Por Kathrin Hille
, Moscú
El Banco Mundial advirtió que la economía rusa podría caer en recesión como resultado de la anexión de Crimea, incluso si Occidente no impone más sanciones.
El PIB podría contraerse 1,8% este año si la tensión política lleva a un “severo shock de la actividades económica y de inversión”, afirmó la entidad ayer.
En una señal de que las autoridades económicas de Moscú se están preparando para estos riesgos, Igor Shuvalov, vice primer ministro, aseguró que el mayor daño a la economía podría venir, no de las sanciones anunciadas por Washington, sino de las movimientos encubiertos.
“Los actores económicos deben entender que el peor escenario no es el asociado a sanciones formales, sino a lo que hagan los grandes inversionistas”, declaró a los legisladores.
“Un apretón externo no necesariamente vendrá como resultado de algunos pasos legales de EEUU o la UE. Ellos también podrían darles instrucciones a los fondos de inversión, hablar -de manera completamente informal- a las agencias de calificación, enviar diferentes señales”.
Sus palabras son similares a las preocupaciones expresadas por los banqueros, economistas y emprendedores en Moscú desde que EEUU alertó a Rusia que podría castigarla por lo que Occidente ha criticado como una movida que mina el orden de tiempos de paz en Europa.
“El problema es la incertidumbre por lo que vendrá”, sostuvo un ejecutivo senior de un banco alemán. “En una situación como esta, todos van a pensar dos veces antes de extender nuevos préstamos a firmas rusas, sin importar si están en una lista de sanciones o no”.
La expansión rusa, que ya se había desacelerado fuertemente el año pasado a 1,3% desde 3,4%, está virtualmente paralizada, con el Ministerio de Economía estimando que el crecimiento del PIB sería cercano a cero en el primer trimestre.