“El senador Delcído (do Amaral) tiene la costumbre de mentir”, dijo ayer la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en referencia al parlamentario que la denunció por corrupción al interior de la petrolera estatal Petrobras.
“Las denuncias son absolutamente insignificantes y, sobre todo, mentira”, dijo ayer la jefa de Estado, en una breve declaración a la prensa. “Tengo la certeza de que la apertura de la investigación va a demostrar sólo que el senador, más de una vez, faltó a la verdad, como lo hizo anteriormente al declarar ante los ministros del Supremo Tribunal Federal”, agregó.
Rousseff añadió que la credibilidad del senador do Amaral (del PT, al igual que la jefa de Estado) “es bastante débil” y dijo que es necesario “investigar de dónde surgen las declaraciones” del parlamentario.
Filtraciones selectivas
La presidenta volvió a criticar lo que considera las filtraciones selectivas de información, que, según dice, tienen por objetivo dañar su imagen.
“Lamento que una vez más haya ocurrido algo tan grave: la filtración de algo a la prensa que estaba bajo secreto de investigación y que, extrañamente, se conoce en las vísperas de una decisión en el Senado” señaló. Agregó que solicitará al jefe de la Abogacía General de la Unión que pida al STF investigar el origen de dicha filtración.
Mañana viernes, una comisión de la cámara alta deberá votar si somete o no a la mandataria a un juicio político.