Los mercados asiáticos acusaron la falta de su principal
referencia, la de la Bolsa de Tokio, que permaneció cerrada por festividad. El
indicador regional MSCI Asia Pacifico cerró con descensos del 0,7% tras
el rescate de Citi, mientras que el Kospi de la Bolsa de Seúl se ha dejado un
3,35%.
La renta variable asiática ha navegado hoy sin rumbo con la
falta de su principal indicador, el Nikkei de la Bolsa de Tokio, que ha
permanecido cerrado por festividad después de que el viernes repuntara un 2,7%.
Aunque sus puertas han permanecido cerradas, el primer
ministro japonés, Taro Aso, ha insistido en una visita en Lima que su país se
muestra dispuesto a ofrecer un préstamo de 100.000 millones de dólares (79.352
millones de euros) al Fondo Monetario Internacional (FMI) y también crear un
fondo de 3.000 millones de dólares, junto con el Banco Mundial (BM), para
capitalizar los bancos de Asia y Latinoamérica.
La tendencia bajista experimentada por las plazas asiáticas
muestra una escasa o nula reacción ante el rescate de Citi por parte del
Gobierno de Estados Unidos que respaldará activos de la segunda entidad del
país por 300.000 millones y aportará 20.000 millones en capital.
El mercado de Australia cerró con avances del 0,3%, mientras
que las plazas de Hong Kong, India y Singapur cedieron por encima del 1%. Corea
del Sur fue aún más bajista y perdió más del 3%, mientras que Seúl se llevó la
palma de las pérdidas al retroceder un 3,35%.
Los mercados asiáticos fijaron su atención en el sector
bancario, después de que Standard Chartered, el tercer banco británico,
anunciara que podría ampliar capital en hasta 5.000 millones de libras después
del desplome sufrido por sus títulos ante la preocupación que provocan las
perspectivas de una recesión global, sobre todo porque podría perjudicar las
líneas de negocio que el banco posee en distintos países emergentes. De hecho,
los títulos de Standard Chartered perdieron un 5,3% en Hong Kong.
En ese sentido los títulos de surcoreano KB Financial,
Commonwealth Bank of Australia y Hong Kong cedieron posiciones ante las
preocupaciones que genera la crisis en este sector. Dentro de las
automovilísticas se reforzó el sentimiento de incertidumbre por la debilidad de
la economía global.
Dentro del mercado de divisas, el yen se apreció frente al
billete verde, y reflejó las la aversión de los inversores frente al riesgo. El
dólar estableció su cambio en los 95,23 yenes, frente a los 94,94 yenes del
viernes. Y en el mercado de materias primas el petróleo rebotó 43 centavos por
barril, hasta los 50,35 dólares antes la expectativa de que la Organización de
Países Exportadores de Petróleo anuncie un recorte de producción el próximo
sábado en su reunión de El Cairo.