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Camilo Escalona: “Si no hay respuesta en probidad, la sociedad no tiene por qué hacerse parte de las reformas”

También insiste en que antes de avanzar hacia una nueva Constitución “se requiere construir un camino político” y generar acuerdo en el país.

Por: Valentina Fuentes J. | Publicado: Viernes 27 de marzo de 2015 a las 04:00 hrs.
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Está completamente seguro de que será el próximo timonel del Partido Socialista (PS), y desde ya promete plena lealtad al gobierno. Sin embargo, el ex senador Camilo Escalona aclara que ello no significa dejar de levantar la voz ante el rumbo de la gestión de la presidenta Michelle Bachelet. Avala el liderazgo de la mandataria y valora que en el complejo escenario político haya generado un "cauce institucional", pese a las presiones que habrían para que eso no ocurriera. Que los involucrados asuman sus actos en medio de los polémicos casos de prácticas ilícitas, es a juicio de Escalona el primer y más importante desafío.

-Se habla de que en el caso SQM habría muchos parlamentarios, de todos los sectores, involucrados, ¿cómo afectaría ese destape en la actual crisis institucional?
-No creo en la tesis de la crisis institucional, es una falacia, porque ocurre exactamente lo contrario: las instituciones están funcionando. Si se confirmaran los rumores de que saldrían todos esos nombres y el Ministerio Público actúa, será una demostración de una fortaleza institucional tremenda.

-En ese caso se recuperaría la confianza en la Justicia, ¿pero qué ocurriría con la política?
-Si son muchos los parlamentarios involucrados y el sistema político se cae al suelo, los ciudadanos tendrán que elegir a otras personas no más. Para eso son las elecciones, se elegirá gente nueva.

-¿Cómo evalúa la forma en que el gobierno ha enfrentado la situación?
-El gobierno tenía un respaldo favorable hasta el caso Caval, no cabe duda que el manejo tardío de la situación de Caval ha significado un traspié que se prolonga hasta hoy. Ahora el gobierno hizo lo correcto para que se generara un cauce institucional. Había personas que querían que el gobierno se empeñara en evitar la entrega de antecedentes, eso es enteramente insensato. La idea de que el país no se enterara de la arista SQM era imposible, y ahora el país no podría soportar que se oculte bajo la alfombra lo que pasó.

-¿Hubo esa intención inicial en La Moneda?
-Creo que en el gobierno como institución, no. Pero que personas tuvieron ese brote de insensatez, sí.

-La tesis que se le atribuye al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, de que con la agenda de reformas se recupera la credibilidad, ¿la comparte?
-No comparto la tesis de que para salir del apuro del caso Caval o SQM hay que colocar las reformas en la agenda. El gobierno tiene la obligación de reinstalar las reformas, pero no puede suprimir el tema de la probidad. Hay que luchar contra la corrupción para redignificar la política, que hoy está en el suelo.

-Parlamentarios oficialistas han criticado que la agenda de reformas esté detenida en el actual escenario.
-Pero si son parlamentarios, ¿por qué no trabajan? Que hagan avanzar la agenda entonces, sino, para qué son parlamentarios. Es una posición súper cómoda. Y otra cosa, la izquierda tiene que tomar esto como un tema muy de fondo, no se puede dejar atrapar por las malas prácticas.

-Hasta ahora, ¿cree que la izquierda no se ha tomado el tema con la seriedad suficiente?
-Estoy entera y totalmente en contra de la desafortunada frase de don Francisco Vidal cuando dijo "hay que cerrar los ojos". Con su filosofía, vamos a terminar todos en una cloaca. Condeno esas palabras. Vidal está justificando que SQM le dé plata a Chile 21, ese es un problema ético, no se puede recibir dinero de cualquiera. Lo que tenemos que hacer es lo contrario: abrir los ojos.

-¿Caiga quien caiga?
-Los responsables tendrán que asumir lo que los tribunales digan.

-¿Es desafortunado también el llamado de Peñailillo a "terminar con la caza de brujas"?
-Tengo una filosofía completamente diferente, pero no me haga pelear de nuevo con el ministro Peñailillo (ríe). Lo que sí, es que cuando hay un descrédito del sistema político como el que vivimos, el desafío es la transparencia.

-El ministro lo dijo cuando al subsecretario Rodolfo Baier se le vinculó con boletas emitidas a SQM.
-Es que ese es el error: no se pueden hacer afirmaciones generales para casos particulares. La opinión pública no sabe que el señor ministro se refiere a un caso específico.

-En ese sentido, ¿su manejo comunicacional ha sido deficiente?
-Ya me quiere hacer pelear con el ministro de nuevo (ríe).

-¿Cómo evalúa el rol que ha jugado el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy?
-En su estilo de frases directas, me parece que ha estado muy bien. Es otro estilo.

