La Reserva Federal pidió hoy a las
entidades financieras de EE.UU. que acepten la compra de sus
acciones por parte del Gobierno, un programa voluntario con el cual,
según el departamento del Tesoro, el contribuyente puede llegar a
ganar dinero.
En un comunicado conjunto, el banco central y las otras agencias
reguladoras estadounidenses instaron a las instituciones financieras
del país a "aprovechar los beneficios" del programa del Tesoro, que
comprará entre un 1%y un 3% de los activos de esas entidades.
Ese fue uno de los detalles contenidos en las normas que regirán
el llamado "Programa de Compra de Capital", que divulgó hoy el
Gobierno.
Las instituciones que quieran obtener esa inyección de dinero
tendrán que presentar su solicitud hasta el 14 de noviembre, según
esas normas.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, ya ha convencido a nueve
bancos grandes del país a aceptar la entrada del Gobierno en su
capital.
Además ha recibido "muestras de interés de un grupo amplio de
bancos de todo tamaño", explicó hoy en la rueda de prensa en la que
hizo públicos los detalles del programa.
Paulson aseguró que la compra pública de acciones debería
producir beneficios para el contribuyente.
"Esta es una inversión, no un gasto, y no hay razón para creer
que este programa le costará nada a los contribuyentes", sostuvo
Paulson, quien detalló que el erario público recibirá "una
rentabilidad razonable" por sus acciones.
El Gobierno destinará US$250.000 millones a la compra de
participaciones, de los cuales la mitad irá a los nueve bancos
grandes que ya se han sumado al programa.
El dinero vendrá del fondo de US$700.000 millones
aprobado por el Congreso para restablecer la normalidad en los
mercados financieros.
"Este programa está diseñado para atraer una participación amplia
por parte de instituciones saludables, de forma que también atraiga
capital privado hacia ellas", agregó Paulson.
Para participar, las entidades tendrán que presentar una
solicitud ante la agencia reguladora que tenga jurisdicción en su
sector de negocio, la cual la revisará y enviará al departamento del
Tesoro, que será el que tome la decisión final sobre dónde colocar
el dinero público.