Expresidente Eduardo Frei: “El proyecto Sinovac se cae por errores del Gobierno, que tendrá que explicar lo inexplicable; pero eso se produce en muchos sectores”
El exmandatario conversó con DF en su edición aniversario. Dijo estar convencido de que “pase lo que pase en Chile, es clave un sistema político donde el diálogo es básico para alcanzar mínimos acuerdos que nos permitan ir construyendo”.
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En paralelo con la publicación de la primera edición de Diario Financiero, el 25 de octubre de 1988 comenzaba a tomar vuelo la incipiente carrera política del ahora expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Volviendo la mirada atrás, recuerda que en 1986 “empecé a participar en el Comité de Elecciones Libres. Me invitó Sergio Molina, que lo presidía y donde había representantes de todos los sectores y de muchos partidos, gente de la cultura… Ahí se trabajó para que la elección fuera libre y para que la gente se inscribiera”.
El año 1987 se retiró definitivamente de Sigdo Koppers y después de superado el plebiscito del ’88 asumió el desafío de postular al Senado, en la primera elección post dictadura el 14 de diciembre de 1989. Según evoca, “me presenté candidato a senador por la zona Oriente de Santiago y Andrés Zaldívar por la Poniente; saqué como 650 mil votos, fui primera mayoría nacional”. A partir de ahí, todo sucedió vertiginosamente, ya que junto con llegar al Senado, fue electo presidente de la Democracia Cristiana, partido que en 1993 lo proclamó candidato presidencial. Y, en abril de ese año, “hicimos la primera primaria voluntaria en Chile, dentro de la Concertación, competí con Lagos y salí elegido candidato presidencial”.
“El proyecto Sinovac no se cae por la inestabilidad política, se cae por errores del Gobierno, que tendrá que explicar lo inexplicable; pero eso se produce en muchos sectores”.
- Sumando y restando, ¿cómo definiría estos 35 años?
- Diría que vamos de más a menos. Fueron 35 años, de los cuales los primeros 25 son por lejos los mejores años de la historia de Chile en todo, no hay ningún período comparable. Crecíamos al 5%, la inflación, al suelo; disminución impresionante de la pobreza. Para qué hablar de seguridad, era un mundo idílico comparado con lo que es hoy día. Chile llegó a ser el país con ingreso per cápita más alto de América Latina. ¡Cuándo lo habríamos soñado! Y eso se mantuvo mientras la Concertación estuvo unida.
- ¿A qué lo atribuye?
- El desarrollo de la infraestructura, todo lo que fueron las concesiones. Entre que partimos a fines del ‘90, hasta que prácticamente se paralizaron, se invirtieron casi US$ 30 mil millones en obras de concesiones. Pero lo que me preocupa es que desde el año 2014 en adelante todas las cifras han ido bajando, estamos estancados, hay muy poca inversión. Por eso creo que hay que hacer un cambio de ruta para el futuro, para cambiar este ritmo.
- ¿Por qué desde el 2014? Porque coincide con el arribo de la presidenta Bachelet, la reforma tributaria de Arenas. ¿Tiene algo que ver?
- Porque ahí ya entró el Partido Comunista al Gobierno. La Concertación como la conocimos desde el ‘90 funcionó como correspondía hasta el año 2014, después ya era otro tipo de Gobierno y otro tipo de decisiones, muchas de las cuales estamos sufriendo en estos años. Y después vino toda la época de los procesos que hizo el presidente Piñera, o sea, malo para Chile.
- ¿Este retroceso tiene que ver con una económia interna que ha desmejorado o también con una situación política que se ha ido volviendo más inestable?
- Evidentemente que el tema político es central. Hay un debilitamiento muy fuerte en nuestra convivencia democrática. Y el otro tema que ha contribuido mucho a la situación actual es la delincuencia, porque sus niveles generan consecuencias muy graves a las que hay que poner freno.
- A propósito del debilitamiento de la democracia, ¿qué echa de menos sobre los acuerdos que sí alcanzaba a llegar cuando era presidente?
