El presidente del Banco Central
Europeo (BCH), Jean Claude Trichet, aseguró hoy que la transparencia
de los actores e instrumentos financieros y la unidad son las
mejores recetas para un momento de grave crisis como la actual en
los mercados.
"Los europeos y los demás actores de la economía internacional
tienen ahora más consenso para pensar que necesitamos más
transparencia de las instituciones, de los instrumentos financieros,
de los mercados", dijo Trichet, en una intervención hoy en la
Conferencia de Política Mundial que se celebra en Evian.
"La ausencia de transparencia es la mejor receta para llevarnos
al peligro, pues hay un factor detonador que explota y provoca el
efecto contagio", señaló.
En opinión de Trichet, la "oscuridad" o falta de transparencia
contribuyó en gran medida a la actual crisis y a otras anteriores,
como la asiática de finales de los años 90, y esa es "una de las
lecciones que se deben sacar de esta crisis que afecta al corazón
del sistema financiero mundial".
"En los últimos años habíamos tenido un gran aumento de la
sofisticación de los instrumentos financieros, que disimulaban la
cantidad de riesgos existentes y propiciaban la oscuridad, porque
debido a esos instrumentos una serie de informaciones no se hicieron
públicas", afirmó Trichet para explicar en parte su diagnóstico de
la crisis.
En la crisis actual -dijo- el detonador fueron las hipotecas
"subprime" de Estados Unidos, que estallaron "porque había
oscuridad".
Junto a la necesidad de transparencia, Trichet hizo un nuevo
llamado a la unidad para la gestión de la crisis, tanto a nivel
europeo como mundial, como factor fundamental para devolver la
confianza.
La cooperación entre los grandes bancos centrales y las
decisiones de consenso adoptadas esta semana por los europeos son
elementos fundamentales para crear de nuevo confianza, agregó
Trichet.
Por parte del BCE, dijo que seguirá haciendo todo lo posible para
asegurar la liquidez, y destacó las relaciones intensas que mantiene
con los bancos centrales y los recientes acuerdos de "swap"
(intercambios) alcanzados.
El presidente del BCE reconoció que esta crisis es "original"
porque afecta al corazón del sistema financiero mundial, pero
recordó que ya en los años 80 hubo crisis graves, cuando continentes
enteros, Latinoamérica y África, hicieron bancarrota, y otras
posteriores como la asiática.
Señaló que en agosto de 2007 los bancos centrales y el BCE ya
advirtieron de que en la economía internacional había "una
subestimación de los riesgos y del precio de los riesgos", debido a
los grandes cambios estructurales que se dieron en los últimos años.