Por G. Chon, A. Baker y C. Hall
Washington/Bruselas/Nueva York
Jack Lew, el secretario del Tesoro de EEUU, advirtió que las reformas financieras de Wall Street que buscan terminar el problema de los bancos que son “muy grandes para caer” se quedaría corta a menos que los reguladores internacionales hicieran que los bancos globales cumplieran los mismos estándares.
La Corporación Federal de Seguro de Depósitos de EEUU está finalizando los planes que permitirían cerrar bancos estadounidenses en problemas sin poner en riesgo al resto del sistema financiero, pero hay preguntas sobre si otros países honrarían esas medidas y la compatibilidad de las reglas foráneas.
Lew alertó que el “fracaso de resolver tales arreglos ahora podría representar un riesgo futuro significativo para nuestro sistema financiero”. Él afirmó que la recientemente terminada regla Volcker, que prohíbe el trading propietario y que se votará esta semana, había hecho al sistema financiero más seguro y fuerte.
“Queremos una carrera global hacia la cima”, aseguró Lew en un discurso en el Pew Charitable Trusts, la organización de política pública. “Déjenme ser claro: presionaremos a otras jurisdicciones para que igualen nuestros robustos estándares, incluyendo Europa y Asia”.
Sin embargo, Michel Barnier, el comisionado de mercado interno de la UE, declaró que las reglas europeas eran “robustas y a menudo idénticas a aquellas en EEUU. En algunos casos son incluso más duras”. También le restó importancia al deseo de superarse entre ambos, diciendo que ni EEUU ni la UE necesitaban enseñar o aprender del otro.
En EEUU, la Comisión de Comercio en Futuros sobre Mercancías (CFTC, su sigla en inglés) ha creado reglas para los mercados de derivados, pero ha atraído críticas por parte de los reguladores europeos y asiáticos. “Habrá temas transfronterizos difíciles que manejar y estos son más complejos porque otras naciones se están moviendo mucho más lento que EEUU”, declaró Lew.
El avance de la regulación es complejo. EEUU y la UE se quedaron detrás de Suiza y algunos países asiáticos en adoptar los estándares más severos de capital bancario Basilea III, mientras que EEUU y el Reino Unido se han movido más rápido en exigirles a los bancos que escriban los llamados documentos de voluntades anticipadas para facilitar el cierre de ellos en una crisis.
Lew repitió el compromiso de que EEUU eventualmente resolverá el problema de los bancos peligrosamente grandes. Pero los expertos de la industria se mantienen escépticos. “Simplemente no hay una manera de evitarlo”, expresó Mike Mayo, analista de CLSA.