"Hay riesgo de populismo"

-¿Hay riesgo de que, en este contexto, surjan medidas populistas?
-Sí, hay riesgo de populismo. Pero por eso es que hay que darle fluidez a la situación en vez de tratar de encajonarla. Populismo es cuando se promete algo que no se podrá cumplir, por ejemplo que todos los problemas serán solucionados de una sola vez de la noche a la mañana.

-¿Cree que el gobierno ha querido solucionar todo de una vez?
-Algunas personas asumieron un criterio refundacional. Ninguna nación comienza desde cero, nosotros tampoco. Las reformas son sucesivas, no simultáneas. Algunos creen que esto es como las cataratas del Niágara, que cae todo de una vez. Ni siquiera en Cuba, con Fidel Castro fueron las cosas de esa manera.

-El primer año de Bachelet, ¿se pareció a las cataratas del Niágara?
-Al final no fue así, a pesar de los riesgos que hubo. El gobierno tuvo la idea de que se podía hacer todo de una vez, pero eso no funcionó.Y ahora se está demostrando que habría sido mejor enfrentar el debate de la educación pública y superior con un gobierno más fuerte, el año pasado.

-En ese sentido, ¿hay posibilidades que en este año las reformas consigan menos adhesión ciudadana, ante la desconfianza en la política y con un capital político de Bachelet más debilitado?
-No cabe ninguna duda de que situar las reformas en el centro de la agenda será muy difícil. Por eso es que el tema de la probidad se tiene que enfrentar. Si no hay una respuesta en probidad y en la lucha contra las malas prácticas, la sociedad no tiene por qué hacerse parte de las reformas.

-Si llega a la presidencia del PS, ¿cómo pretende colaborar con el gobierno?
-Apoyaré al gobierno con lealtad, lo que significa opinar. Hay partidarios del gobierno que todos los días le piden una cosa nueva al gobierno. El proceso de reformas no es como ir al supermercado y echar al carrito todo lo que veo. El gobierno no es un bazar que ofrece desde un alfiler hasta equipos electrónicos. Una carta de navegación es lo único que le da coherencia al gobierno.

-Y echar al carro de supermercado la nueva Constitución este año, ¿le parece?
-Si hay acuerdo en el país para hacer la reforma constitucional en este período presidencial, claro, pero para eso hay que hacer el esfuerzo político antes. Pero en este contexto al instalar el tema de la nueva Constitución antes de resolver los temas de probidad, la gente podría reaccionar con desconfianza creyendo que es una maniobra distractora para barrer bajo la alfombra.

-¿Sigue creyendo que fuman opio los que abogan por una Asamblea Constituyente?
-Ese grupo que se creía muy de izquierda y fueron donde Piñera a pedirle instalar una AC, eso francamente estaba fuera de la realidad, ¿o Piñera iba a instalar una AC? No sé por qué se enojaron conmigo si era una cosa fuera de la realidad. No me convencen los que creen que la AC resolverá todos los problemas. Esto no es como la Rayuela, simplemente lanzar el tejo y que caiga en el cajón, se requiere construir un camino político que permita avanzar en una nueva Constitución.

Insulza a su regreso "tiene que jugar un rol importante"

-¿Triunfará en las elecciones internas del PS?
-Claro que sí. Tenemos una mayoría sólida.

-Algunos indican que con su llegada, volverían los "viejos tercios de la Concertación".
-Pero si nunca se han ido, ¿o acaso Andrade es un nuevo tercio? Esas frases grandilocuentes son pura espuma no más. Walker, Quintana ¿son nuevos?

-¿Se necesita gente con mayor expertiz para solucionar la crítica situación de hoy?
-No creo que ese sea el dilema, se trata de tener una mayoría que permita dirigir. Nuestro bloque es diverso, pero tenemos una mirada común de las tareas políticas de Bachelet. Sabemos hacia dónde caminar.

-¿Y el frente de Isabel Allende?
-Es muy heterogéneo. Algunos quieren la AC mañana y otros la rechazan por completo. ¿Cómo dirigirá el partido un bloque de orientaciones tan diferentes? Al mismo tiempo unos querrán partir al norte y otros al sur ¿cómo ayudará eso al gobierno?

-¿Qué papel debiese jugar José Miguel Insulza cuando vuelva a la política nacional?
-Uno muy destacado porque una figura de tales dimensiones tiene que jugar un rol importante.

-¿Qué tan destacado?
-Eso lo veremos.

-¿Lo levantará como candidato presidencial?
-Sería tirarle un salvavidas de plomo a cualquier candidato abrir el debate presidencial hoy ante el momento político que estamos viviendo. Es apresurado y de pésimo gusto el debate de candidaturas presidenciales sin que esté resuelta la agenda de probidad.

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