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Sandra Quijada: Cómo el INE incorporó las plataformas de delivery a las cifras laborales

Es directora nacional del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Fue subdirectora técnica del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile.

Por: | Publicado: Viernes 4 de noviembre de 2022 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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Desde 2019 el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) comenzó a fortalecer su Encuesta Nacional de Empleo a través de un cambio del marco muestral y la inclusión de nuevas variables en los cuestionarios.

Sin embargo, estas propuestas no anticiparon la pandemia global que irrumpiría un año después, y que cambiaría la manera de levantar la información. “Tuvimos que pasar del modo 100% presencial a un modo telefónico casi en un 100%”, explica Sandra Quijada, directora nacional del INE.

La ausencia de una base de datos actualizada los obligó a realizar un primer encuentro presencial para registrar la información de contacto de las personas encuestadas. Con eso listo, se les daba la posibilidad de seguir respondiendo por teléfono o a través de un formulario web.

Además de la recolección de datos, con esta medida también se buscó “tener un registro de población que tenga una actualización constante”, comenta.

  • Para familiarizarse con el rubro estadístico recomienda seguir las redes sociales del INE. “Hacemos conferencias ciudadanas donde explicamos en detalle y lenguaje simple nuestros indicadores”, comenta.
  • En el análisis del mercado laboral, su fuente de referencia son las redes sociales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Una cosa súper importante es que la OIT está interesada en avanzar en los temas de caracterización del mercado laboral migrante, hemos avanzado harto ahí”, concluye.

  • Se actualizó la forma de medir el mercado laboral agregando indicadores que mostraron el impacto de la pandemia en la tasa de desempleo. El más relevante fue la tasa combinada de ocupación y fuerza de trabajo potencial.
  • Esta medición combina la tasa de desocupación con las personas que no están buscando trabajo, pero que estarían dispuestas a trabajar. En otras palabras, se agregó al registro a las personas que están inactivas por no estar en proceso de búsqueda, pero que por voluntad podrían estar disponibles.
  • “En el período más crítico de la pandemia, ese indicador llegó a un 30%, cuando la tasa de desocupación era de alrededor de un 13%”, afirma.
  • Otra variable que se agregó fue la que mide las actividades laborales de plataformas digitales. Desde transporte y delivery hasta los negocios realizados a través de redes sociales, “definimos esta estadística como experimental, somos pioneros en América Latina en levantar este tipo de información”, explica.

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