Las máximas autoridades de Eslovaquia,
la Comisión Europea y varios países miembros de la Unión Europea
(UE) celebraron hoy con una noche de gala en el Teatro Nacional de
Bratislava la entrada de este país centroeuropeo en la zona euro.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude
Trichet, calificó en su discurso ante decenas de invitados de honor
la más reciente adhesión al euro como un "momento histórico" tanto
para Eslovaquia como para Europa en general.
La moneda única europea es una "señal tangible" de la creciente
integración económica del Viejo Continente, "en beneficio de la
estabilidad y prosperidad para sus ciudadanos", dijo el responsable
del banco emisor en su discurso.
Eslovaquia es el décimo sexto país de la UE que entra en la zona
euro, siendo el segundo país del antiguo bloque comunista tras la
entrada de Eslovenia en 2007, y ampliando la esfera del euro hasta
casi 290 millones de habitantes.
El país que surgió en 1993 del "divorcio amistoso" de la antigua
Checoslovaquia fue en los últimos años una de las economías más
dinámicas de la unión, con una tasa de crecimiento de 10,4% en 2007 y más de 7% en 2008.
Y mientras que la zona euro sufrirá este año la primera recesión
desde su creación en 1999, Eslovaquia espera crecer un 4,6% en los próximos doce meses.
"Eslovaquia ha hecho un notable progreso en la convergencia
nominal y real", manifestó Trichet, sin dejar de advertir al país ex
comunista que debería continuar con sus reformas económicas.
"Es importante destacar que la introducción del euro no debe dar
lugar a la complacencia", recalcó el jefe del BCE.
"Para asegurar que la convergencia sea sostenible y que el pueblo
eslovaco pueda disfrutar de todos los beneficios del euro, las
autoridades deben seguir con las políticas económicas ambiciosas en
todos los frentes", señaló Trichet.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel
Durao Barroso, destacó que ante la actual crisis financiera y
económica mundial el euro ha demostrado ser "una herramienta
poderosa para proteger a los ciudadanos" de la zona euro.
Barroso felicitó a Eslovaquia por su entrada en el euro y expresó
a su vez su solidaridad con el país ante los problemas que enfrenta
por el actual corte de suministros de gas ruso.
"Es inaceptable que un país como Eslovaquia sufra por las
decisiones de otros. Insto a las partes enfrentadas a ponerse de
acuerdo", dijo Barroso en referencia a Rusia y Ucrania.
La "guerra del gas" entre esos dos países ha dejado a varios
estados europeos sin esa fuente energética, vital para la
calefacción y la generación de energía eléctrica para la industria.
En nombre del llamado "eurogrupo", el primer ministro de
Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, recordó que Eslovaquia ha recorrido
"un camino notable", al pasar en menos de 20 años de ser una
república comunista, a ser miembro de la OTAN, adherirse a la UE y
ahora en el euro.
"Quién hubiese pensado hace 20 años que la UE iba a extenderse
tanto y que iba a existir un euro para más de 320 millones de
personas", aseveró Juncker.
La gala de esta noche fue todo alegría, con numerosos grupos
musicales, canto clásico y danzas tradicionales eslovacas, así como
intervenciones de varios jefes de gobierno de países vecinos.
Uno de ellos, el polaco Donald Tusk, dijo que "Eslovaquia será
una señal de esperanza para toda la región (ex comunista)", mientras
que el húngaro Ferenc Csyurcany, destacó que el pequeño vecino "fue
en los últimos años probablemente el país mas dinámico de la región,
y eso es algo que vale la pena seguir".
A parte del presidente eslovaco, Ivan Gasparovic, y el primer
ministro Robert Fico, asistieron a la gala también el comisario
europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, y el
comisario europeo de Cultura y Educación, el eslovaco Jan Figel.