La autoridad fiscal de Reino Unido se reunirá con las fuerzas del orden público la próxima semana para considerar si hay motivos para investigar al grupo bancario HSBC.
La reunión entre HM Revenue & Customs y la Oficina de Fraudes Graves, la policía y otras autoridades discutirá cómo compartir la información robada de la operación bancaria suiza del HSBC que ha desencadenado una tormenta política.
El movimiento es lo último en el escándalo que envuelve a HSBC desde la publicación de detalles dañinos sobre la presunta evasión fiscal por parte de los clientes ricos de su banco privado suizo. La semana pasada, las oficinas de HSBC en Ginebra fueron allanadas por la fiscalía local.
Altos funcionarios fiscales comparecieron ante los miembros del Parlamento ayer para anunciar que la Revenue tenía la autorización del gobierno francés para pasar los datos bancarios filtrados del HSBC a otras autoridades judiciales.
Las restricciones impuestas anteriormente significaban que los datos podrían ser utilizados sólo para perseguir los casos de evasión de impuestos en vez de otros posibles delitos como el blanqueo de dinero.
La reunión de la próxima semana incluirá al SFO, la Autoridad de Conducta Financiera, Servicio de Fiscalía de la Corona, la Policía de la Ciudad de Londres, Agencia Nacional del Crimen y la Eurojust, una agencia de la UE que maneja la cooperación judicial en materia penal.
La Revenue confirmó que ya había iniciado conversaciones con otras agencias de la ley de Reino Unido sobre la explotación de los datos.
HMRC dijo que había recibido los detalles de los franceses en 2010, bajo estrictas condiciones de los tratados internacionales.
Dijo que las autoridades francesas confirmaron el lunes que estaban "levantando las restricciones sobre el uso y la puesta en común de los datos con otros organismos del orden público y reguladores con el fin de investigar las infracciones penales".
Lin Homer, la presidenta ejecutiva de la Revenue, dijo que creía que las restricciones habían sido levantadas por los franceses debido a la amplia publicación de los datos.
En una reunión con los diputados de la Comisión de Hacienda, los funcionarios de la Revenue dijeron que habían obtenido sanciones por 15 millones de libras (US$ 23 millones) e impuestos por 120 millones de libras y fijado una prosecución de más de 1.000 de los titulares de cuentas suizas de HSBC no autorizadas.
La polémica fue provocada por unos informes que muestran cómo a algunos de los clientes del HSBC de Suiza entre 2005 y 2007 se les ofreció una variedad de servicios para ayudarles a esquivar los impuestos.
Estos incluían darles "ladrillos" de monedas extranjeras imposibles de rastrear y la creación de compañías en el extranjero para ocultar la riqueza no declarada.