El presidente francés, Nicolas Sarkozy,
confía en que el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama,
colaborará estrechamente con la Unión Europea en el objetivo de
reformar las finanzas mundiales y "crear un mundo más justo".
"Esperamos que el presidente electo trabaje hombro con hombro
junto a nosotros", afirmó Sarkozy al término de la reunión
extraordinaria que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE
celebraron hoy para preparar la cumbre del G20 de Washington.
En la misma línea, el primer ministro británico, Gordon Brown,
confió en que el futuro inquilino de la Casa Blanca continúe la
cooperación establecida con George Bush para combatir la crisis
financiera.
"La administración americana que comience a trabajar en enero
estará interesada en que la economía mundial funcione", aseguró
Brown, que ayer habló con Obama.
Sarkozy, que también se comunicó la pasada noche con el vencedor
de las elecciones de Estados Unidos relató que durante su conversación le
planteó las principales ideas europeas de cara a la reforma del
sistema financiero mundial por la que aboga la Unión Europea tras la crisis.
El presidente francés resaltó la importancia de mantener una
buena coordinación con Obama, pues los Veintisiete plantean la
celebración de una nueva cumbre internacional 100 días después de la
que tendrá lugar el próximo día 15.
"Esa segunda cumbre sobre la gobernanza mundial que seguirá a la
de Washington ya será celebrada bajo mandato de Obama", recordó
Sarkozy.
Por su parte, el presidente del Eurogrupo y primer ministro
luxemburgués, Jean-Claude Juncker, alertó sobre los "desequilibrios"
de la economía estadounidense y consideró que las propuestas
electorales de Obama, como la de reformar la sanidad, no
contribuirán a arreglar la situación de doble déficit fiscal y
comercial del país.
"No veo cómo el nuevo presidente de EE.UU. podrá reducirlo (el
déficit) si va a aplicar su programa social, que yo por cierto
apoyo, pero es una operación que no se hace con un costo
presupuestario neutro", advirtió.
Juncker aseguró que es una "urgencia dotar a todos los
estadounidenses de un sistema de seguridad social civilizado", pero
afirmó que "creer que eso contribuirá a corregir el doble déficit
estadounidense, sobre todo el presupuestario, es una apreciación a
la que no me puedo adherir".
En términos generales, hoy se siguieron oyendo en Bruselas
mensajes de esperanza de cara al futuro de las relaciones
transatlánticas con Obama en la Casa Blanca.
El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, confió
en que Obama facilitará un "gran partenariado" con la UE, que
-aseguró- debe ser tratada por EE.UU. "de igual a igual en un mundo
multilateral".
Sarkozy también destacó la apuesta por el "futuro" que supone la
elección del ex senador demócrata y se mostró convencido de que su
Administración colaborará con Europa en algunos de los grandes
desafíos globales como la lucha contra el cambio climático y contra
la pobreza.
El presidente francés dijo esperar que Obama ayude a "poner el
medio ambiente en lo más alto de nuestras prioridades" globales y
consideró que es imposible tener "un desarrollo sostenible sin
EE.UU.".
"Tenemos que fijar nuestros ojos en el futuro y mirar en la misma
dirección, tenemos que darnos cuenta de que las expectativas que se
han creado no pueden defraudarse", aseguró.