Mientras el nuevo libro de Tim Clissold se preparaba para ser publicado, los fiscales chinos multaron a GlaxoSmithKline con 300 millones de libras esterlinas y le dieron a uno de sus altos ejecutivos británicos una pena de cárcel suspendida. En otro caso, una corte de Shangai condenó a un investigador británico y a su esposa estadounidense por violar las leyes de privacidad y los sentenció a hasta dos años y medio en prisión.
Las autoridades de competencia de China recientemente han penalizado a las firmas de vehículos europeas y japonesas por supuestas infracciones de la ley antimonopolio, sumando a la paranoia de una comunidad de inversión foránea que cada vez más se siente bajo asedio. A la luz de estos y otros eventos, el intento de Clissold de encapsular cómo funciona China en cinco claras reglas es muy oportuno.
Todas están respaldadas por su convicción que el comportamiento empresarial y regulatorio chino, que a menudo confunde, es de hecho lógico y comprensible. Sólo se necesita entender los problemas y prioridades del socio o el regulador y los antecedentes culturales e históricos que los conforman.
Los conocimientos que Clissold muestra sobre la forma de lograr acuerdos en China surge básicamente de una habilidad -nacida de años de experiencia y de su fluidez en mandarín- de ver cualquier situación desde un punto de vista de una contraparte local.
Por lo tanto, cuando un banquero de inversión en Londres despotrica en contra de un socio chino repentinamente reacio, reclamando que la insistencia de último minuto de cambiar los términos del acuerdo "arruinará su reputación en la City", Clissold sabe que al socio chino no le importa la City.
En vez de eso, él se dispone a descubrir qué problema ha encontrado la parte local y resuelve cómo el inversionista foráneo puede ayudar a abordarlo. Al alinear los intereses de ambas partes, el acuerdo es salvado.
El primer libro éxito de ventas del emprendedor británico y autor, Mr. China, fue un recuento clásico de su intento en los '90 de invertir -y luego salvar- un fondo de US$ 400 millones levantado por un banquero célebre de Wall Street quien compró participaciones en fábricas en todo el país.
En Chinese Rules, los fans del primer libro encontrarán muchas de las historias que sólo ocurren en China de la reencarnación del autor como un emprendedor de crédito de carbono.