“Sin programas de apoyo fiscal, tasa de desempleo superaría el 11%”
Dichos planes promediaron casi 419 mil personas durante el segundo trimestre, 93 mil más que en el trimestre anterior.
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Por Cristián Torres Erpel
Conocida la tasa de desocupación que se redujo a 6,6% en el trimestre móvil abril-junio, el gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernandez, realiza un análisis y asegura que pese a esta cifra el dinamismo del mercado del trabajo se redujo significativamente con una caída de 1,3% de la tasa de crecimiento del empleo en doce meses a junio pasado. Esta cifra es la más baja desde enero de 2010, cuando creció 0,7% y se ubicó por debajo del incremento de la fuerza de trabajo de largo plazo (1,5%) logrado en forma inédita.
Así, el economista asegura que pese a estas positivas cifras, “el mercado laboral está muy apretado”. Esto porque, a su juicio, independiente de cualquier consideración es evidente que hay una situación de pleno empleo o cercana al pleno empleo, con sectores en lo que hay claramente falta de trabajadores capacitados. Sin embargo, asegura que por otro lado existe una situación un tanto extraña de los empleos generados con apoyo fiscal.
Según Fernández, estos programas promediaron casi 419 mil personas durante el segundo trimestre, es decir, 93 mil más que en el trimestre anterior y 52 mil más que hace un año atrás. Además, agrega que si se excluyen estos empleos de las cifras oficiales del INE, la tasa de desocupación se elevaría a 11,7% en el segundo trimestre, idéntica a la de junio de 2011, aunque superior al 10,7% de marzo pasado. Asimismo, el crecimiento del empleo se reduce a 0,7% en doce meses (junio).
“Si los trabajadores no estuvieran en estos programas de apoyo fiscal, estarían desocupados, eso significa más de 400.000 personas en la actualidad y la tasa de desempleo en vez de estar donde está, se ubicaría sobre el 11%, es decir, es un impacto potencialmente muy grande”, explica.
Dinamismo de las remuneraciones
Por otro lado, el experto sostiene que las remuneraciones mantienen un gran dinamismo pese a la estabilización en el crecimiento de las remuneraciones nominales, de hecho, como resultado de la baja en la inflación -desde 4,4% en febrero a 2,7% en junio y 2,5% en julio- las remuneraciones reales han acelerado su ritmo de crecimiento desde 1,8% en febrero a 3,2% en mayo y 3,3% en junio. “Mientras la inflación ha caído, las remuneraciones nominales no han seguido hasta ahora, el mismo camino.
La relativa estabilización en el crecimiento de las remuneraciones nominales en torno al 6%, si se toma el promedio del primer semestre, implica que hay un dinamismo grande en el mercado del trabajo que se traduce en que las remuneraciones reales han acelerado su crecimiento”, concluye.