La competitividad, los desafíos de la industria y las tareas pendientes que quedan en materia de género fueron los principales temas que se tomaron la cita que reunió a las seis ejecutivas más importantes de los principales bancos del país: Santander, Banco de Chile, BancoEstado, Scotiabank, Bci e Itaú.
De entrada, la directora de Bci, Manola Sánchez, destaca que la banca es una de las industrias más competitivas que existe en el país, lo cual es positivo porque “hace que existan mejores empresas”.
En esta línea, muchos programas pilotos que desarrolla Scotiabank para la región se testean en Chile, “porque si funcionan acá con la competitividad que existe, va a marchar en Perú, México y Colombia”, ejemplifica Jacqueline Balbontín la vicepresidenta de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos del banco canadiense.
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Además de ser una industria competitiva, la banca “es un sector creativo”, agrega la directora de Santander, Lucía Santa Cruz.
Precisamente, las transformaciones que se dan en el mercado “nos obligan a estar constantemente cambiando, innovando y sacando nuevos productos”, comenta la gerenta de la División Riesgo Crédito Mayorista de Banco de Chile, Paola Alam. Los actores de la banca deben estar abiertos a “los cambios, porque o si no la competencia nos va a alcanzar”.
“Si continuamos pensando como banca tradicional, esto va a ser como un BlockBuster, no va a existir”, advierte la fiscal de BancoEstado, Isabel Margarita Cabello.
Es así que las ejecutivas presentes plantean que la banca tiene varios retos por delante. Cómo adaptarse “a los nuevos tiempos” es para Alam uno de los principales desafíos.
La fiscal de BancoEstado, en tanto, cree que “si los bancos no se suben al mundo digital, se van a quedar afuera”. Señala que se debe tener en cuenta para la estructura bancaria la adopción de la inteligencia artificial, la automatización de procesos e incluso mirar a las FinTech.
Ante ello, Santa Cruz plantea sobre la irrupción de nuevos actores en el sector financiero: “La competencia requiere igualdad de reglas y lo que la banca a veces resiente, es que haya actores en el mundo de las finanzas que no están sometidos a las mismas exigencias y a las mismas regulaciones que la banca”.
Diversidad en los gobiernos corporativos
Las seis ejecutivas coinciden en que una de las tareas pendientes que existe en la banca es avanzar con mayor profundidad en incorporar no solo más mujeres en la alta administración de las compañías, sino que también incorporar diferentes puntos de vista en los gobiernos corporativos.
“No solamente estamos hablando de diversidad de género, sino que los nuevos tiempos nos exigen más diversidad en la toma de decisiones”, sostiene Sánchez.
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La gerente de Marketing y Productos de Itaú, Luciana Hildebrandi, comenta que una de las claves para desarrollar una mayor diversidad es que las organizaciones fomenten una cultura de meritocracia. La ejecutiva del banco brasileño agrega que esta decisión debe ser ampliamente compartida dentro de una empresa para que ayude a generar un cambio interno.
Uno de los desafíos es que “tenemos que lograr encontrar equipos en los que haya diversidad, complementariedad y que se den todas estas virtudes, sea hombre o mujer”, expone la fiscal de BancoEstado.
¿Cuota de género para el sector privado?
A nivel internacional se ha discutido si es necesario o no establecer cuotas de género en las líneas directivas del sector privado para generar una mayor paridad y Chile no ha estado ajeno a ese debate. Las opiniones están divididas.
Cabello cree que una Ley de Cuotas de carácter transitoria, “que establezca un periodo en el cual se gatille esta necesidad de tener que buscar mujeres para cumplir con la cuota, va a hacer que empecemos a generar una cultura”.
Una visión parecida tiene Balbontín, quien reconoce que no se trata de un tema fácil pero una medida de estas características puede generar un shock positivo.
Una visión distinta tiene la directora de Santander. Formula que “hay que producir cambios culturales, cuesta más que una Ley de Cuotas, pero creo que son más efectivos en el largo plazo”.
La gerente de Banco de Chile manifiesta que si bien “tenemos que hacer un trabajo de igualar la cancha, el tema de las cuotas de repente nos puede restar más que sumar. Al final nos quedamos en una posición en que las mujeres necesitan ayuda y creo que nosotras sí tenemos las capacidades”.
La directora de Bci apunta a que “la persona que llega por esa cuota, tiene que demostrar mucho más y pone mayor presión que si fuera elegida de una forma más natural o que va con el ciclo”.
Hildebrandi observa que en el país existe un problema cultural para que exista una mayor paridad en las líneas directivas de las empresas. “Hay un tema cultural, de la sociedad, del avance de la mujer en el mercado del trabajo”, menciona.
Santa Cruz pone de ejemplo que ella jamás ha sido parte del directorio de una compañía de capitales chilenos. A modo de referencia, el promedio de mujeres que están dentro de la primera línea gerencial de la banca alcanza un 14% en 2019.
La gerente de Itaú agrega que uno de los valores de incorporar a más ejecutivas al gobierno corporativo es que genera una mayor valoración por la organización, tanto de un punto de vista interno, como externo.
Todas concuerdan en que hoy “las mujeres tenemos que saber que somos capaces, empoderadas, que podemos hacer todo lo que pueden hacer los hombres porque hoy las fuerzas de producción cambiaron”.
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