Por C. Jones, T. Buck y C.Thompson
El costo de endeudamiento para los países golpeados por la crisis en la eurozona está desplomándose en medio de expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) estará obligado a comenzar a comprar bonos gubernamentales para defenderse del fantasma de la deflación.
Los rendimientos de los bonos a diez años del gobierno portugués cayeron el viernes por debajo de 4% por primera vez desde principios de 2010, mientras que los rendimientos españoles a diez años cayeron a su mínimo en cerca de una década.
Los temores de que la zona euro se está inclinando hacia una deflación al estilo japonés se avivaron aún más después de que la semana pasada los precios cayeron en España este mes y la inflación bajó en Alemania.
La caída inesperada en los precios españoles coronó una semana en que se vio a los rendimientos de la deuda de los países periféricos caer y el euro a la baja, luego de que el banco central alemán redujera radicalmente su oposición a la posibilidad de un programa de compra de bonos del BCE.
Con la inflación de la eurozona llegando a 0,7% -muy por debajo de la mitad del objetivo de poco menos de 2% del banco central- las autoridades ya estaban bajo presión para actuar incluso antes de que se revelaran las cifras la semana pasada.
Nuevas estimaciones
Es casi seguro que las menores presiones sobre los precios en España y Alemania, dos de las mayores economías del bloque, signifiquen que la inflación de la zona euro registrará un nuevo mínimo cuando las estimaciones sean liberadas hoy.
Una lectura de inflación en línea con las estimaciones de analistas de 0,6% sería una mayor presión sobre los responsables de las políticas en Frankfurt para votar por una acción radical en la reunión del BCE que se realizará el jueves, aunque experimentados observadores de los bancos centrales no esperan que el Consejo gobernante dé a conocer un programa de compra de bonos rápidamente. Sin embargo, los comentarios de Weidmann, que vienen en medio de declaraciones pasivas por parte de otros miembros del consejo, han aumentado las expectativas de acción en los próximos meses.
“Los inversionistas ya están descontando una creciente probabilidad de la flexibilización cuantitativa”, dijo Richard McGuire, estratega de tasas de Rabobank. “En este juego de poker monetario, el BCE ha tratado de convencer al mercado de que tienen una escala real, pero sin llegar a mostrar su mano, pero su engaño fue descubierto y se tendrá que ir por el camino monetario no convencional”.