"Se cae la máscara". Así se titula el informe que resume la última versión del Barómetro de la política de CERC-MORI, la encuesta de marzo se focaliza en indagar el impacto que están teniendo en la opinión pública las investigaciones que lleva a cabo el Ministerio Público, por los casos Caval y Penta-SQM, y que mantienen en vilo a la clase política.
En ese contexto, la directora ejecutiva de Mori, Marta Lagos, cree que hay que dejar de lado los eufemismos y hablar derechamente de corrupción, más que de irregularidades o de actuaciones poco transparentes, pues la gente ya se ha formado su propio juicio respecto a estos casos, reaccionando con fuerza, sobre todo, en lo que respecta a las elites.
En ese plano, la principal conclusión del sondeo es que se está abriendo en Chile un enorme "capital social", que demanda hacer las cosas bien, un capital, que según arrojan las cifras de la muestra, no separa derechas ni izquierdas.
Así, todas las elites caen en picada desde 1988 hasta desplomarse en 2015: los políticos de 30% a 7% (23 puntos; los jueces de 48% a 17% (31 puntos), los senadores de 43% a 12% (31puntos) y los obispos de 58% a 19% (39 puntos).
Sobre el impacto en el gobierno las cifras son todas magras. La aprobación del gobierno cae nueve puntos entre enero y marzo de 46% a 37%, y aumenta en 10 puntos (de 42% a 56%) los que desaprueban. Empeora, también, la imagen de la gobernabilidad, aumentando en 12 puntos, de 77% a 89%, los que consideran que el país es manejado por unos cuantos intereses. Para Mori, este es, quizás, el indicador más resumido del efecto del caso Caval y Penta, más que "la fe en la Presidenta es la fe en el Estado, gobierno, es decir la República como tal se ve afectada", concluye el estudio.
Lo cierto es que la imagen de la Presidenta sí se ha visto dañada directamente por el caso Caval como muestra su importante caída en uno de los atributos mejor evaluados históricamente, en éste y otros sondeos: su credibilidad, aumentando de 26% a 39% los que "no le creen nada" a la mandataria, a lo que se suma que un 64% no le cree -en específico- que se haya enterado por la prensa de la reunión de su hijo, Sebastián Dávalos, con el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic.
Lagos apunta a que este hecho sí tuvo un negativo impacto en la imagen de la mandataria. Que "la Presidenta no haya castigado públicamente a su hijo, efectivamente la castiga a ella. Ella tomó una opción personal que es decir que está dispuesta a gastar todo su capital político en las reformas, pero sin duda que ella lo hizo al no castigar públicamente a su hijo", señaló.
Otro punto, que además vienen mostrando otros sondeos de opinión pública, es el alto grado de conocimiento que la ciudadanía tiene sobre los casos Caval y Penta, con niveles poco usuales. Así, nueve de cada diez chilenos sabe de ambas situaciones y conoce a Sebastián Dávalos. La gente también, en pregunta abierta, ubica a los involucrados, un 27% identifica a Carlos Alberto Délano, 25% a Carlos Eugenio Lavín y 16% a Hugo Bravo.
Respecto a los políticos con más futuro -que son mención espontánea-, la encuesta concluye que la ciudadanía se abre a nuevos nombres y liderazgos. La lista la encabeza Marco Enríquez-Ominami (21%), seguido de Rodrigo Peñailillo (12%), Sebastián Piñera (9%), surgiendo, por primera vez, el diputado Gabriel Boric con un 5%, el mismo porcentaje que obtiene Andrés Velasco.
marta lagos: "Mandataria no advirtió que el pueblo había tenido un juicio tan categórico"
-Usted mencionó que la Presidenta debiese distinguir lo correcto de lo incorrecto para salir del embrollo, ¿cómo se hace eso?
-Es complejo, cómo distinguir lo correcto de lo incorrecto y cómo hacerlo saber a los distintos actores. Ella (la mandataria) el otro día dijo que todos los funcionarios públicos tenían que declarar sus intereses, esa es una manera de limpiar y forzar para que la gente entregue públicamente su información.
-¿Si la Presidenta hubiese sido más clara en condenar el actuar de su hijo, estaríamos ante un panorama más favorable para ella?
-No sé. Si uno revisa el texto de lo que dijo, 'esto de me enteré por la prensa', 'fue muy doloroso'... ella no se dio cuenta que el pueblo había tenido un juicio tan categórico respecto de un hecho corrupto, que había sido visto así por la población. Ella era parte de ese grupo (la elite).
-¿Cómo sale el sistema político de esta compleja coyuntura?
-Los que hicieron las cosas mal lo saben y están esperando que los pillen. Ese es el problema que hay, la sospecha de que se hicieron cosas mal y que todavía no sabemos quiénes son. Eso está dañando la presunción de inocencia de aquellos que hicieron las cosas bien. Ese es el acertijo que tienen que solucionar el sistema político, en un plazo corto de tiempo, con medidas ejemplares, que no dicen relación con un juicio que se demora, y con leyes que se demoran. El país está demandando eso a grito.
-Algún tipo de acuerdo...
-No entiendo a qué apunta un acuerdo. Lo que hace es poner más sombras y no más luces, sobre que es lo que hay que hacer. Los señores que se van a sentar a hacer el acuerdo, están o no en la lista, esa es la primera pregunta que se hará la gente.
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