- Había otro clima. Seguramente después de la dictadura se dieron las condiciones para tener unos años de mucha tranquilidad, de mucho desarrollo; en que había diálogo, en que se sacaban los proyectos. Por ejemplo, yo aproveché la Ley de Concesiones: Autopistas, aeropuertos, puertos, etcétera. La usamos con todo.
- Y el Presidente Lagos continuó.
- Continuó también… Pero, yo diría que ya el 2012 empezaron a bajar las cifras. A fines de mi Gobierno y a comienzos del de Lagos, llegamos a tener más obras en concesiones que el presupuesto del Ministerio de Obras Públicas. Nunca visto en la historia de Chile y ahora está paralizado.
Concesionar más rápido el litio
- ¿Cree que esté paralizado por una cosa ideológica?
- En algunos casos sí. Eso es no entender lo que hacen en todos los países. ¡Si es la construcción que se paga a largo plazo! Aún más, desde el año 2012 el CPI le ha entregado una propuesta completa, a cada Gobierno, de asociatividad público-privada para enfrentar el desarrollo.
- Presidente, dijo que en 2014 hubo un cambio, ¿tiene que ver con el sistema electoral, el fin del binominal, con que tengamos un sistema político fragmentado?
- Claro, esa es una realidad en la crisis política de Chile. Es grave cuando no hay acuerdos mínimos para aprobar proyectos. Las discusiones duran años, no hay acuerdo en nada, no se respeta nada, así no se puede construir democracia ni futuro. Pase lo que pase en Chile, es clave un sistema político donde el diálogo es básico para alcanzar mínimos acuerdos que nos permitan ir construyendo. De lo contrario, vamos a seguir marcando el paso. Y en el mundo de hoy las oportunidades son mucho más rápidas y cada oportunidad que se va, se va a otra parte. La última experiencia la tuvimos con los chinos, con Sinovac, un desastre.
- ¿Por qué cree que pasó lo de Sinovac?
- Los chinos estuvieron súper interesados en hacer una gran fábrica de vacunas de todo tipo; con el centro de estudios en Antofagasta. Eso situaba a Chile en un lugar top en América Latina para todos los Covid futuros y lo desperdiciamos. La gente está tomando decisiones y haciendo negocios, no espera años; como Sinovac, que tuvo la oportunidad, se fue y se instaló al tiro en Colombia.
- ¿Por qué está pasando ese tipo de cosas, se debe a la inestabilidad política o económica?
- El proyecto no se cae por la inestabilidad política, se cae por errores del Gobierno, que tendrá que explicar lo inexplicable; pero eso se produce en muchos sectores. Cómo se explica lo de Codelco, cómo se explica que en el litio el año pasado estábamos eufóricos y ahora parece que no estamos tanto. Llevamos todo el año discutiendo la estrategia nacional del litio y ahora dicen que a fin de año va a haber una estrategia nacional del hidrógeno.
- ¿Concesionaría más rápido el litio?
- ¡Lógico! Hay que aprovechar el momento. Ya aparecieron las baterías de sodio y una tecnología para reciclar las baterías de litio; entonces, va a bajar el consumo de litio, porque todo se va a reciclar. No se puede estar esperando la decisión por cuatro o cinco años, porque se van a otras partes.
- En esta parálisis de inversión y que no se avanza en nada, ¿tiene que ver el proceso constitucional?
- En algunos sectores extranjeros preguntan por esto, porque creen que es necesario que se termine y se dé una solución. La seguridad jurídica es fundamental y tenemos que buscar los caminos para hacerlo; porque, si no, vamos a perder inversiones. Pero en general, en este momento, diría que hay muchos factores, hasta la delincuencia. Y la permisología, evidentemente.
- ¿Cómo ve los próximos 35 años para Chile a partir de la situación en la que estamos ahora?
- Chile necesita expandir y duplicar sus exportaciones en los próximos años, en base a la minería y el cobre, el litio y el hidrógeno verde; y, por eso, tenemos que seguir abriéndonos a los países de Asia. Tenemos el 75% del PIB en el comercio exterior y 2/3 de eso es con países de Asia; estamos instalados en China, Japón, Corea, pero tenemos que abrirnos a otros mercados. Me preocupa que en Chile se encontraron tierras raras para hacer nuevos productos, se presentó un inversionista y paralizaron el proyecto.
