Varias compañías que cotizan en bolsa en EEUU han sido las primeras multinacionales en advertir a los inversionistas que podrían verse afectadas por el nuevo impuesto de Reino Unido sobre los beneficios.
Los grupos de tecnología, bienes de lujo y seguros son los primeros de lo que probablemente serán decenas de empresas que informen sobre su posible exposición al tributo, apodado la “tasa Google”.
El impuesto a las empresas anunciado por el canciller George Osborne en una conferencia del Partido Conservador el año pasado ha despertado la ira de los líderes empresariales y políticos, sobre todo en Estados Unidos, que dicen que Reino Unido está socavando los esfuerzos por alcanzar un consenso global sobre cómo hacer frente a la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (BEPS).
Las empresas que han informado de su posible exposición a la tasa incluyen a Michael Kors, el retailer de artículos de lujo, QLogic Corporation, el grupo de semiconductores, y Steiner Leisure, propietaria de Elemis, la compañía de spa y cosméticos británica. Dijeron a los inversionistas que no podían descartar la posibilidad de que el impuesto tenga un efecto significativo en sus finanzas.
Un total de once empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos han alertado sobre el impuesto en los informes a los inversionistas, según una revisión de Financial Times de los documentos presentados ante la Comisión de Valores y Bolsas (SEC).
Este mes, el ministro de Hacienda David Gauke defendió el impuesto y dijo que era “consistente con el objetivo del proyecto BEPS”.
Se espera que el impuesto recaude 1.400 millones de libras durante los próximos cinco años por la imposición de una carga del 25% sobre los “beneficios desviados” ganados por las empresas para evitar tener una presencia imponible en Reino Unido.