“Nuevos bancos globales digitales se comerán el mercado”
Creador de la fintech que ya tiene dos millones de clientes, y ex empleado de Lehman Brothers y Credit Suisse, asegura que la falta de tecnología le pasará la cuenta a la banca tradicional.
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Nikolay Storonsky llega a la entrevista con su smartphone y unos grandes audífonos en la mano. Viste polera, jeans y zapatillas. Habla poco -le cuesta enlazar dos frases seguidas- y sonríe lo justo. Uno lo imagina más cómodo ante tres pantallas gigantes de un computador que explicando detalles de su empresa.
Sólo parece animarse cuando afirma que fundó su empresa, Revolut, cansado de ver cómo en los grandes bancos "los incompetentes eran promovidos por pasear por los pasillos en lugar de innovar".
Storonsky nació hace 34 años en Moscú. Estudió Ingeniería y fue campeón regional de natación. Tras acabar la universidad se fue a Londres, donde reside desde entonces. Gracias al 30% que mantiene en Revolut, su fortuna está ya valorada en más de US$ 500 millones.
Su misión ahora es declarar la guerra a los bancos tradicionales, un mundo que conoce bien tras trabajar más de una década en Lehman Brothers y Credit Suisse.
"Si los bancos hicieran cosas interesantes, nosotros no estaríamos aquí", asegura sin tapujos.
En su opinión, la burocracia, la inercia y la falta de apuesta por la tecnología van a pasar factura a la banca tradicional. "Los grandes bancos lo van a tener muy difícil para sobrevivir", asegura.
"Tienen muchos banqueros, pero no captan ingenieros y diseñadores, algo fundamental en cualquier proyecto", asegura. En su opinión, en cuatro o cinco años quedarán "media docena de nuevos bancos globales digitales", que se comerán el mercado, entre ellos estarán Google y Amazon, asegura.
Amenaza a la banca tradicional
Revolut nació como un método de cambio de divisas, tras la frustración de Storonsky al ver las comisiones que su banco le cobraba cada vez que compraba en el extranjero. Su socio inicial en el proyecto, todavía en la compañía, es el ucraniano Vlad Yatsenko, que por entonces trabajaba en la parte tecnológica de Deutsche Bank.
Aquella idea fue evolucionando y hoy Revolut funciona como un banco, aunque no tiene sucursales ni cajeros automáticos. Todos sus servicios se basan en una aplicación para el celular que da acceso a una cuenta corriente y a una tarjeta de débito. En octubre espera obtener la licencia bancaria definitiva, que le permitirá ofrecer hipotecas y créditos, entre otros productos. "Londres es uno de los mejores lugares para lanzar una empresa fintech y los reguladores están dispuestos a abrir la competencia a nuevos grupos", asegura Storonsky.
Así, lo que empezó hace tres años como un proyecto más dentro del universo de las fintech en Londres, empieza a verse hoy como una amenaza para la banca tradicional.
Revolut tiene dos millones de clientes en el mundo (la mitad en Reino Unido) y unos planes muy ambiciosos para convertirse en el banco de la generación millennial.
Tras una ampliación de capital de US$ 250 millones cerrada recientemente, Revolut está valorado en US$ 1.700 millones, cinco veces más que hace un año. Esto los convierte en uno de los pocos unicornios europeos que superan la barrera de los US$ 1.000 millones de valoración.
La entrada en esa operación de grandes inversionistas de Silicon Valley -liderados por el fondo DST Global- le permitirá expandir su negocio globalmente en mercados como Estados Unidos, Singapur y Australia, y duplicar el número de empleados este año hasta 800 personas.
"El objetivo es crecer en nuevos países, aumentar la plantilla y seguir invirtiendo en tecnología", asegura Storonsky a Expansión.