El presidente del banco central de Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, presentó ayer el plan de Política Monetaria 2016, el cual definió como un programa “de flotación cambiaria flexible con intervenciones ocasionales” del BCRA y con la mira puesta en la tasa de inflación como meta principal.
Sturzengger apuntó que los precios avanzan a un ritmo anualizado de 33,4%. Sostuvo que “en abril vimos una desaceleración subyacente de la inflación”. Además, adelantó que “nosotros vamos a tratar de bajarla lo más posible a 25%” para fin de año, apuntó. Eso no significaría que la inflación de 2016 vaya a cerrar con ese acumulado, sino que el “ritmo anualizado” de diciembre sea de 25%.
“En septiembre -agregó- el mercado está esperando una tasa de inflación de 1,5%”. Además, aseguró que aspira a “un 5% de inflación en 2019”.
En ese sentido afirmó que el foco de la política monetaria estará puesto antes que nada en el nivel de precios, y no en el valor del dólar, porque “no habrá nada más reactivante para la Argentina que baje la inflación”.
También reconoció que puede “preocupar” al BCRA una “fuerte apreciación del tipo de cambio”, pero sólo en el sentido de que se de en el marco de “un movimiento de capitales de corto plazo”.
El titular del BCRA insistió en que el principal objetivo de tasas es el de “contener la expectativa de inflación”. “La demanda de dinero tiene fluctuaciones importantes. Lo importantes es mantener la tasa de interés para contener esas expectativas”, argumentó.
En esa misma línea, anunció que “en septiembre” la entidad va a “hacer una migración formal al régimen de metas de inflación”, lo que quiere decir que desde entonces informará cuáles son esas metas y cómo se relacionan con las otras políticas de la entidad.
En cuanto al mercado cambiario, remarcó que “el tipo de cambio es flexible, con intervenciones ocasionales” del banco central. “Esa flotación -vaticinó- va a hacer que en un momento se desconecten los precios locales de los internacionales”, lo que implicaría que no cualquier devaluación tenga un traslado inmediato a precios.
También apuntó que está previsto que el BCRA “va a estar financiando con 160.000 millones de pesos argentinos (US$ 11.170 millones) al fisco” y que “la idea es que sean aproximadamente $ 40.000 millones por trimestre”. Anticipándose a la pregunta de “cómo cierra eso con el equilibrio monetario”, mostró proyecciones sobre el nivel de esterilización necesario.
“La gente ya es mucho más feliz. No lo dice el gobierno, lo dice el mercado”, remató.
Con la llegada de Sturzenegger al banco central volvió a publicarse el programa monetario, un intento de la entidad por alinear las expectativas en torno a la oferta de pesos y el devenir de los precios.