Los ministerios de Trabajo de los
países del Mercosur reconocieron hoy que la crisis financiera
internacional puede afectar el crecimiento regional y propusieron
acciones coordinadas para enfrentar amenazas como el desempleo.
En una declaración firmada hoy en Río de Janeiro, los ministros o
sus representantes pidieron acciones coordinadas para preservar la
expansión económica y los empleos en cada uno de los países del
bloque suramericano, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay, más Venezuela que está en proceso de adhesión plena.
También recomendaron que sea fortalecido el mercado regional por
medio de una mayor integración entre los países socios y evitar que
la zona "se convierta en una de las variables de ajuste para las
economías que sufren con mayor fuerza las consecuencias de la crisis
internacional".
El documento fue suscrito por los ministros de Trabajo de Brasil,
Carlos Lupi; Paraguay, Blas Lano; Uruguay, Eduardo Bononi, y
Venezuela, Roberto Hernández, así como por la viceministra del
Trabajo y Seguridad Social de Argentina, Noemi Rial.
Al manifestar su "preocupación con la grave crisis en el mercado
financiero y sus eventuales repercusiones en nuestros países",
señalaron que será afectado el ritmo de crecimiento económico y
están amenazadas las políticas de promoción del empleo, el combate a
la pobreza y la aceleración del desarrollo.
El contenido de la declaración colectiva coincide también con un
informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que
advirtió hoy en Ginebra de que la crisis aumentará en 20 millones el
número de desempleados en el mundo desde ahora hasta finales del
2009.
Mientras, observadores como el ex director general del Fondo
Monetario Internacional, Michel Camdessus, advirtieron que sería "un
cuento de hadas" creer que la crisis no afectará a países como los
de América Latina.
Sin embargo, el texto de los ministros del Mercosur contrasta con
el manifiesto optimismo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva,
cuyo ministro Lupi repitió ante periodistas el discurso oficial de
que la crisis "de las hipotecas" no afectará a Brasil.
"Nuestro escenario no es ese. Aquí en América Latina no creo en
pérdida de empleo. Puede que no crezca tanto como preveíamos, pero
caída no habrá", dijo Lupi al ser consultado respecto a las
proyecciones de la OIT.
Al reprochar la "visión negativa de algunos economistas", Lupi
dijo que su país ha tomado "todas las medidas para proteger el
sistema financiero y lo que puede ser afectado es muy pequeño
respecto a Europa y Estados Unidos".
Por su parte, la viceministra argentina dijo que "seguramente"
habrá algún coletazo, fundamentalmente en filiales de empresas
multinacionales.
"No vamos a facilitar ni los despidos ni suspensiones, porque no
se puede hablar de crisis económica cuando ha transcurrido tan poco
tiempo desde el estallido de la crisis de Europa", dijo Rial.
Hasta ahora el mayor impacto se ha sentido en el sector
automotriz, "pero el resto no ha sufrido ni ha habido reducciones de
puestos de trabajo", afirmó.
El venezolano Hernández explicó al respecto que se buscan
herramientas comunes para evitar que las economías de la región sean
usadas como variables para disminuir el impacto en empresas de los
países centrales.
Hernández advirtió que obviamente durante recesiones económicas
el efecto principal es la disminución del empleo, por lo que se debe
responder "intensificando la integración para fortalecer nuestros
mercados regionales y evitar que la crisis en los países
desarrollados afecte nuestras política de empleo".