Cuprum enfrenta huelga de un cuarto de sus trabajadores tras fallida negociación colectiva

Mientras la industria previsional tiene la mirada puesta en el nuevo debate por la reforma de pensiones, la administración de AFP Cuprum también tiene la atención en una disputa interna.

Desde hace siete días la gestora controlada por Principal Financial Group enfrenta una huelga legal llevada a cabo por el Sindicato Nº1, en el marco de un proceso de negociación colectiva que se inició a fines de 2020 y que no llegó a buen puerto.

El gremio está encabezado por Mirna Zuleta y representa a unos 359 trabajadores que, en su mayoría, pertenecen al área de ventas y sucursales de la AFP, gerencia que encabeza Mariano Navarrete.

La cifra mencionada es equivalente al 25% de la plantilla laboral de la administradora previsional, compuesta por 1.444 trabajadores, según cifras entregadas por la AFP. Con todo, actualmente un 75% de los colaboradores tiene un convenio colectivo con la empresa. 

Las negociaciones

Según las actas del proceso de mediación obligatoria que encabeza la Dirección del Trabajo (DT), a las que tuvo acceso DF, las conversaciones entre ambas partes se desarrollaron a través de la aplicación Teams y se rompieron el 24 de febrero.

La última propuesta del gremio contemplaba un reajuste de 4% en las remuneraciones, más el IPC, modificación que podría ser distribuida en 2% de alza para este año, mientras que el 2% restante quedaría para el próximo ejercicio.

Además, solicitaron un reajuste real por mérito de 1,5%, capacitaciones, posibilidades de desarrollo personal y becas profesionales. También, exigieron un bono de término de negociación de $ 2,2 millones brutos por socio.

Finalmente, la propuesta fue rechazada por la empresa, pese a que el sindicato rebajó el bono de término de conflicto a $ 1 millón.

El acta señala que el sindicato hizo ver a la compañía que el petitorio “no se hace extensivo al resto de los trabajadores no sindicalizados, apegándose a la normativa del caso, sujeto a la autorización del sindicato, empresa y el trabajador”.

“La postura de este sindicato es que la empresa no quiere hacer una diferencia entre trabajadores no sindicalizados y trabajadores sindicalizados. Nos vimos obligados a crear un sindicato para exigir mejoras y beneficios que estaban congelados desde 2016”, señala la presidenta de la organización laboral.

La oferta de la AFP Cuprum

Antes de que las conversaciones se cortaran, la administradora previsional propuso al sindicato dos alternativas. La primera fue otorgar al sindicato un aporte de $ 15 millones, el que podría ser gastado por el gremio sin rendir cuentas a la empresa.

Una segunda opción constaba de un préstamo blando al sindicato por $ 500 mil por cada colaborador afiliado, el que se pagaría en doce cuotas. La propuesta fue rechazada por los trabajadores.

Consultados en la AFP, declinaron hacer comentarios.