El premier chino Li Keqiang busca grandes contratos en América Latina
Entonces Li realizará una gira de ocho días por América del Sur visitando Brasil, Colombia, Perú y Chile.
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El premier chino Li Keqiang llega a Brasil el lunes en su primera visita oficial a América Latina con acuerdos comerciales e inversiones de decenas de miles de millones de dólares en esta última señal de la creciente influencia de China en el continente.
Durante su visita de tres días, Li será testigo de las firmas de al menos 50 mil millones de dólares de inversión china en la infraestructura en Brasil, dijo un oficial sénior brasileño la semana pasada.
Brasil está tratando de acelerar la renovación de su infraestructura mientras se prepara para los Juegos Olímpicos el año entrante en medio de una fuerte ralentización económica exacerbada por un descenso en la demanda de materias primas en China.
Entonces Li continuará su gira de ocho días por América del Sur visitando Colombia, Perú y Chile.
Los cuatro países representan el 57 por ciento del comercio floreciente entre China y América Latina. Beijing está muy interesado en aumentar su inversión directa en la región, particularmente en los caminos, puentes y vías ferroviarias como los que ya ha construido a lo largo de su propio país.
Se espera que un acuerdo propuesto acerca de una vía ferroviaria transandina, que uniría la costa del Atlántico en Brasil con la costa del Pacífico en Perú sea el elemento central de esta visita.
Si se construye, permitiría a China aumentar sus importaciones directas de materia prima tal como soja y mineral de hierro de Brasil y Argentina, a la vez que evitaría usar el Canal de Panamá, que es considerado por Beijing como un punto de control estratégico de EEUU.
La creciente influencia china en la región considerada en alguna ocasión como el "patio trasero" de EEUU, es vista por algunos como un reto a la "doctrina Monroe", establecida por Washington hace dos siglos para desincentivar la influencia extranjera, particularmente europea, en la región.
Algunos diseñadores de políticas en Beijing han argumentado que China debería aumentar su participación en América Latina como un contrapeso a la enorme presencia diplomática, económica y militar de EEUU en Asia.
En enero, el presidente chino Xi Jinping prometió 250 mil millones de dólares de inversión en América Latina durante la siguiente década, subrayando el fuerte interés económico de China en la región.
Para el fin del año pasado, la inversión directa de China en América Latina totalizó 99 mil millones de dólares, según las cifras del gobierno chino.
El comercio bilateral entre China y Brasil creció trece veces en términos de valor entre 2001 y 2013, según las estadísticas brasileñas y China ha sido el mayor socio comercial de Brasil desde 2009.
Pero una pronunciada desaceleración económica en China, encabezada por el debilitamiento en la demanda de materias primas y la declinante construcción, significó que el comercio anual total entre China y América Latina solamente incrementó 0.8 por ciento en 2014 en comparación con el año anterior. Como resultado de la desaceleración en casa, las enormes compañías paraestatales chinas de infraestructura y construcción están buscando oportunidades al otro lado del océano para construir los puertos, vías de ferrocarril, carreteras y aeropuertos que ya son ubicuos en China.
Los préstamos chinos a América Latina se incrementaron el año pasado por más de 70 por ciento, llegando a 22 mil millones de dólares, eclipsando los préstamos combinados de instituciones tales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, de acuerdo con los estimados del grupo de estudio Inter-American Dialogue.