El presidente del Gobierno español, José
Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy la aprobación de un crédito
extraordinario de US$13.300 millones ampliables a US$40.257 millones para permitir, en lo
que queda de año, la compra de activos a las entidades financieras.
En una intervención en el Parlamento para convalidar las medidas
de apoyo a la banca, Zapatero también adelantó que el Banco Central
Europeo (BCE) ha remitido al Ejecutivo español un "informe
favorable" de estas medidas.
El jefe del Ejecutivo informó de que la habilitación de los
créditos necesarios para completar la dotación máxima del Fondo para
comprar activos se incluirá en la tramitación
parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado para 2009.
Zapatero explicó que los activos de "máxima calidad" se
adquirirán a partir de noviembre y que serán cédulas hipotecarias o
bonos de titulización, respaldados por préstamos de familias y
empresas no financieras.
Además aseguró que para garantizar que la financiación llegue a
empresas y ciudadanos, el fondo primará la adquisición de activos
respaldados por nuevo crédito, es decir, los otorgados después del 7
de octubre de 2008.
En cuanto al decreto-ley que recoge la posibilidad de que el
Estado conceda avales a las operaciones de financiación que hagan
las entidades financieras en España, insistió en que el objetivo que
persigue es el de ayudar a reducir la incertidumbre que hay sobre
estas entidades para la financiación a medio plazo.
El presidente recordó que desde este año se podrán avalar hasta
134.192 millones de euros, aunque no concretó cuál será el importe
máximo durante 2009.
Zapatero señaló que "más allá" de las medidas urgentes tomadas en
España y en el resto de la Unión Europea (UE) es necesaria una
reforma de la regulación y la supervisión bancaria.
Insistió en la necesidad de "ampliar el perímetro" del control y
la supervisión, incluyendo a todos los agentes financieros que hagan
peligrar la estabilidad; reforzar la regulación internacional de
exigencias de capital para aumentar los márgenes de seguridad del
sistema y reducir la posibilidad de quiebra de las entidades.
También señaló que se deben instaurar en toda Europa provisiones
anticíclicas como las que exige desde 1999 el Banco de España a las
entidades que operan en este país, y añadió que se debe prestar "más
atención" a los riesgos de liquidez en la regulación y supervisión
prudencial.
El presidente consideró necesario que se asegure la coordinación
de los distintos supervisores, y en este sentido valoró
positivamente la iniciativa de la Comisión Europea de constituir un
grupo de expertos que promuevan dicha coordinación a escala europea.
Zapatero reconoció que los problemas en los mercados financieros
y las entidades de EE.UU. y de varios países europeos en las últimas
semanas han "puesto en riesgo de colapso" el sistema financiero y
que por eso era necesaria una acción coordinada, además de
considerar "imprescindible" abrir nuevos cauces de financiación.