Baja penetración del LegalTech en Chile pone en riesgo eficiencia de los estudios y gerencias legales
El acotado tamaño del mercado y el poco volumen de documentos que se administran en el país son algunos de los factores de la poca presencia de soluciones y startups que apunten a incorporar tecnología.
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Eficiencia, mayor rapidez de los procesos y competitividad, son tres de los principales impactos de LegalTech (tecnología aplicada al área legal) en los estudios de abogados y gerencias a nivel mundial, sin embargo, estas herramientas parecen no permear en Chile.
Según una encuesta realizada en 2016 por Thomson Reuters y el académico de la Universidad Diego Portales, Rafael Mery, 13% de los estudios locales consultados no utiliza herramientas de automatización documental o de control y administración de contratos, y 73% manifestó desconocer gran parte de las herramientas tecnológicas más renombradas a nivel internacional.
El abogado y coordinador de FinTech del Programa de Derecho, Ciencia y Tecnología en Derecho UC, Matías Aranguiz, plantea que la tecnología permite reducir los tiempos y costos de los procesos e introducir mayor seguridad para proteger los datos de los clientes, por ejemplo. "No incorporar LegalTech trae otros problemas, por ejemplo, en materias de ciberseguridad; también se puede hacer un buen seguimiento a los documentos y desde el punto de vista de los jueces, se podrían generar alertas de jurisprudencia, en China ya existe este sistema", afirma Aranguiz.
Y China no es el único país en incluir tecnología. El fundador de la firma local Alster Legal, Andrés Jara, que también participó del sondeo legal, explica que a nivel global la industria LegalTech comenzó a crecer en 2015 de la mano de tres funciones de la tecnología en el ámbito legal: administración y gestión, automatización y predicción, siendo la primera competencia la más avanzada.
En administración y gestión existen herramientas que realizan seguimientos a causas legales y judiciales. "Están orientadas a hacer más eficiente el trabajo del abogado, algunas de estas soluciones pueden también aplicarse a gerencias de empresas", explica Jara.
En el ámbito de la automatización, en menor medida se están utilizando soluciones con Big Data y machine learning para hacer más eficientes los procesos legales, como redacción de contratos automatizada. "Se está reemplazando lo que los abogados más junior habitualmente hacen, que es la revisión y generación de documentos de alto volumen y más sencillos", afirma el emprendedor.
También existen otras herramientas más avanzadas basadas en data analytics que pueden remplazar a los abogados en temas de consultoría, y que permiten, por ejemplo, hacer predicciones en los juicios o identificar errores más habituales en la contratación de las empresas, de forma que se puedan modificar.
Bajo desarrollo local
En el país, la existencia de estas tecnologías aún es escasa y con "poco desarrollo", siendo las de administración y automatización las más presentes. Respecto de soluciones más avanzadas, Chile está retrasado en comparación a otros países de la región, como Argentina y Brasil, situación que Jara atribuye a diversos factores, como el acotado tamaño del mercado y bajo volumen de documentos que las empresas administran.
"Por ejemplo, en un banco que tiene sucursales en diferentes partes del mundo, el volumen es más grande y todas estas herramientas basadas en Inteligencia Artificial cobran más relevancia porque la disposición a pagar por esto es mucho mayor", afirma el fundador de Alster Legal.
Esto genera que las startups locales deban salir a otros mercados, pero en ese camino se encuentran con complicaciones por las particularidades legales de cada país. Por ejemplo, en Perú y Ecuador los tribunales no están en línea.
"Se hace mucho más difícil la escalabilidad de las herramientas legales desde y en Latinoamérica, eso provoca que sea un nicho de negocio bastante inexplorado o no tan desarrollado. En general en las postulaciones a fondos de Corfo no se ven empresas que tengan que ver con LegalTech, hay FinTech o InsurTech", manifiesta Jara.
Pero firmas locales de LegalTech hay. Natalia Pastor, que se define como una "abogada tecnológica", fundó en 2011 Inprovider, firma que dos años después desarrolló una plataforma orientada a la automatización y mejoramiento de procesos legales llamada Inprovider tu Abogado Tecnológico. La ejecutiva señala que hasta la fecha trabajan con gerencias del mundo financiero, del retail y están empezando a incorporar estudios jurídicos. "Falta apoyo de recursos estatales y recién se está abriendo, tiene que ver con un cambio de paradigma de cómo trabajan los abogados, es parte de una trasformación", afirma Pastor.
Respecto de las soluciones existentes en el mercado local, Jara señala que las firmas están más orientadas a mejorar la administración que a cambiar sus modelos de negocio a través de la tecnología, situación contraria a la de países como Estados Unidos e Inglaterra, donde la inversión y el desarrollo propio de herramientas es alto, apostando por innovación abierta.
"Están generando incubadoras de negocio, arman fondos de inversión, para tener un set de soluciones que generen un elemento de diferenciación de cara a los clientes. Esta integración en Chile no se ha dado", dice Jara.