Los principales líderes del Senado de
Eestados Unidos urgieron hoy a restaurar la unidad para sacar adelante un
plan contra la crisis financiera como el que rechazó ayer la Cámara,
y que desató acusaciones cruzadas entre demócratas y republicanos.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, y
el líder de la minoría, el republicano Mitch McConnell, hicieron hoy
un llamado para acabar con las acusaciones e iniciar la negociación
de un plan consensuado.
La Cámara de Representantes rechazó ayer el plan que habían
negociado los dos partidos durante el fin de semana, y que hubiera
permitido al Tesoro contar con hasta 700.000 millones de dólares
para rescatar a la banca de la crisis financiera y devolver la
normalidad a los mercados de crédito.
Hoy mismo, el presidente de EE.UU., George W. Bush, instó también
al Congreso a alcanzar un acuerdo porque, dijo, se está ante "un
momento crítico" para la economía del país, lo cual requiere de una
actuación "urgente", porque si no se actúa ahora "la situación
empeora día a día".
En un discurso en el Senado, Harry Reid dijo: "El juego de las
acusaciones debe acabar, porque necesitamos ponernos a trabajar en
lo que necesita el país".
Por su parte, McConnell, aseguró que el acuerdo debe estar
concluido esta misma semana. "Acabaremos el trabajo pendiente",
dijo.
Entre las opciones que hay sobre la mesa está la de modificar el
plan de rescate que votó ayer la Cámara, con objeto de sumar los
apoyos de los legisladores que se opusieron, o bien elaborar uno
nuevo.
El Senado podría ser la primera cámara en votar el nuevo plan, ya
que existe un mayor consenso entre los legisladores que en la Cámara
de Representantes.
La Cámara Baja, por su parte, ha convocado a sus miembros a
discutir el asunto el próximo jueves.