Crece debate en Chile sobre la “nueva mediocridad”: ¿Qué revelan las cifras económicas?
Perspectivas de crecimiento para éste y el próximo año se han deteriorado sobre la media de Latinoamérica.
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El Chile Day en Londres la semana pasada se vio empañado por un artículo del Financial Times que caló hondo en el ambiente empresarial y sobre todo en el gobierno.
señaló en el artículo que Chile se había transformado en una de las principales economías que reflejaba la "nueva mediocridad" que la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, uso para referirse a la lentitud en la recuperación de algunas economías desarrolladas y emergentes.
Esta frase abrió el debate tanto en Chile como en el exterior: ¿Es realmente Chile un país mediocre al compararse a sus pares de la región? Y al revisar los datos, la respuesta pareciera acercarse a una afirmación positiva.
Si se revisa la evolución de las perspectivas de crecimiento para el país en el contexto de América Latina, se encuentra con que estas se han deteriorado levemente por sobre el promedio de la zona. Según el último LatinFocus Consensus Forecast, las proyecciones de crecimiento en Chile han caído dos puntos en el año, pasando de niveles cercanos a 4% al 2%. En el mismo período, las estimaciones para Latam se redujeron 1,7 puntos porcentuales. El deterioro del outlook para Chile este año sólo es superado por Argentina y Venezuela, dos países inmersos o cercanos a un default.
Para 2015, la situación es similar, con perspectivas de Producto para Chile que se han reducido un punto porcentual desde diciembre del año anterior, por sobre los 0,9 puntos de merma que registra la zona.
Pero no sólo en términos de proyecciones se manifiesta el relativo deterioro de la posición de Chile en la región. Según datos del FMI, Chile este año se ubicaría en el lugar 14 entre 18 países Latinoamericanos en el ranking de crecimiento económico, cediendo cuatro lugares respecto a 2013 y 10 versus 2012. Esto, siempre y cuando se cumpla la proyección de crecimiento de 2% que anticipa el Fondo para este ejercicio.
De ser así, Chile cerraría el año en su peor puesto en este grupo de países desde por lo menos el 2000.
A nivel cambiario, el peso chileno se ubica como la tercera divisa que más se ha depreciado frente al dólar en la región en lo que va del año, cediendo sobre 10% y sólo por detrás de Argentina y Venezuela, países con rígidos esquemas de control cambiario.
Este fenómeno, dicen expertos, se explica por una desaceleración de la economía que ha sido mayor a la esperada, por una parte, y al efecto del ciclo más expansivo de la política monetaria, por otro, con recortes de la Tasa de Política Monetaria (TPM) que alcanzaron los 150 puntos sólo en lo que va del ejercicio.
¿Cómo salir del estancamiento?
En el mercado no hay una sola voz respecto a si el país es el representante "fiel" de este nuevo concepto acuñado por el FMI y replicado por el FT. Para el economista de Forecast Consultores, Angel Cabrera, parte de esa tesis se podría aplicar a Chile, dado que "parte importante del deterioro de la economía es por factores internos", apuntando a las reformas que impulsa la actual administración.
Para Cabrera, la manera de salir del "estancamiento" de la actividad es llevar a cabo cambios "en un sentido inverso a las que busca este gobierno", es decir, orientados a "una mayor flexibilidad del mercado laboral y a destrabar las inversiones".
El economista de BCI Estudios, Antonio Moncado, pone paños fríos a las cifras, señalando que si bien el país crece menos que sus pares latinoamericanos, "eso no se mantendrá por mucho tiempo" "Chile tiene una política monetaria y fiscal que puede sustentar mayores cifras de crecimiento para adelante. Hay instituciones sólidas frente a otros países de América Latina. No suscribo a esa idea de mediocridad", dice.
El economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, se ubica en un punto medio, señalando que esta "mediocridad" en términos de crecimiento se ve también en los países emergentes.
"El de Chile es un nivel de crecimiento bajo acorde a una desaceleración profunda del ciclo económico y a la falta de reformas estructurales que levanten el PIB tendencial por arriba del 4,5%. Este país con reformas estructurales debería aspirar a crecimientos de tendencia del orden de 6% y 6,5%", plantea.