Los costos de endeudamiento de los mercados emergentes alcanzaron su nivel más alto en cinco años ayer, con los inversionistas advirtiendo que el mundo en desarrollo se enfrenta a una crisis crediticia.
El debilitamiento de las divisas locales está presionando las ventas, dejando a los emisores de deuda denominada en dólares, como Brasil y Sudáfrica, ante unos costos de interés marcadamente más altos.
En medio del desplome global de los mercados, la salida de los inversionistas de Asia, Medio Oriente y América Latina llevó a un inversionista a calificar el día como el “miércoles negro de los emergentes”.
“Una contracción del crédito es una preocupación”, dijo Franck Nicolas, jefe de inversión de Natixis Asset Management. “La demanda mundial de activos emergentes era enorme e infló una gran cantidad de activos. Ahora la situación está cambiando”.
Los exportadores de materias primas lideraron la caída cuando el petróleo retrocedió por debajo de US$ 30 por barril de nuevo. El real brasileño y el peso mexicano declinaron fuertemente, liderados por una pérdida de 2,9% del rublo ruso más allá de 80 unidades por dólar, un mínimo histórico. El promedio de los costos de endeudamiento de los gobiernos en dólares llegó a 6,7%, desde el 5,3% del año pasado, según un índice de JPMorgan, mientras que la prima de riesgo entre los bonos de los emergentes y el Tesoro de EEUU superó niveles alcanzados durante la crisis de la eurozona. En Ghana, el rendimiento de un bono a 2026 saltó de 8,41% a 15,10%.
Bernd Berg, director de estrategia de emergentes de Société Générale, utiliza la etiqueta “miércoles negro” para describir las últimas subidas de rendimiento y atribuye la venta masiva al sombrío panorama económico mundial dado por el FMI.
El martes, el Fondo redujo su pronóstico de crecimiento mundial para 2016 y 2017, y señaló que una fuerte desaceleración en el comercio entre China y los precios de las materias primas ha provocado una desaceleración generalizada en los emergentes.
“Lo que está sucediendo es una revisión de la realidad”, dijo Adam Slater de Oxford Economics. “Las persistentes dudas sobre si el mundo podría soportar una subida de tipos de interés de EEUU y la desaceleración de China se traducen ahora en preguntas sobre si el mundo enfrenta una nueva recesión”.
La política monetaria expansiva en EEUU contribuyó a la explosión en la emisión de deuda de los emergentes entre 2010 y 2014. Las empresas más que cuadruplicaron su deuda desde US$ 4 billones (millones de millones) en 2004 a más de US$ 18 billones en 2014. Con la subida de tasas y la pérdida de confianza en China, los flujos de capital extranjero se han revertido, presionando el costo del endeudamiento.
El índice de divisas de JPMorgan ha caído 3,7% este año, llevando a algunos países a imponer bloqueos para evitar un mayor colapso de sus monedas. Azerbaiyán anunció su plan para establecer un impuesto de 20% sobre el retiro de dinero en efectivo del país esta semana. El banco central de México, en tanto, ha sugerido políticas monetarias no convencionales para estimular a las economías emergentes.