El Banco Central Europeo está trabajando en medidas para flexibilizar las restricciones del crédito a las pequeñas empresas de la zona euro, las que revelaría junto a recortes de las tasas de interés en la reunión de política monetaria de junio.
Mario Draghi señaló la semana pasada que las autoridades monetarias están preparadas para contrarrestar la baja inflación, que en 0,7% está por debajo de la mitad de la meta del BCE de sólo por debajo de 2%. Después de la reunión de política monetaria de mayo, el presidente del BCE aseguró que las autoridades estaban “cómodas con actuar la próxima vez”.
El BCE está considerando acciones que incluyen una subasta de dinero barato del banco central, lo que se conoce como una operación de refinanciamiento a largo plazo, o comprar lotes de préstamos de PYME repaquetizados como títulos respaldados por activos (ABS, su sigla en inglés). La operación de refinanciamiento llegaría con la condición de que los bancos aumenten los préstamos a las pequeñas empresas del bloque.
Un funcionario dijo a Financial Times que las autoridades monetarias habían discutido ambas opciones en la reunión de la semana pasada, pero que el banco central estaba mucho más cerca de cerrar los detalles de una subasta de liquidez enfocada que un programa de compra de ABS.
Están creciendo las expectativas de que, después de seis meses de mantenerse firme, el BCE finalmente responderá a la amenaza de una débil inflación, que amenaza con descarrilar la recuperación de la región y exacerbar las cargas de deuda de los gobiernos y el sector privado en la periferia.
Pese a que Draghi dijo que había consenso dentro del consejo del BCE por la “insatisfacción sobre el patrón proyectado de inflación”, señaló que si las autoridades actúan en junio dependerá de los últimos pronósticos del banco central para las presiones de precio, que se publicarán el día de la reunión.
Alemania apoya los recortes
Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank alemán y el miembro más duro del comité, indicó que respaldará los recortes a las tasas de interés de referencia del BCE, incluyendo la tasa de depósito.
Con la tasa de depósitos actualmente en cero, una rebaja el próximo mes convertiría al BCE en el primer gran banco central en experimentar con tasas de interés negativas. Las autoridades esperan que este movimiento aumente la inflación al debilitar el euro y al hacer que las importaciones sean más caras. El banco central alemán también ha dicho que podría respaldar la compra de activos del sector privado.
Sin embargo, el Bundesbank ha señalado su apoyo a acciones menos convencionales dependiendo de cómo cambien los pronósticos de inflación para 2016. Pese a que las proyecciones de junio casi ciertamente bajarán el panorama de inflación en 2014, los economistas están divididos sobre qué mostrarán los pronósticos para 2016.
Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank, afirmó: “Es probable (que el BCE) revise a la baja los pronósticos de inflación para este año. Si esto se traspasa o no hacia el pronóstico de 2016 es 50-50”.
“No esperamos que sea revisado a la baja. El BCE puede revisar 2014 a la baja a 0,8%, 2015 a 1,2%, pero 2016 se mantendrá en 1,5%”, dijo Nick Matthews, economista de Nomura.
Los rendimientos de los bonos de la zona euro bajaron en toda la región ayer en la mañana, a medida que los inversionistas se posicionaban para la creciente probabilidad de acción de parte del BCE en su reunión de junio.
Los rendimientos de los bonos a diez años de Alemania e Italia bajaron 3 puntos base, mientras que los de Portugal descendieron 2 puntos base a 3,51% y los de España en 4 puntos base a 2,84%.
Quienes se vieron más favorecidos fueron Francia y Holanda, donde los rendimientos a diez años bajaron 5 puntos base a 1,83% y 1,69%, respectivamente. El rendimiento de Grecia cayó casi 10 puntos base a 6,16%.