- Dice que tenemos que aprender que las oportunidades hoy día se pierden más rápido…
- Así es. Llevamos diez años, prácticamente, con crecimiento muy pequeño y con poca inversión y, por lo tanto, la clave es más asociatividad público-privada. Y si no hay inversión extranjera o inversión chilena en los distintos sectores, vamos a terminar paralizados.
“En este momento hay mucho interés de China de invertir en Chile”
En junio pasado, el exPresidente recibió la invitación del gobierno chino para participar en el Tercer Foro de la Ruta de la Seda, en el que fue su vigésimo primer viaje al gigante asiático. Y que coincidió con la primera visita de Estado del Presidente Gabriel Boric a nuestro principal socio comercial; sin embargo, la cargada agenda de 10 días del exmandatario se cruzó sólo dos veces con la del jefe de Estado en tierras asiáticas.
- ¿Le cundió el viaje?
- El viaje cundió harto y al terminar, cuando volví a Beijing, me tenían preparado un conjunto de entrevistas con empresas chinas que están en Chile o que quieren invertir en Chile. Ahí me reuní con los del litio, con los de la energía. Recibí a cinco o seis grandes empresas, que algunos están instalados en Chile, otros quieren instalarse en Chile. Eso me ayuda también a mirar lo que está pasando.
- ¿Hay interés de China de invertir en Chile?
- En este momento, mucho. Yo me reuní, por lo menos, con cinco grandes empresas. La empresa de energía que construyó la represa De las Tres Gargantas, una de las más grandes del mundo. Y, como empresa, son los más grandes inversores en Chile, son parte de Chilquinta, los que se compraron Transelec, y ahora quieren participar en la licitación del norte a Santiago, que está parada, lo que es un grave error del gobierno pasado y de este.
- ¿Por qué?
- Porque nosotros ya tenemos casi 35% de energía renovable y resulta que la energía no se puede mandar a Santiago, porque no hay línea, están todas copadas y sería la primera línea de transmisión eléctrica en corriente continua que tiene 1.500 kilómetros. Es un gran proyecto y están diciendo que se van a demorar ocho años. Yo soy presidente del CPI (Consejo de Políticas de Infraestructura) también y tuvimos una reunión con el Presidente y me dijo que era muy largo: Entonces, le dije, ‘mire Presidente, yo trabajé veintitantos años en Sigdo Koppers y construimos la primera línea, que tenía mil kilómetros y la hicimos en dos años y medio; eso fue el año ’80, cómo 40 años después no vamos a poder hacer una línea y nos vamos a demorar ocho años’. ¡Estamos locos!
“Estamos dando una mala señal al mundo”
- ¿Cómo evalúa este segundo proceso constitucional, cree que da seguridad?
- Yo voy a hablar igual que la vez anterior. Cuando se entregue el documento final lo voy a leer, a estudiar con mis asesores. Yo soy ingeniero civil, no soy constitucionalista ni me las doy de constitucionalista, pero he estudiado harto. En mi candidatura del año 2009 presenté una propuesta de Constitución completa. La dirigió el actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Pablo Ruiz-Tagle, quien lideró Océanos Azules. Y cuando partió el proceso les mandé todo.
- Presidente, ¿le pareció sano el ambiente en que se dio el debate constitucional?
- Parece que no están las condiciones para dialogar y buscar acuerdos. Pasó en el primer proceso y en el segundo parece que también estaban un poco separados los sectores. Estamos dando una mala señal al mundo. Si queremos dar el ejemplo hagamos bien la pega, pero no podemos pasar cuatro años y, quizás, cuántos más, sin resolver este problema. Como país tenemos que dar una señal de entendernos, si no la damos no es bueno para Chile. Pero llevamos cuatro años que prácticamente no nos hemos puesto de acuerdo en este y en muchos otros temas, desgraciadamente. Y eso paraliza las oportunidades, paraliza las convicciones y desincentiva la inversión y todo lo que tenemos que hacer para adelante.