Los inversionistas empezaron 2022 muy centrados en la trayectoria de la política monetaria mundial, dado que la inflación se ha disparado en todo el mundo. Aunque los bancos centrales siguen siendo un tema dominante en los mercados, los operadores también deben enfrentarse ahora a la profunda incertidumbre sobre la evolución de la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania.
Los economistas pueden intentar predecir el resultado de las decisiones de los bancos centrales construyendo modelos basados en los datos, las declaraciones de las autoridades y los precedentes históricos. Pero el resultado del enfrentamiento entre Rusia y Occidente es un riesgo que podría tener serias implicaciones para la economía mundial y para el que, sin embargo, no se pueden elaborar modelos con facilidad ni precisión.
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La incertidumbre ha comenzado a extenderse por los mercados financieros. La volatilidad en el mercado de bonos públicos de Estados Unidos, los cimientos del sistema financiero mundial, se sitúa en su nivel más alto desde el principio de la crisis del coronavirus hace dos años mientras los operadores analizan los titulares sobre la situación entre Rusia y Ucrania y tratan de interpretar los próximos movimientos de la Reserva Federal de EEUU para frenar la inflación.
Paralelamente, los nervios se han impuesto en los mercados de renta variable, y el costo de la protección contra las oscilaciones a corto plazo en Wall Street ha aumentado.
Sin embargo, Jim Reid, estratega de Deutsche Bank, señala que las ventas de acciones estadounidenses provocadas por los acontecimientos geopolíticos tienden a tener "una corta duración... tardando unas tres semanas en alcanzar un suelo y otras tres semanas en recuperarse de sus niveles anteriores". La media durante estos periodos de angustia geopolítica es del 5,7%, explica Reid.
Y en este entorno surgen algunas preguntas. Es interesante ver si la relajación de las restricciones por Covid impulsó la actividad en Europa en febrero.
En este sentido, hay que señalar que se espera que la caída de los contagios y la relajación de las restricciones hayan impulsado la actividad europea en febrero, elevando los índices de gestores de compras (PMI) de la manufactura y los servicios de IHS.
Restricciones y actividad
El índice compuesto PMI de Reino Unido, un indicador de la salud del sector privado, ha subido a 60,2 en febrero, desde 54,2 el mes anterior. Cualquier lectura por encima de 50 indica que la mayoría de las empresas informan de una expansión.
El PMI manufacturero se ha mantenido sin cambios con respecto a enero, con una subida de una décima a 57,3, mientras que el PMI de los servicios ha subido a 60,8, tras el regreso de los trabajadores a las oficinas y de la socialización. Sin embargo, "la preocupación persiste debido a la escasez de mano de obra, que limita la producción, y las presiones inflacionistas que amenazan con reducir los ingresos de los hogares", advierte Ellie Henderson, economista de Investec.
El dato más alto de lo esperado del PMI podría respaldar la opinión de que el Banco de Inglaterra volverá a subir los tipos en su reunión de marzo, dentro de su lucha contra la mayor tasa de inflación de los últimos 30 años.
Se espera que el ritmo de expansión sea ligeramente más débil en la eurozona, debido a que el impacto de la variante Ómicron del coronavirus ha sido más tardía que en Reino Unido.
Sin embargo, los economistas prevén que el PMI compuesto de la eurozona suba a 52,7 en enero, desde 52,3 en diciembre, tras la aceleración de la actividad tanto en Francia como en Alemania, impulsada por un mayor crecimiento en sus sectores de servicios.
Fed e inflación
El ritmo de alza de los precios en EEUU probablemente se mantuviese cerca de un máximo de 38 años en enero, según el indicador favorito de inflación de la Fed, cuyos los funcionarios se disponen a subir los tipos de interés por primera vez durante la pandemia.
Según los economistas encuestados por Bloomberg, se prevé que el índice de precios del consumo personal (PCE), que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, iguale el aumento del 0,5% del mes anterior.
Así, el índice habría subido un 5,2% en los últimos 12 meses, ligeramente por encima del alza del 4,9% de diciembre, que supuso el mayor incremento desde septiembre de 1983.
También se espera que el informe de la Oficina de Análisis Económico muestre este viernes un repunte del 0,6% en el gasto personal desde diciembre.
Kathy Bostjancic, economista jefe de finanzas de EEUU de Oxford Economics, cree que el aumento anual de los precios del PCE va camino de mantenerse por encima del 3% en el cuarto trimestre, algo que los responsables políticos considerarían "inaceptablemente alto" al final del año.
El fuerte aumento de los precios en el último año ha elevado la presión sobre la administración Biden y la Fed para controlar la inflación desbocada.
James Bullard, presidente de la Fed de San Luis y miembro con derecho a voto del comité de política del Banco Central, dijo recientemente que apoyaría subir un punto porcentual completo el tipo de referencia para principios de julio, lo que sugiere una subida de al menos medio punto, algo que la Fed no ha hecho desde el año 2000.
Los inversionistas dan ahora una probabilidad del 52% a que la Fed suba los tipos de interés al menos un punto antes de que finalice su reunión de política monetaria de junio, según la herramienta FedWatch Tool de CME.