Por G. Chazan, E. Rigby/
E. Crooks
Londres/Nueva York
El gobierno británico está respaldando a BP en su disputa sobre su futuro en EEUU, catalogando como “excesiva” una prohibición que impide a la compañía ganar contratos federales debido al desastre de Deepwater Horizon en 2010.
En un documento judicial que está considerando la jugada de BP para levantar la prohibición, la nación afirmó que la decisión de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU de bloquear a la firma de contratos gubernamentales “afecta empleos y pensiones de trabajadores en el Reino Unido, Estados Unidos y otros lugares”.
Hasta ahora, el Reino Unido había realizado intervenciones tras bambalinas a nombre de BP, pero esta es su defensa pública más fuerte desde el derrame.
La movida amenaza con convertir el tema de una disputa que involucra a una empresa privada a una pelea diplomática, aunque funcionarios británicos aseguraron que la acción fue hecha sólo en términos empresariales.
El creciente costo del desastre para BP, que se estima en US$ 42 mil millones, y su efecto sobre los inversionistas y trabajadores ha sido una materia de mayor preocupación para el gobierno.
Un funcionario del gobierno comentó a FT: “esto es un argumento económico. BP es vital para los empleos y fondos de pensiones británicos: las firmas del país necesitan certeza para operar e invertir”.
La fuente declaró que la nación reconocía la seriedad del derrame, pero agregó que era “importante que donde las empresas se hacen responsables, como lo ha hecho BP, ellas sean tratadas de manera justa bajo la ley”.
BP ha enfrentado un sinnúmero de problemas legales y regulatorios en EEUU desde que la plataforma petrolera Deepwater Horizon explotó en abril de 2010, matando a once empleados y provocando el peor derrame de petróleo en el agua en la historia de EEUU.