En una cena de la bancada gremialista de la que se restó el ex timonel de la UDI, diputado Ernesto Silva, el entorno del renunciado dirigente analizó la situación que atraviesa el partido y socializó la necesidad de que el presidente interino de la colectividad, Javier Macaya, continúe a la cabeza de la colectividad, liderando una directiva de consenso, y con el objeto de continuar con la línea de la mesa que condujo hasta hace unos días, Silva.
El pasado martes 17, la bancada de diputados de la UDI realizó su habitual cena mensual en las dependencias del Congreso, en Valparaíso. La cita, inevitablemente estuvo marcada por la necesidad de llegar al Consejo General del 10 de abril con una lista consensuada para evitar un escenario de competencia que, -dicen- en las actuales condiciones, no le haría bien al partido.
Sin embargo, la mayoría de la bancada estima –a diferencia de otros sectores del partido y de sus pares en el Senado- que el consenso debe darse en torno a la figura de Macaya, pues sería el único capaz de darle continuidad "al proceso de modernización que el partido necesita" y que tenía programada la directiva bajo el liderazgo de Silva.
En la UDI, particularmente entre los diputados, reconocen que en este momento la competencia de Macaya son los senadores Hernán Larraín y Juan Antonio Coloma.
De acuerdo al análisis de una alta fuente del partido, el hecho de que en dos años más Coloma deba enfrentar una elección senatorial –que aún no ha descartado- lo complicaría para postular a la presidencia de la UDI, ya que quien sea que asuma la responsabilidad, sea por uno o dos años, estará expuesto durante ese período a los vaivenes del caso Penta. Algo que en la casona de calle Suecia admiten que podría ser contraproducente.
Mientras, Larraín ya anunció que no irá a la reelección lo que lo dejaría en libertad de poder encabezar al gremialismo. Y si bien el senador ha afirmado públicamente que no será candidato, en el círculo de Silva creen tienen la convicción de que podría aceptar "sólo si es el nombre de consenso", lo que se dificulta cuando quienes quieren llevar a Macaya a la presidencia no están tan dispuestos a ceder fácilmente a un acuerdo en torno a otro nombre.
Por lo pronto, la semana pasada, Macaya visitó la Región del Maule y seguirá recorriendo el país, hasta el día del consejo, a fin de tratar de atraer el voto de los consejeros. Ello, pese a que en la directiva aseguran que este calendario de viajes a regiones fue elaborado antes de la renuncia de Silva y que no responde a la contingencia.
Así, quienes apoyan a Macaya aseguran que son mayoría y coinciden en que el partido no se puede arriesgar a una competencia interna por lo que el consenso es indispensable en esta etapa, medio en broma y medio en serio advierten que "el consenso más grande va a ser el que se imponga" y para eso están trabajando.