Aunque no sorprendió a nadie en la Democracia Cristiana, el diputado Fuad Chahín ayer confirmó su decisión de no asumir la primera vicepresidencia en la nueva directiva del partido, liderada por Jorge Pizarro, aludiendo una "diferencia insalvable de diagnóstico político" sobre los efectos de la investigación que recae sobre los hijos del senador -en el marco de la arista SQM del caso Penta- pudieran provocar al partido.
A su turno, el nuevo timonel falangista señaló que desde la mesa "respetamos su decisión, pero no la compartimos".
Sin hacerse cargo de las razones esgrimidas por Chahín para rehusarse a integrar la directiva, Pizarro sostuvo que "asumimos la tarea de dar conducción a la DC, manteniendo la unidad que dio origen a esta mesa, con la convicción de que es tiempo de continuar y reimpulsar con fuerza el proceso de cambios encabezado por la presidenta Bachelet". Y defendió, al igual que otros integrantes de la mesa, la legitimidad de la elección con que llegaron a encabezar el falangismo.
La decisión de Chahín es rechazada mayoritariamente en la tienda, particularmente porque hay dirigentes que estiman que no era la "oportunidad" para un gesto como el del diputado, dada la crisis que afecta a la Nueva Mayoría, la misma que podría reproducirse al interior de la colectividad y que se buscaba evitar.
De hecho, en la tienda comentan que el diputado "está solo en esto", ya que el único que lo respalda públicamente y que ha hecho duras críticas al senador Pizarro, es el también diputado René Saffirio, quien tras la renuncia de Chahín dijo que ésta "es una suerte de bálsamo en un ambiente de tanto cuestionamiento ético" y contó que le expresó personalmente "la satisfacción que me ha producido" su determinación.
Desde el punto de vista de Saffirio estas son las señales que espera la ciudadanía para iniciar un "camino de credibilidad pública". E insistió en que nunca se ha puesto en cuestión el "triunfo amplísimo de Pizarro en la elección interna", sino el que asuma en medio de "cuestionamientos".
Una de las críticas más fuertes que se le hace a Chahín es la oportunidad elegida para bajarse de la directiva.
Al respecto un diputado dice que si bien puede compartir sus argumentos, advierte que este hecho podría provocar una crisis interna y, adicionalmente, haber debilitado al partido frente a sus aliados de la Nueva Mayoría, pensando en la posibilidad de que la DC perdiera peso para negociar en un eventual cambio de gabinete.
Ahora, la nueva directiva deberá definir quién ocupa la primera vicepresidencia. Mientras algunos de sus integrantes aseguraban que debía asumir el segundo vicepresidente y así sucesivamente, otros planteaban la idea de proponerle un nombre al Consejo Nacional y que este órgano decida. La polémica duró poco y fue zanjada por el propio Pizarro, que consultado, aclaró que la segunda fórmula es la que define. Y en el partido se comenta que el nombre que más suena para ocupar ese cargo es justamente el de la senadora Carolina Goic.