El nuevo grito de la moda: ¡Larga vida a las prendas!
La industria de la ropa es responsable de hasta 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y consume más energía que la aviación y el transporte marítimo juntos, según Naciones Unidas.
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Ante las crecientes críticas a la industria de la moda por el malgasto y la contaminación, firmas internacionales y actores influyentes del mundo "fashion" están intentando reforzar sus credenciales verdes.
Muchas marcas buscan atraer a los consumidores jóvenes, interesados e involucrados en temas ambientales, mientras el sector está bajo escrutinio por impulsar una cultura de usar y tirar.
La industria de la ropa es responsable de hasta 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y consume más energía que la aviación y el transporte marítimo juntos, según Naciones Unidas.
Encontrar alternativas al poliéster y al algodón es uno de los principales retos, siendo el segundo contaminante del mundo, por detrás del sector petrolífero.
Ama tu ropa y luego pásala
Anna Wintour, considerada una de las personas más poderosas en la moda, dijo que la ropa debe ser apreciada, reutilizada e incluso pasada a la siguiente generación.
La influyente editora de la revista Vogue, dijo que la industria estaba "un poco atrasada" en la búsqueda de diversidad e inclusión y que, pese al ascenso meteórico de los "influencers" de las redes sociales, Vogue seguirá siendo un punto de referencia para los amantes de la moda.
En un entrevista con Reuters, Wintour pidió una mayor sostenibilidad en el mundo de la moda y una menor cultura de lo descartable.
H&M decide arrendar ropa
En esta línea, H&M prueba desde el viernes un servicio de arriendo de ropa. Los consumidores podrán alquilar prendas por 350 coronas (US$ 37) a la semana, en una tienda en la plaza Sergels Torg, en el centro de Estocolmo, totalmente preparada para el nuevo reto.
Así el minorista sueco sigue el ejemplo de sus competidores Banana Republic y Urban Outfitters, que a principios de este año introdujeron servicios similares para acceder a un mercado que alcanzó los US$ 1.000 millones en 2018.
Sitios web como Vinted y Hurr Collective se están expandiendo en Europa, ofreciendo a los consumidores una forma de vender o alquilar ropa usada.
H&M evaluará la prueba en tres meses antes de decidir ampliarla y se limita, por ahora, a una colección de 50 prendas ofrecidas a los miembros del programa de fidelización de la compañía.
Calzado vegano
Arcas Bear, la marca de zapatillas deportiva diseñada para reducir la huella de carbono, crea calzado ecológico, y aunque están disponibles en muchos colores, nunca se han teñido, solo están hechas de materiales reciclados de color similar.
Estas zapatillas, creadas por Cynthia Arcas, brillaron en la semana de la moda vegana, que tuvo lugar en Los Ángeles, a principios de octubre.
Una gran cantidad de ropa vegana y artículos de calzado se venden a precios altos. Entre US$ 10.000 y US$ 15.000 se pueden conseguir unos increíbles zapatos de lujo, 100% sustentables, pero nada accesibles.
Así lo reveló la diseñadora Rebecca Mink, quien ha estado haciendo zapatos veganos para celebridades de Hollywood por más de 20 años.
"Quería encontrar la manera de hacer una versión que no fuera de cuero, y sin usar ninguna crueldad animal, pero igual tener esa misma sensación increíble, ajuste y sentido de la moda. Y así, salí a hacerlo yo misma", comentó Mink a la Voz de América.
"Apenas el 10% de la producción se recicla"
Mientras los investigadores siguen buscando los textiles alternativos de las próximas temporadas, los expertos instan a potenciar el reciclaje de ropa. Las grandes marcas intentan adaptarse, pero no llevan el paso al ritmo que exige hoy la sociedad.
"De seguir a este ritmo, se estima que la industria de la moda será responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050", destacó Peter Jovancic, investigador del centro tecnológico de Catalunya Eurecat.
El 38% de los microplásticos del mundo procede del lavado de prendas textiles por lo que los expertos alzan la voz en busca de alternativas al poliéster, que se obtiene del petróleo, y el algodón que, aunque es un recurso renovable y biodegradable, "sólo se puede consechar en determinadas zonas y ya estamos llegando al límite de la capacidad de producción mundial", indicó Diana Cayuela de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC).
Los expertos consultados por La Vanguardia instan a potenciar el reciclaje de ropa. "Apenas el 10% de la producción se recicla".
Jovancic y Cayuela instan también a potenciar la compra y venta de segunda mano, el alquiler de ropa o la compra de menos prendas, pero más duraderas.
Moda circular: contra el fast fashion
"El reciclaje de textiles ofrece la clave para cerrar el círculo de la moda", afirma en su último reporte la compañía pronosticadora de tendencias WGS.
El diario La Nación pregunta: ¿Dónde terminan las prendas que dejamos de usar y pasan a ser inservibles en nuestro guardarropa?
La moda circular parece dar la respuesta. Como su nombre lo indica, es un sistema que promueve la larga vida de las prendas haciendo que circulen entre diferentes usuarios tanto en formato reciclado o reinventado como en sistemas de alquiler de prendas, define el medio argentino.
The Global Fashion Agenda afirma que 73% de la ropa del mundo termina convertida en basura, utilizando solo 15% de esta cantidad con fines de reciclaje. Si para fabricar una camiseta de algodón que cuesta US$ 5 y que los usuarios la desechan tras usarla dos veces se requieren 2.720 litros de agua potable, el universo de la moda está en serios problemas. ¿Por qué nos empecinamos en comprar veinte remeras de algodón en tiendas de fast fashion si una persona promedio podría vivir tranquilamente con cuatro remeras blancas de algodón de buena calidad?
La respuesta, en parte, es la industrialización de países como China y Estados Unidos; las redes sociales y los 'influencers'; la famosa idea de "no repetir un look"; pero las celebs marcan la pauta a un cambio de paradigma que es irreversible.
Beyoncé, Rosalía y Kendall Jenner, además de ser grandes íconos de la moda, encontraron en el reciclado de prendas poder ser ecológicas y estar un paso adelante en materia de tendencias. Las tres son fanáticas y grandes promotoras de Left Hand, la firma californiana que a base de jeans rotos, buzos viejos y el trabajo de patchwork tiene cada vez más consumidoras preocupadas tanto por el medio ambiente como por su imagen.