Marcos Galperín: construyendo el eBay de Latinoamérica
El emprendedor puntocom argentino creó en 1999 MercadoLibre, el sitio de ecommerce más visitado de la región.
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Mucho ha cambiado en la vida de Marcos Galperín desde 1999, cuando él y un colega crearon lo que llegaría a ser el eBay de Latinoamérica. Pero el emprendedor puntocom argentino, de 43 años, no ha perdido ni un ápice del vigor juvenil que le llevó a fundar MercadoLibre, el sitio web de comercio electrónico más visitado de la región.
"Me siento igual que hace quince años. Siento la desesperación de que hay tanto por hacer, que esto está sólo empezando", dice el presidente ejecutivo de MercadoLibre, explicando que aunque su sitio de compras online se ha convertido en el líder indiscutible del ecommerce en Latinoamérica, el sector se encuentra todavía muy inmaduro.
Se ve muy similar también. Con un polerón con capucha, recostado en un sofá, con los pies hacia arriba y un computador portátil sobre las rodillas mientras espera a FT, Galperín podría ser un empleado más en las oficinas de MercadoLibre en Buenos Aires. Llenan tres plantas en la parte superior de una torre reluciente sobre las aguas turbias del Río de la Plata.
Es un largo camino desde el garaje del negocio de cuero familiar, donde las operaciones de MercadoLibre comenzaron.
Fue justo antes de que la burbuja de las puntocom estallara en 2000, lo que podría haberse traducido en fatalidad para el incipiente proyecto. Sin embargo, Galperín sabía una cosa o dos acerca de recaudar dinero, después de haber trabajado en JPMorgan y en el departamento de finanzas de la mayor compañía petrolera de Argentina, YPF; el fuerte apoyo financiero a MercadoLibre ayudó a sobrevivir al colapso.
Recuerda bien el momento en que persuadió al primer inversionista para respaldar su iniciativa, cuando estaba terminando su MBA en Stanford Graduate School of Business en California. Estaba llevando al aeropuerto al financista John Muse, que había dado una conferencia, cuando aprovechó la oportunidad para lanzarle su idea. El co fundador del fondo de capital privado Hicks Muse Tate fue persuadido en el momento en que abordó su jet privado.
"Volví a casa y le dije a mi novia: '¿Te acuerdas de ese viaje que íbamos a hacer para Europa después de la graduación? Bueno, no va a pasar'", dice Galperín. Él ya había descartado sus sueños de estrellato deportivo a pesar de haber sido seleccionado en el equipo nacional de rugby junior de Argentina.
De hasta 40 rivales en Latinoamérica en este momento, sólo un puñado podría aumentar el financiamiento significativamente, señala Galperín, quien también aseguró fondos de JPMorgan, Goldman Sachs, GE Capital, Flatiron y Banco Santander. "Nosotros fuimos los únicos que no tiramos el dinero haciendo publicidad en medios masivos. En su lugar, nos centramos en conseguir un equipo unido y un buen producto. Eso es lo que nos diferencia", dice. Su co fundador fue Hernán Kazah, que también estuvo en Stanford en ese momento y que dejó la compañía después de diez años.
Para 2001 -cuando Argentina se esteba sumiendo en una profunda crisis económica- MercadoLibre ya había llamado la atención de eBay, que adquirió un 19,5% de participación a cambio de su filial brasileña. MercadoLibre mantiene una relación inusual con eBay, que es tanto su accionista como su competidor, indica Galperín, es un "eneamigo"; pero fundamentalmente el grupo estadounidense se comprometió a no volver a la región durante al menos cinco años. Esto allanó el camino para la rápida expansión de MercadoLibre, justo a tiempo para recaudar más fondos cuando se abrió a la bolsa de Nueva York en agosto de 2007, el mismo día que los historiadores económicos dicen ahora que marcó el inicio de la crisis financiera mundial.
A pesar de los problemas económicos, MercadoLibre se ha convertido en un nombre familiar en toda Latinoamérica. Con una capitalización de mercado de US$ 6 mil millones, el año pasado alcanzó los casi 30 millones de compradores y vendedores -alrededor de 5% de la población total de la región- de todo, desde computadores a autos. El valor bruto anual de las mercancía -el costo total de los bienes vendidos- fue casi
US$ 8 mil millones.
Galperín reconoce que las cifras son "minúsculas" en comparación con el crecimiento que espera que en los próximos 20 años, con sólo 5% de los latinoamericanos que participan en el comercio electrónico, frente al 15% en Estados Unidos. En los próximos cinco años, cuando más latinoamericanos usen Internet, los analistas esperan que el valor bruto de la mercancía de MercadoLibre se duplique, a pesar de las perspectivas sombrías para las economías de algunos de sus principales mercados, como Brasil y Venezuela.
"La velocidad a la cual las personas están accediendo a Internet y comprando online por primera vez está en una escala diferente en relación con los patrones de consumo. No es sólo más rápida, está en una liga diferente", sostiene Galperín, y agrega que las conexiones de banda ancha son aproximadamente 2.000 veces más rápidas que en 1999.
De hecho, MercadoLibre ha tenido buenos dividendos en algunas de las economías de peor desempeño de la región, tales como Venezuela. Los retailers tradicionales allí están sofocados por la regulación, lo que se traduce en estantes vacíos y en una población con problemas de liquidez que vende sus posesiones, mientras que muchos simplemente tienen miedo a salir a comprar por el crimen desenfrenado. "Cuanto más ineficiente es el retail, más valor podemos ofrecer a la sociedad".