Este IPoM se presenta en medio de relevante incertidumbre y desconfianza. Las cifras no han acompañado el escenario levantado por el Banco Central a principios de abril con sorpresas en inflación, inversión y consumo privado en lo más reciente.
El Banco Central entregó estímulo monetario por 100 puntos base. Las condiciones para recortes adicionales no se han dado. La falta de un escenario inflacionario benevolente ha impedido seguir el diagnóstico que entrega la actividad. Sin embargo, parece ser cosa de muy poco tiempo/semanas para realizar una política monetaria algo más contra-cíclica.
Algunas lecciones del escenario reciente.
Por un lado, la inflación ha tenido un componente cambiario relevante que ha vulnerado el asentado paradigma de un traspaso cambiario acotado.
El traspaso de tipo de cambio a inflación se habría ubicado en la parte alta de las estimaciones, esperable para una economía más cerca del peak cíclico. Por otro lado, el canal de las expectativas nos ha jugado una muy mala pasada y puede explicar parte de lo acontecido en inversión y consumo.
En junio del 2012, el Banco Central reafirmó su estimación de crecimiento de tendencia de la economía en 5%.
El consenso de las encuestas ubica el crecimiento del PIB en 4% para el próximo año, y el escenario del Banco Central proyecta crecimiento marginalmente sobre 4% el último trimestre de este año seguido por registros muy similares en 2015.
Parece difícil ver un rango de crecimiento que pueda incorporar el nivel tendencial estimado por el Consejo del Banco Central. Reevaluar o reafirmar la estimación de crecimiento potencial sería bienvenida para dar más consistencia al escenario de mediano plazo.
Tenemos dos vertientes en que diferimos del Banco Central.
La inflación se desaceleraría a una velocidad mayor a la contemplada por el Banco Central, en tanto el gasto de gobierno (corriente y en inversión) serían mayores a las que parecen haber sido incorporadas en este informe que recoge la Ley de Presupuesto y lo ejecutado a la fecha. El Banco Central no menciona ni incorpora la Reforma Tributaria en su escenario, entendible dado que aún no es ley. Sin embargo, el escenario reformista ha causado impacto sobre las expectativas que podrían estar afectando la temporalidad en la concreción de la inversión privada y causar ciertos desplazamientos en el crecimiento trimestral.
Finalmente, surgen algunas preguntas ausentes de respuesta en este informe. Interrogantes relevantes para el quehacer de la política monetaria, para el gobierno y para las personas. ¿Cuál es el rezago esperado del mercado laboral a la desaceleración de la actividad? ¿No parece haber cierta dicotomía entre empleo y salarios nominales? El Banco Central muestra evidencia de la resiliencia de los salarios nominales a pesar del menor grado de indexación de los últimos años. ¿Ha aumentado la indexación salarial nuevamente?