El temor a quedarse sin batería no ha detenido al mercado de teléfonos inteligentes, pero sí ha debilitado a los automóviles eléctricos.
Sin embargo, ahora algunos fabricantes de automóviles tienen cada vez más confianza en que sus vehículos eléctricos están cerca de superar la temida "ansiedad por la autonomía".
"Las baterías están avanzando muy, muy rápidamente", dice Vicente Carré, director de ventas y marketing de automóviles eléctricos de Renault, cuyos modelos eléctricos incluyen el vehículo compacto Zoe, que tiene un alcance de aproximadamente 190 kilómetros.
"Todo lo que se conoce como ansiedad por la autonomía ... ya lo hemos dejado atrás porque sabemos que dentro de unos años vamos a duplicar la autonomía de los automóviles, y después de eso volveremos a añadir 30 ó 40 por ciento más de alcance antes de 2020".
Esto representa para Renault una autonomía promedio de más de 320 kilómetros – punto en el que generalmente se considera que los vehículos eléctricos se convierten en una propuesta viable para el mercado de masas.
Los analistas dicen que aún es prematuro hablar de superar la ansiedad por la autonomía, y señalan que el alto costo de las baterías asegura por el momento que los automóviles eléctricos se posicionen como productos de nicho. Sin embargo, algunos fabricantes de automóviles tienen la esperanza de que estos vehículos – uno de los medios posibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial – finalmente han pasado la etapa de ser de uso exclusivo de aquellos que les gusta adoptar rápidamente las nuevas tecnologías.
"Tras bastidores se están logrando una buena cantidad de avances en estas tecnologías", dice Dan Ammann, presidente de General Motors, compañía que está trabajando en un automóvil eléctrico de 320 kilómetros de autonomía conocido como Bolt, que costará US$30,000 después de incentivos tales como descuentos o exenciones fiscales. Se debe lanzar en 2017.
"Con una autonomía de más de 320 kilómetros, 30,000 dólares es cosa fácil de explicarle a la gente", dice. "Todo esto de la ansiedad por la autonomía ... de repente ahora esto se ha convertido en algo accesible y que hace exactamente lo que se necesita que haga".
Al menos en Europa, las ventas de automóviles eléctricos están empezando a tener ciertos progresos, aunque junto con tecnologías alternativas que también se promocionan como favorables al medio ambiente.
Se espera que los vehículos eléctricos, híbridos y con celdas de combustible de hidrógeno registren un incremento del 30 por ciento en las ventas en Europa en 2015, hasta llegar a las 360,000 unidades, según LMC Automotive, una compañía consultora.
En realidad, esta demanda viene de una base baja – 360,000 equivale al 2.5 por ciento de todas las ventas de automóviles en Europa. Y en parte se debe a la creciente popularidad de los híbridos enchufables, que cuentan con motores eléctricos respaldados por motores de gasolina para aliviar la ansiedad por la autonomía.
Las cifras a nivel europeo también enmascaran grandes variaciones. Por ejemplo, en Noruega los vehículos eléctricos y los híbridos enchufables representaron un tercio de todas las ventas de automóviles en el primer trimestre de 2015, según IHS Automotive. Eso se debe a los altos aranceles a la importación de vehículos de gasolina.
En cambio, hasta el momento en Alemania sólo 25,000 vehículos eléctricos han llegado a las autopistas, a pesar de la meta del gobierno de alcanzar ventas de 1 millón de unidades para el año 2020.
Aunque los consumidores se han mostrado renuentes a adoptar los vehículos eléctricos, los cuales aún representan mucho menos del 1 por ciento de las ventas totales de automóviles en las economías más desarrolladas, algunos fabricantes de automóviles también han sido igualmente tímidos en cuanto a apoyar la tecnología.
Toyota y Hyundai están enfocados en la tecnología de celdas de combustible de hidrógeno, mientras que otros como Ford están tratando de mejorar los motores de gasolina y diésel.
Los automóviles eléctricos e híbridos ayudan a los fabricantes a compensar el impacto de los vehículos deportivos utilitarios pesados, conforme intentan cumplir los estrictos objetivos de ahorro de combustible impuestos por los reguladores, y que se basan en la amplia gama de sus automóviles.
Pero los altos costos de las baterías implican que pocas compañías ganan dinero con los automóviles eléctricos.
"Honestamente, estamos teniendo ciertas dificultades con el modelo de negocio", dice Olivier François, director de la marca Fiat, que produce una versión eléctrica de su automóvil compacto 500 que solamente se vende en California.
Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat Chrysler Automobiles, instó el año pasado a los clientes a no comprar el 500e porque el grupo perdía US$14,000 por cada venta.
Los fabricantes guardan muy bien el precio exacto de sus baterías. Para reducir los costos, Tesla, el innovador fabricante de autos eléctricos de California, está construyendo una fábrica de baterías en Nevada como parte de los planes de construir un vehículo, llamado Model 3, para el mercado de masas.
Una vez que se encuentre produciendo a plena capacidad en el año 2020, esta planta producirá más baterías de iones de litio que la producción mundial combinada de hoy en día.
Cosmin Laslau, analista de Lux Research, dice que las compras de baterías de muchos fabricantes de automóviles se han realizado a precios muy por encima del nivel que él considera necesario para que el mercado de masas adopte los automóviles eléctricos.
Estima que Ford en 2012 estaba pagando por sus baterías hasta US$650 por kilovatio hora (kWh) – una medida de capacidad. Mientras más grande sea la capacidad, mayor es la autonomía potencial del automóvil.
BYD, un fabricante chino de automóviles, tiene como objetivo alcanzar los US$211 por kWh en los costos de la batería – pero sólo para el año 2025, dice Laslau. Para ese momento, ya Tesla deberá haber logrado US$172 por kWh, muy por delante de cualquier rival en el mercado de masas.
"En el momento en que se encuentren firmemente por debajo de los US$200 por kWh a nivel del paquete de baterías, los vehículos eléctricos se convertirán en un subgrupo convencional del mercado automotriz en general", dice Laslau.