En la semana hasta el jueves, US$ 9.300 millones de fondos salieron de los mercados emergentes, según datos del rastreador de fondos EPFR, la mayor cantidad desde 2008, en medio de la crisis financiera.
De ese monto, US$ 7.100 millones procedían de fondos privados chinos, que durante las tres semanas anteriores habían anotado robustos flujos de ingreso, incluyendo un récord de US$ 4.600 millones la última semana de mayo.
Los fondos globales de los mercados emergentes experimentaron un retiro de US$ 829 millones, mientras que los fondos de Latinoamérica perdieron US$ 442 millones.
Los mercados emergentes están bajo una creciente presión debido al fortalecimiento del dólar, algo que a menudo ha provocado un bajo rendimiento de los activos de los emergentes. En el último mes, el rublo ruso ha caído 8,6% frente al dólar, el peso colombiano ha perdido 5,9% y el dólar malayo (ringgit) un 3,2%. Los bonos se han visto afectados en particular porque el aumento del rendimiento de la deuda pública alemana y la mejora de los datos económicos en Estados Unidos podrían provocar un replanteamiento sobre la exposición a créditos de menor calificación.
Sin embargo, los rendimientos de los bonos del mundo desarrollado se mantienen bajos y los inversionistas que buscan rendimientos pueden sostener el apetito por tener deuda más riesgosa del mundo en desarrollo.
Muchas naciones en desarrollo también están en medio de una desaceleración económica, a medida que la demanda china por materias primas decrece y los auges de crédito domésticos se detienen. La semana pasada, el Banco Mundial advirtió que las economías emergentes enfrentan una "desaceleración estructural" que probablemente se extienda por años, justo cuando la actividad en Occidente coemnzara a repuntar.
El mercado accionario de China, la principal fuente de salidas de la semana, presenta diferentes preocupaciones. Pese a la desaceleración de la economía, los índices de Shangai y Shenzhen se han más que duplicado en los últimos doce meses. El rally, sin embargo, se ha caracterizado por la apertura de nuevas cuentas de operaciones de retail, el alza de la facturación y el rápido aumento del margen de deuda. Esto eleva la preocupación por una burbuja.
El Shangai Composite transa 25,7 veces las ganancias actuales, frente a sólo 9,7 veces hace un año. Listarse en China es normalmente 38% más caro que en Hong Kong, un signo de la creciente desconexión entre el mercado onshore y offshore.
"Todo el mundo ve una burbuja y se han quedado pegados en este tema por años", dijo Markus Rosgen, analista de Citi. "Si no eres dueño, es una burbuja. Si eres dueño, estás en un mercado alcista".