Fondo de capital de riesgo de Südlich Capital busca sumar cuatro startups que generen “impacto en la zona sur”
En 2022 debutó con Exploradores I, su primer fondo de capital de riesgo, para financiar startups basadas en ciencia y/o tecnología que aborden desafíos globales en alimentación sostenible.
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La administradora de fondos de inversión, Südlich Capital, fue fundada en 2019 en Puerto Varas, por Anton Felmer y Ezequías Alliende, para entregar apoyo y financiamiento a empresas chilenas y latinoamericanas que tengan impacto en la zona sur del país.
Cuenta con cuatro áreas, private equity (capital privado), bienes raíces, value creation (generación de valor) y venture capital (capital de riesgo) para financiar startups.
En 2022, el área de venture capital debutó con Exploradores I, el primer fondo de este tipo de la administradora- enfocado en emprendimientos que utilizan ciencia y/o tecnología para abordar desafíos globales en la alimentación sostenible (agrifoodtech)- el que espera cerrar el año con ocho startups en su portafolio.
El fund manager de venture capital de Südlich, Maxime Freyss, comentó que Exploradores I también es un fondo de impacto, por lo tanto, las empresas en las que invierten tienen que compartir la visión de la administradora, que es “tener un propósito propio y un impacto positivo en su entorno, en temas medioambientales, sociales, de gobernanza”, dijo.
También señaló que se apoyan en una consultora para realizar, al menos una vez al año, una medición de planes de impacto, “para ir mejorándolos cada año”.
Según Freyss, esta medición de impacto es parte del reglamento interno del fondo, y un requisito que se emplea de manera permanente para cada startup que se suma al portafolio.
El fondo
Südlich Capital participa en el programa de financiamiento de capital de riesgo FT de Corfo, que otorga líneas de de crédito a fondos de inversión para invertir en empresas en etapas tempranas con potencial de crecimiento e innovación.
Exploradores I cuenta con un capital de inversión total de US$ 12 millones, bajo un modelo de 2:1, es decir, los privados aportaron unos US$ 4 millones y Corfo US$ 8 millones, con un plazo de ejecución a 10 años (prorrogables a 12 años).
Freyss señaló que, a la fecha, han ejecutado un 20% del fondo -US$ 1, 7 millones- recursos que destinaron a cuatro startups, todas chilenas.
La primera fue en abril del año pasado, en Rubisco Biotechnology, firma especializada en el desarrollo de compuestos naturales obtenidos a través del cultivo celular vegetal, por US$ 700 mil.
Otra de ellas es ByBug, que se especializa en soluciones para la gestión sostenible de residuos orgánicos, para transformarlos en materias primas valiosas, en la cual invirtieron US$ 400 mil
Le sigue Bifidice, que desarrolla tecnologías para estabilizar bacterias de la microbiota intestinal para el tratamiento de alergias y enfermedades crónicas, aplicables en diversos productos alimenticios, con una inversión de US$ 300 mil.
Y la cuarta es Neocrop Technologies, plataforma tecnológica que combina edición genética, Inteligencia Artificial (IA) y speed breeding -cámaras de crecimiento automatizadas con Internet de las Cosas (IoT ) donde se cosechan varias generaciones de un cultivo en un mismo año- para desarrollar semillas que mejoran la resiliencia de los cultivos al cambio climático, con una inversión US$ 300 mil.
“El primer ticket ronda entre US$ 300 y US$ 400 mil . Eso nos tiene que permitir invertir en 15 empresas, y de ellas, en cuatro o cinco casos hacer rondas follow on (de seguimiento) con montos entre US$ 800 y US$ 900 mil. De momento no tenemos exit (proceso por el que los fundadores e inversores venden sus participaciones), ni lo tenemos planificado al menos para los próximos dos años”, comentó Freyss.
Respecto del modelo de inversión en startups, explicó que utilizan dos vehículos. En algunos casos se asocian y el fondo compra entre un cinco y un 10% de las nuevas acciones que se emiten. “También usamos el modelo de notas convertibles -deuda contraída entre la startup y el inversionista-, donde le prestamos plata a la empresa y esa deuda se convierte más adelante en acciones”, dijo Freyss.
Adelantó también que las metas para 2024 apuntan a sumar entre cuatro y cinco startups a su portafolio y sumar nuevos inversionistas a Exploradores I, para fortalecer la capacidad de inversión y la influencia del fondo.
“Lo que pensamos hacer en el corto plazo, es decir este año, es agrandar el fondo I antes de empezar a levantar el II. Esto tiene sentido, sobre todo porque el apalancamiento que tenemos con Corfo es por un monto mayor al que estamos usando hoy día”, señaló Freyss.
Por otro lado, el fondo también se enfocará en ampliar su búsqueda de nuevas startups más allá de Chile, apuntando a proyectos que tengan una conexión con el país y que puedan tener impacto en la zona sur del territorio nacional.