Mirar el conflicto social que afecta a Chile es distinto desde Santiago que desde otros países. Por lo mismo, desde Miami, Estados Unidos, el director de estrategia de inversiones para Latinoamérica de BlackRock, Axel Christensen, dice a DF que los capitales globales están menos alborotados que los nacionales, mirando con atención cómo evoluciona la situación en nuestro país.

-¿Cómo ven los inversionistas en el extranjero la situación de Chile?
-Yo creo que “wait and see” es una buena manera de describirlo. Tienen circunstancias muy diferentes. Siempre hay una especie de disonancia entre la mirada que tiene un inversionista local y uno extranjero. El primero no solamente está viviendo la situación, por lo que está más conectado emocionalmente, sino que también suele tener mayor exposición en su patrimonio. Es mucho más sensible.
-¿Y el inversionista internacional?
-Puede mirar las cosas con mayor nitidez. Su análisis también es mucho más relativo a lo que está pasando con los otros países. Además, tiene una posición pequeña en el mercado chileno, porque tiene un portafolio mucho más global.
-¿El anuncio del proceso constituyente aumentó la incertidumbre?
-El nivel de preocupación se incrementó. Un reflejo de eso son los bonos chilenos, que se han visto afectados en sus precios estos últimos días, y el termómetro más sensible, que es el tipo de cambio. Es algo que están mirando para evaluar la situación.
-¿Hay suficiente preocupación como para gatillar un sell-off de inversionistas internacionales?
-Es un factor que hay que mirar, pero cuando se habla de inversionistas extranjeros, hay una multiplicidad de tipos . Hay algunos de muy corto plazo, que probablemente están especulando y son más sensibles. Ellos tienen una manera de actuar muy distinta a un inversionista de largo plazo, como por ejemplo,un fondo de pensiones.
-¿Entonces, el inversionista de largo plazo no está preocupado?
-Van a estar muy expectantes sobre la visión que tienen de Chile respecto de las últimas cuatro semanas, que ha cambiado de forma sustantiva. Pero si uno ve la situación de las finanzas públicas del país, la inflación, tasas de interés, incluso la capacidad del Banco Central de intervenir el tipo de cambio, son elementos que dan sustento de que tenemos una economía relativamente sana.
-¿Es un buen momento para comprar acciones, dadas las valorizaciones?
-Creo que la mayoría de los inversionistas todavía va a querer esperar a ver cómo decantan las cosas, cómo va a ser el nuevo marco general. También, hay mucho interés en saber qué impacto tendrán las últimas semanas en la actividad económica. Y muchos analistas van a querer conocer mejor el efecto final de los cambios regulatorios.
-¿Cree que la depreciación del peso pueda provocar una fuga de capitales como en Argentina?
-Las circunstancias son muy distintas, tanto en el uso del dólar como una moneda paralela, como en la experiencia previa.