Tres startups sustentables que implementarán sus soluciones en Antofagasta
Kran, Allimsa y Expodesierto son parte de las ganadoras de AntofaEmprende que buscan generar impacto social y ambiental positivo en la región. Nanoburbujas para el agro y la minería, sensores inteligentes de monitoreo de cultivos e hidroponía que usa agua del aire, entre sus innovaciones.
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Desde hace un tiempo que la región de Antofagasta se está perfilando como un nuevo polo de innovación. Con una industria minera ligada al cobre y al litio, observatorios astronómicos y plantas solares en el desierto, comienza a fraguarse un ecosistema de emprendimiento de apoyo a los sectores productivos.
Entre las ganadoras de la última versión del concurso AntofagastaEmprende, que realiza Socialab con apoyo de BHP y Fundación Minera Escondida, hay tres startups, dos nacidas en Antofagasta y una en Puerto Montt, que buscan generar impacto social y medioambiental y desarrollar sus modelos de negocio en la región.
En el marco de este concurso, las startups están en un programa de Regionalización Acelerada para vincularlas con actores locales claves para su proceso de crecimiento y escalabilidad en la región.
Las nanoburbujas de kran disminuyen el uso de agua en la industria.
Kran, soluciones de nanoburbujas para el agro y la minería
La startup busca generar un impacto directo a la crisis hídrica de la región, mejorando la eficiencia y ahorro de agua en procesos industriales a través de nanoburbujas.
Nació en Puerto Montt con foco en la industria salmonera y luego fue expandiéndose a rubros como la agricultura y la minería. “Nuestro objetivo es otorgar soluciones verdes con tecnología”, afirma Alejandro Hernández, jefe de proyecto.
Explica que las nanoburbujas otorgan nuevas características a los fluidos que mejoran la calidad del agua y hacen más eficiente su uso, “ya que disminuye la cantidad requerida del recurso para los procesos industriales y de la comunidad”.
En AntofaEmprende, Kran se adjudicó $ 15 millones con los que comenzarán un proceso de evaluación y conocimiento de las empresas locales. “Veremos como les podemos aportar en distintas áreas, no sólo en lo relativo al manejo del recurso, sino también aportando a la preservación del medio ambiente”, dice.
La startup también obtuvo US$ 2 millones del fondo de inversiones Invexor.
Los cultivos de Expodesierto usan agua extraída del aire.
Expodesierto, hidroponía con “agua del aire” y ecoturismo
El emprendimiento nació hace cinco años con la idea de convertirse en una exposición de energías renovables para ser visitada por colegios, universidades y otras instituciones educacionales, en una localidad cercana a 15 kilómetros de Antofagasta.
Poseen invernaderos de hidroponía donde se cultivan hortalizas, frutales, hierbas medicinales y flores comestibles para consumo familiar y de restaurantes.
Su fundador, Héctor Vera, explica que su método de trabajo es “absolutamente sustentable” ya que usan el agua extraída del aire, se abastecen de energía solar mediante sistemas fotovoltaicos, utilizan materiales reciclados y los desechos los transforman en compost.
Vera cuenta que han obtenido otros fondos concursables, levantaron $ 3,5 millones en un semilla en 2007, $ 9 millones con el Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap y $ 28 millones de un programa de Economía circular de Corfo. “Los $ 8 millones de AntofaEmprende los destinaremos a desarrollar el ecoturismo. Habilitaremos una sala audiovisual para realizar clases y talleres más confortable, ya que tenemos condiciones climáticas extremas”, adelanta.
Allimsa, tecnología para mejorar la eficiencia de agro
La startup tecnológica, con sede en Antofagasta, se enfoca en soluciones basada en sensores integrados que miden las variables que afectan el crecimiento de los cultivos.
Nataniel Gómez, uno de los fundadores de Allimsa, explica que “estos datos permiten tomar las decisiones que apunten hacia una agricultura más sustentable, responsable y eficiente”.
Cuenta que Allimsa, significa en quechua “cultivar la tierra de otros.
Mediante estos dispositivos inteligentes, los agricultores pueden saber en tiempo real las necesidades de sus cultivos, ya sean hidropónicos o tradicionales. En los primeros, informan datos sobre el acidez, conductividad y cantidad de nutrientes del agua y en los segundos, la cantidad del recurso a exacto que necesitan para evitar el exceso de riego y, por lo tanto, el sobreconsumo en una zona donde ese elemento escasea. Los sensores también informan acerca de la humedad del ambiente y otros factores clave para la actividad como la radiación.
Gómez dice que buscan aportar a la sustentabilidad con tecnología y que “los agricultores tradicionales migren hacia esa forma de cultivo, que es la del futuro”, dice Gómez.
Anteriormente, Allimsa se adjudicó $ 25 millones de un capital semilla de Corfo y $ 20 millones de Expande, el que utilizó para mejorar os dispositivos.
Con los $ 8 millones de AntofaEmprende buscarán abordar los diferentes tipos de cultivos regionales. “Creemos que el norte tiene mucho que ofrecer al respecto”, afirma.