidente. Creo que él ha afectado el patrimonio y la obra de Gerardo en muchos aspectos.
-¿En qué se nota ese daño?
-Aparte de la pugna entre socios que existe, tanto dentro de Angelicum como dentro de los socios de la corporación, ha producido una inestabilidad financiera y no ha dado la tranquilidad ni la confianza necesaria para el proyecto que quería Gerardo. Hace poco se hizo un estudio y reflejó que ha disminuido en 40% el patrimonio, avaluado en US$ 70 millones.
-En entrevista con DF, Gabriel Rocha defendió su gestión y aseguró que subió el número de alumnos.
-Es verdad que se ha crecido en el número de matrículas, pero no ha sido sólo esta universidad. Coincide que el proyecto viene creciendo hace tiempo con un prestigio consolidado; no es algo puntual de este presidente.
A ello, hay que sumar que la coyuntura ayuda a que aumenten las matrículas, porque en época de crisis la gente suele estudiar más. No son gestiones relacionadas directamente por Gabriel Rocha.
-Pero no se vería el impacto de la mala gestión de Gabriel Rocha.
-Todas las decisiones que pueda tomar Gabriel Rocha se verán reflejadas en años posteriores. Esta poca confianza que está dando ha ocasionado que muchas líneas de crédito se hayan cerrado. Las inversiones, por ello, se verán afectadas porque no habrá acceso al financiamiento. Gabriel Rocha no ha tenido idea cómo manejar los contactos de su padre.
La dupla con Karla
-¿Qué busca con esta "alianza" con Karla Rocha?
-Lo que pasa es que Gabriel Rocha se arrojó la facultad de representar a Angelicum dentro del directorio de la universidad con un poder que no es válido. Con este poder él nombró tres directores, y uno de ellos tenía que ser propuesto por nosotros.
Se le revocaron todos los poderes a Gabriel Rocha tanto para representar a las sociedades Montecasino (99% de Karla Rocha), como a Angelicum. Para ello había que tener mayoría y con Karla eramos 4 contra 3.
Hoy, de acuerdo a la Ley, Gabriel Rocha ya no tiene poder para representar a estas sociedades, lo que ya se informó a los bancos e instituciones financieras.
-Lo cual crea, nuevamente, una mala imagen.
-Acá hay que hacer una autocrítica: que sepan que no están haciendo bien las cosas. Si Gabriel hiciera un mea culpa y pudiera salirse y nombrar un directorio profesional, los bancos confiarían en el proyecto. El plan educativo de la Universidad Santo Tomás es una buena idea.
-Si se logra la disolución de Angelicum, que es lo que pide junto con Karla Rocha, ¿qué viene después?
-Hay que ir paso a paso. Lo primero, es revocar su poder y obtener lo legal, que es la justa administración de nuestro porcentaje y poder nombrar un director, cuya falta nos ha imposibilitado de obtener información, de poder escuchar lo que se habla, etc.
-Y de analizar el mal manejo de cuentas que usted denuncia.
-Gabriel ha tomado muy malas decisiones dentro del directorio. Por ejemplo, y algo que no se ve en ninguna empresa, que asume gastos personales como de representación, sacándolos de la cuenta de la universidad, y eso ha producido mucha discordia entre los socios.
-Si se vende Santo Tomás, ¿es de la idea que la familia tenga el control?
-Las condiciones actuales hacen de eso algo arriesgado. Meses atrás hubiese pensado que era justo tener el 51%, pero hoy no se puede. Ahora, distinto es si nos ponemos todos de acuerdo y nos llevamos bien.
-¿Y es posible llevarse bien?
- No. Hay muchos factores emocionales en juego. Por eso hay que salirse y que otras personas estén en esto.