DF Lab / Sector Productivo y ECBT

Mucho se ha hablado del proyecto de Ley de Transferencia de Tecnología y Conocimiento impulsado por el Ministerio de Ciencia, sobre todo abordando los temas que quedan fuera de esta formulación. El proyecto elimina un candado importante presente en la actual legislación que no incentiva la participación de académicas y académicos en la creación de Emprendimientos de Base Científica Tecnológica (EBCT) dentro de las universidades estatales. Además, regula la participación de directivos de Universidades en estas iniciativas velando por potenciales conflictos de interés. Sin duda, una medida necesaria y urgente para avanzar hacia una economía del conocimiento, pero que necesita intercalarse con otras iniciativas que promuevan no tan solo la generación de estas EBCT, sino que su desarrollo y adopción dentro de nuestra sociedad.

 La propiedad intelectual generada dentro de las Universidades es mayoritariamente creada solamente por investigadores, haciendo que la Investigación y Desarrollo (I+D) resultante no necesariamente esté alineada con alguna oportunidad o necesidad del entorno. Algunas cifras al respecto indican que, entre el 2020 y el 2023, el 79% de las EBCT generadas nacen dentro del ámbito universitario (CIUC 2023), lo que ratifica la contribución de las universidades en la creación de este tipo de emprendimientos intramuros que tienen el desafío de realmente generar transferencia de conocimiento y tecnología fuera de las casas de estudio. Este fenómeno se evidencia además en la baja tasa de inversión privada asociada a este tipo de emprendimientos. Según el Segundo Estudio de Caracterización de EBCT (Observa, 2021), solo el 7.8% de las EBCT catastradas logró levantar inversión privada por primera vez.

 En el camino de fomentar el desarrollo de las EBCT, no tan solo las Universidades tienen un rol relevante en la creación de estos emprendimientos, sino que también la interacción temprana con el sector productivo (público y privado). El sector productivo puede ser partícipe de la EBCT generada bajo el alero de la universidad; o mejor aún, codiseñar la I+D generada de manera de que el producto resultante tenga una mirada realista y conectada. Esta mirada conjunta permite además que la I+D se desarrolle a la par con su respectivo modelo de negocio, aumentando así las posibilidades de inserción del producto o servicio innovador en la economía local o global. Por otro lado, los privados pueden actuar de financistas a la hora de tener que escalar la solución desarrollada, cubriendo una brecha donde los fondos públicos de Corfo o la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) tocan techo.

 La generación de mecanismos que fortalezcan la interacción temprana entre universidades y el sector productivo es esencial para lograr una transferencia efectiva del trabajo realizado dentro de las casas de estudio, ampliando así la participación de las EBCTs en la economía regional y nacional. Si bien estos mecanismos pueden ser promovidos desde la política pública, mucho puede ser realizado dentro de las Universidades (formación e investigación) de manera de aumentar la cantidad, calidad e impacto del I+D generado en nuestro país.